XXXV

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Al día siguiente abrí los ojos y no me espere ver una sonrisa acompañada de aquellos ojos hipnotizantes. Se acercó y depósito un beso en mi frente.

- Buenos días- murmuró. Le devolví la sonrisa.

- Hola- salude. Era más temprano de la hora para levantarse, pero de todas formas así lo hicimos, él se fue a su habitación y yo aproveché a colocarme el uniforme.

Después de estar lista, me dirigí a la cocina donde me dispuse a hacer un desayuno para todos. Mientras coloqué en el horno la masa de Cupcakes, sentí alguien más entrando a al lugar.

- Vaya, huele exquisito- dijonuna voz ya conocida para mi. No conteste, sólo sonreí y seguí haciendo lo mío- Por cierto, se que seguramente Satoru te dijo que no me hablaras, pero... quería saber como se conocieron- suspire.

- Estaba buscando a mi hermano pequeño y en el camino lo crucé... y bueno, vio que poseía energía maldita- no mentí, pero tampoco le diría toda la historia.

- Vaya, no sabía que tenías un hermano- dijo con interés, se sentó en lo que simulaba ser una pequeña barra.

- Si, lo tenía... hasta que hubo un accidente y...- no seguí hablando, no me gustaba mentir, pero estaba pensando en como decirle algo creíble.

- Falleció- termino ella, asenti y opte por hacerme la dolida. No diría, "en realidad es mitad humano y mitad maldición, también para colmo es quien asesino a todos esos hechicero ayer"

- Si...

- Note que.. con Gojo eres cercana- dijo, pare un momento de hacer las cosas, pero luego seguí haciendo el merengue para decorar el desayuno- por no decir Muy cercanos.

- ¿Tienes algún problema con eso?- dije ya cansandome. Me Di vuelta y la vi, está sólo se encogió de hombros.

- Sólo decía, además... eres su alumna y el tu profesor....- se colocó pensativa- y agregando el hecho de que tienes Diesiciete y el veintiocho... eres ilegal..

- Y tu una tóxica que no puede superar a su ex, tanto que le sigue haciendo la vida imposible- dije ya arta. Me miro frunciendo el ceño- ¿O me equivoco?

- Eres una...

No pudo terminar de hablar, ya que los de la escuela de Kioto comenzaron entrar. Me Di la vuelta y seguí con lo mío.

- Algo huele muy rico- dijo Todou- ¿Tu cocinaste?- me pregunto a lo que asenti- digno de MY SISTER!!

Sonreí por eso. Les ofrecí a todos que deseaban desayunar y prepare cafés. Junto a los Cupcakes que comieron con gusto. Mire donde debería de estar la mujer pero ya no se encontraba.

Cuando aparecieron mis compañeros junto a los de segundo me alegré de que estuvieran como nuevos. También desayunaron para luego sentarse a esperar.

No fue hasta que un alegre Satoru entró al lugar. Nos pregunto si deseábamos seguir con el intercambio por más de las muertes y el incidente. Todou hablo como un adulto y lo convenció.

- Bien, Tn-chaaan, ven a sacar un papelito- dijo tendiendo una cajita pequeña- lo que diga allí es lo que harán. Con algo de duda metí la mano y luego de tomar un papelito la saque. Lo abrí t leí en voz alta.

-Baseball- dije en voz alta, frunci el ceño. Aún así me asusté cuando ambos directores de ambas escuelas aparecieron detrás mío leyendo el papel también.

Luego de unos regalos a Satoru, no nos quedo de otra que jugar dicho juego. El albino hizo de árbitro, debía admitir que se veía mucho más guapo.

- A que el Sensei es sexy- dijo Nobara en un susurro, estábamos sentadas junto a Maki esperando a que sea nuestro turno de batear.

- Lo es, pero el ser así de imbécil e infantil se lo quita- dijo la de lentes. Solté una risita mirando al albino. Quien hacia gestos exagerados mientras explicaba algunas cosas.

- A mi me parece tierno- murmure más para mi. Aún así las chicas me escucharon. Me sonroje- D-digo....- comencé a tartamudear.

- Tranquila, se nota a distancia la atracción entre ambos- dijo Maki mientras se acomodan los lentes- hacen linda pareja.

No dijimos más nada y nos centramos en el partido. Cuando fue mi turno estaba nerviosa, no sabía con exactitud como se jugaba, pero hice mi mayor esfuerzo. Por desgracia mía, logré nada más avanzar dos bases hasta que la hermana de Maki me eliminará.

Aún así termino como ganador la escuela de Tokyo y a un inconciente Todou. El día lo pasamos con tranquilidad, hasta que ya siendo las cinco de la tarde, fui a mi cuarto.

Me bañe y cambie por algo más cómodo que no fuera el uniforme. Me dispuse a tomar mi celular y tirarme a la cama para leer la segunda temporada de una historia que se llamaba "Sempiterno" con uno de mis idols favoritos. Pero fui interrumpida por la puerta siendo tocada suavemente.

- Satoru- dije al verlo parado del otro lado cuando abrí- ¿qué sucede?- no llevaba puesto el uniforme y seguía con su ropa casual de hoy.

- Anoche te había dicho que quería salir contigo, si teníamos tiempo- murmuró rascando su nuca levemente, solté una risita y asenti.

Salí de la habitación y ambos en silencio salimos del complejo. En el camino nos hablábamos de diferentes cosas sucedida en el partido. Compramos álgido de azúcar al pasar por una feria y seguimos hasta un pequeño monte a no muy lejos.

Allí luego nos sentamos a ver como oscuresia. Este había sido un día agradable y esperaba que no terminará. Aún así, sentía un poco de opresión en mi corazón.

-Satoru- llame, este volteo a verme, se habia quitado las gafas- en la preparatoria, la maldición me lanzo hacia un estanque cerca de donde sucedió el incidente- murmure.

- Si lo se, eso me lo contó Ieiri- dijo.

- Eso no es todo...- suspire y abrace mis rodillas- quien lo hizo fue Mahito, mi hermano- lo sentí tensarse ante lo que dije- y algo me dice que sabías que seguía con vida- lo escuche suspirar.

- Quería protegerte, por eso no te dije- contestó. Sólo asenti. En cierto sentido tenía algo se razón, pero sabía que me ocultaba cosas y mentía sin yo darme cuenta.

- ¿Hace cuanto me mientes?- pregunté. Este no contestó- no te digo que me digas en que mentiste sólo... hace cuanto o desde cuando?..

- Desde que sucedió el accidente en el orfanato- respondió- desde allí. Asenti.

- ¿Todo el tiempo me mientes?- pregunté ahora mirándolo directo a los ojos. No apartarnos las miradas, me sonrió y negó.

- No- contestó. Sonreí devuelta. No deseaba saber en qué me mentía, ya que sentía que me destrozaria y siendo sincera, luego de todo lo que me sucedió... deseaba quedarme con esas mentiras piadosas que no me rompían.

Nos quedamos en silencio. No se cuanto tiempo para ser sincera. Ya no había rastro de sol y sólo se podían apreciar las estrellas y luna. El tiempo corria pero nosotros seguimos alli, en silencio apreciando el paisaje.

En eso el celular de Gojo comenzó a sonar. Era una alarma que marcaba las doce. Lo vi sonreir y apagar el aviso. Se giró y me miro.

Se acercó con cautela y paso un mechón de mi cabello detrás de mi oreja. Junto nuestras frentes sin apartar la mirada del otro. Su respiración chocaba con la mía y hacia a mi corazón acelerarse.

- Feliz cumpleaños número dieciocho, Mi pequeña maldición- murmuró sonriendo. Solté una pequeña carcajada y tome su rostro entre mis manos y lo acerqué juntando nuestros labios.

💙Aoimoku 💙- Satoru Gojo✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora