XV

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Siempre me ha gustado jugar con fuego

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Siempre me ha gustado jugar con fuego

Narrador omnisciente

Las maldiciones allí presentes, se asombraron de sobremanera el que la mitad maldición de cabellos celestes apareciera ese día.

No tenía una sonrisa de complicidad o diversión en su rostro, estaba serio y con un deje casi sin notar de tristeza reflejado en sus ojos.

-¿Mahito?- Getou quiso hablar pero la maldición no lo miro.

- Ella no está- dijo interrumpiendolo, los presentes lo escuchaban atentos- ese maldito hechicero la "Invito a salir"- se notaba la irritación en su última frase.

- No está en el orfanato- murmuró Uraume- ella está con él, es nuestra oportunidad- dijo en voz alta, todos escucharon.

- De acuerdo, llevaremos a cabo el plan hoy, aún que no lo teníamos planeado- dijo Getou- ¿tu quieres encargarte? Mahito.

- Dejenmelo a mi- dio media vuelta para irse de allí.

- Espera- Uraume hizo que parará su andar- ella te quiere como a un hermano- murmuró para si con aquella información- dejarle una señal como si tu hubieras muerto también- mandó.

- Eso será como apretar el botón detonador- dijo sonriendo Getou al entender- hazlo.

Sin más la maldición de cabellos celestes se marchó. El resto de maldiciones prepararon las cosas necesarias y los puntos para dar la orden.

Narra Tn

Estaba inquieta, luego de que dejáramos a los niños y de que Mahito no apareciera, tenía un muy mal presentimiento.

-¿Sucede algo?- pregunto el albino. Habíamos estado caminando hacia el centro, la nieve caía de a poco llenando el ambiente de blanco.

- Sólo... No me siento tranquila- murmure.

- Si quieres volvemos y salimos otro día que gustes- me respondió. Negué con una sonrisa.

- No, estoy bien así- caminamos un rato hasta llegar a una cafetería donde el me abrió la puerta, apenas era medio día y volveríamos casi anocheciendo.

Tomamos nuestras órdenes y esperamos a que las trajeran. Nadie hablaba ya que no se nos ocurría algún tema de conversación. No había nada que contar.

Aquel mes en el cual vivo con él prácticamente había sido de conocernos entre nosotros. Yo ya sabía quien era el chamán frente a mi.

- Por cierto- hablo rompiendo el silencio- leí el libro que me recomendaste- dijo.

- ¿Enserio?- pregunté con una pequeña sonrisa.

- Si... y me gustó tanto que compre la saga completa, ya estoy por el tercer libro- se rascan la nuca nervioso. Abrí mis ojos de sorpresa.

- ¿Tanto le gustó?

- Bueno, si debo elegir me gustó más el segundo libro- respondió- En llamas.

- Los Juegos del hambre, En llamas- dije para mi- el poder que puede tener una simple chica de un distrito pobre y el como la convierten en un símbolo.

- Perdón si moleste al pequeño- se disculpó cambiando de tema- ¿puedo saber como se llama?- pregunto.

Iba a contestar pero justo llegó la mujer con nuestras órdenes, cuando le coloqué un poco de azúcar a mi café ahí lo mire.

- Se llama Mahito- empecé a decir- es mitad maldición y humano. A diferencia mía, el nació por un vientre maldito. Tiene siete años hace una semana cumplidos- dije con una sonrisa.

- ¿Cómo llegó hasta donde están ustedes?- pregunto curioso.

- No sabemos con exactitud como paso, Pero lo dejaron en nuestra puerta. Desde allí lo cuide como si fuera mi hermano pequeño y... para tener siete es demasiado sobre protector- dije entre risas.

- No confía en los hechiceros- dijo, levanté la mirada y sonreí triste.

- ¿Cómo va a hacerlo?- suspire- había otra niña de mi edad antes que llegará. Eran demasiado unidos, ella era también mitad maldición- murmure- salieron tarde sin nuestro permiso y un hechicero los encontró.

- La exorcizo- dijo completando lo que diría o sacando conclusiones. Asenti- desde allí no confía en nadie más haya de ti y esa mujer Leta.

- Así es- afirme. Cambiamos de tema. Fue entretenida toda la charla, paseamos por diferentes sitios, nos divertimos y hasta inclusive nos comportabamos como niños, las manías del hombre ya se me estaban pegando.

Ahora caminábamos a paso tranquilo hacia la casa. El cielo había empezado a oscurecer y dar esos tonos anaranjado que me gustaban mezclándose con el blanco de la nieve.

- ¿Podemos arreglar para otra salida?- pregunto. Aún estábamos a varias calles de la casa hogar, y me tomo por sorpresa esa pregunta.

- C-claro- dije algo nerviosa.

- Tambie... quería proponerle el entrar a la preparatoria de hechicería- propuso. Pare mi andar de golpe- es sólo una propuesta.

- ¿Por qué?- pregunté incrédula.

- Tienes potencial para ser una buena hechicera- contestó simple.

- ¿Y como se lo tomarán tus superiores?- pregunté.

- De eso me arreglo yo, confía en mi- hablo con diversión y con la mayor seguridad del mundo.

Sonreí. Iba a aceptar su propuesta, pero automáticamente me acordé de la promesa que le había hecho a Mahito de nunca dejarlo, por lo que mis planes cambiaron.

Narrador omnisciente

- Ya están- dijo Uraume- dale la señal a Mahito- dijo mirando al de cabellos largos negros.

Este asintio y miro a lo lejos el sitio, sin más levantó la mano en el aire para que la mitad maldición a lo lejos pudiera verlo.

El de cabellos celestes vio la señal y con un suspiro miro por última vez el lugar. Sólo, muy en el fondo esperaba no arrepentirse.

Narra Tn

- Yo...

No logré terminar ya que una explosión se escuchó a lo lejos. Miramos en aquella dirección y nos asombrarnos al ver una llamarada de humo a lo lejos.

- Aquella dirección...- comenzó a decir el albino. No lo escuche, sólo salí corriendo hacia allí.

Sólo espero... que todo sea un sueño.

💙Aoimoku 💙- Satoru Gojo✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora