💙Aoimoku 💙- Satoru Gojo✔

XXIX

Cundo llegamos, fui directo a cambiarme el uniforme. Me coloqué topa mas comoda para dormir y con cuidado quite el collar de mi cuello dejándolo en la mesita de luz.

Lo mire por unos segundos. No sentí la presencia del mayor hasta que sus brazos rodearon mi torso abrazandome por la espalda.

-¿Lo extrañas?- pregunto en un susurro. Sonreí triste y nostálgica.

-A medida que pasaban los años, no tenía ninguna intención de seguir, era...bueno Soy una híbrido y era rechazada por la mayoría- comencé a decir- había hechiceros afuera siempre rondando la ciudad, nunca pude salir sola de la casa, siquiera ir a una escuela.

- Vamos a la cama, allí me sigues contando, ¿de acuerdo?- pregunto. Asenti, me llevo a su habitación. La cama era ligeramente más grande que la mía, tranquilamente entraban cinco personas bien acomodadas.

Nos acostamos. El me abrazaba por la cintura, acercandome a su cuerpo mientras mi cabeza descansaba en su pecho. También estaba vestido para dormir.

-Puedes seguir, si quieres- murmuró. Beso mi cabeza y luego apoyo su barbilla en esta.

-Para ser más resumido, sentía que no tenía ningún propósito en mi vida. Sumándose a eso que los primeros años de mi vida no recuerdo nada- dije irónica- todo... Sentía que la oscuridad en mi interior se intensificará y no podía salir de ella... hasta que...- mi voz comenzó a quebrarse. Lagrimas comenzaron a salír de mis ojos.

-¿Lo dejaron a él en la puerta?- pregunto al ver no seguí. Negué.

-Habia salido de compras y al volver, escuche el llanto de un bebé procediendo de uno de los callejones, me acerqué y lo encontré en una de las cajas- sonreí ante el recuerdo.

Lo había encontrado un poco desabrigado, por lo que no tarde en tomarlo en mis brazos. Sentí una conexión automática con el cuando dejo de llorar y me miro.

El cabello de ese tono extraño y cuando me vio a los ojos, pude ver sus hermoso iris heterocromaticos, mientras me miraba con curiosidad.

- Desde allí, supe que lo cuidaria como a una hermana mayor y sería miro razón para seguir- termine.

- Tn... tengo que decirte algo- gire mi vista, quedamos cara a cara. No llevaba los lentes por los ir podía ver sus ojos.

- ¿Sobre que?- pregunté con interés.

- Con respecto a una secreto de mi clan y sobre ti- dijo con desicion. Asenti con que continuará, abrió la boca para hablar pero el teléfono de línea comenzó a sonar- tsk, debo atender, luego te digo.

Asenti. Se levantó no sin antes dejar un beso en mi frente y salió de la habitación. Mire el reloj de la mesita de luz, eran casi las diez de la noche. Suspire y me acomode mejor en la cama.

Creeré los ojos mientras esperaba al albino. Mala idea, termine quedándome dormida. ¿cómo lo se?, cuando desperté a la mañana siguiente.

El albino me abrazaba por la cintura por detrás. Mire el reloj y teníamos una hora para desayunar e ir a la escuela. Suspire y con cuidado salí del agarré del mayor.

Fui al baño y me cambie, hice mis necesidades, lave mi rostro y sepille los dientes. Volví ya lista a la habitación. Mire desde la puerta al albino aún durmiendo.

Mis mejillas seguramente estaban medio coloradas. Prácticamente estaba en una especie de relación extraña con un hombre mayor a mi por once años casi. Suspire y me acerqué.

-Satoru- susurre. Me arrodille en el suelo y acaricie su frente quitando algunos mechones albinos de este- Satoruu- volví a llamar un tanto cantando.

-Hmm- contestó adormilado.

- Ya tienes que despertar- dije-hay que ir a la escuela.

- De acuerdo, pero...- sonreí de lado- antes un beso de buenos días- murmuró haciendo un puchero, reí un poco por eso, sin más me acerqué y le Di un gasto beso en los labios- mucho mejor.

Yo fui a la cocina para ver que había para cocinar, para desgracia no había nada que sirviera para un desayuno.

- No te preocupes por eso, pasaremos por algúna cafetería o algo- dijo el albino apareciendo ya vestido ir el pasillo- vamos.

Asenti y salimos. Fuimos caminando, en un momento fuimos por otro camino para ir a una cafetería que Gojo conocía mucho, por ser un cliente frecuente.

Entramos y me puse a ver el sitio. Era muy agradable y el olor a café tenue le daba el toque. Nos acercamos al mostrador donde Satoru simplemente dijo "Lo de siempre"

-¿Quieres algo en especial?- pregunto el albino viéndome.

- En lugar de un café, un chocolate caliente- murmure, Pero me escuchó y asintio. Pidió lo que quería y luego pago.

Al salir, Satoru me dio lo mío junto a una dona de una de las bolsas. Le agradecí y me dispuse a desayunar. Aún así sentía las miradas clvandose en mi espalda de muchas chicas.

-Hoy no irás con Itadori- dijo el albino llamando mi atención- otro hechicero se encargará estos días de enseñarle, tienen una misión- asenti- en cambio estarás con Nobara y Megumi junto a los de segundo año para prepararse.

- ¿Por el intercambio contra Kyoto?- pregunté. Este asintio- de acuerdo. No hay problema- asenti.

- Yo en cambio debo de ir a una reunión- hablo quejándose. Reí por su comportamiento infantil- no te rías, no quiero ir a una reunión, es muy aburrido.

- Aveces creo que generalidad estoy saliendo con un niño menor a mi- dije con diversión. Hasta que entre en la cuenta de que había dicho al más alto girar su cabeza mirándome y sonriendome divertido- d-digo...

- Créeme que puede que me comporte así, pero de niño...- se agachó para poder susurrar a mi oído- no tengo nada- su voz se volvió más ronca y hizo mis vellos erizarse.

-Y-yo...

- Tranquila, no haré nada hasta que seas legal- hablo con cierta burla. Me ruborice- bien, llegamos.

Mire al frente y vi la entrada de la escuela. Cuando termine mi desayuno tire las cosas a un cesto de basura cercano y me dirigí hacia el campo de entrenamiento.

Satoru se habia ido ya hace unos momentos, según él para no llegar tarde. Ni él se creía semejante mentira.