El chamán se adentro a la casa y dejo la bolsa con la comida en la mesada de la cocina. Miro a su alrededor por si algo había fuera de lugar, pero no había nada extraño.
- ¡Ya llegue!- grito con la esperanza de que la chica lo escuchara, no recibió respuesta y su presencia no podía apreciarse.
Se dirigió a paso tranquilo a la biblioteca para apreciar lo que no esperaba, penso sinceramente que encontraría a la chica en el suelo centrada leyendo un libro.
En su lugar todo estaba ordenado como si no lo hubiesen tocado, y la joven se encontraba en el mismo sitio en el cual la vio por última vez, pero esta se encontraba dormida.
Se acercó con curiosidad y se agachó a la altura de la joven, está dormía plácidamente, su respiración suave y lo relajada que estaba la hacia ver tierna. Fue lo primero que se le vino a la mente.
Negó con una mueca pero luego volvió a centrar sus ojos en el rostro de la chica, apartó un mechón de su pelo que cubría parte de su rostro y lo colocó detrás de su oreja.
- Hasta donde yo se lo híbridos no duermen- murmuró bajito para si. Su mano se paso por el mentón de la joven y la acaricio levemente, su piel era suave y te daban ganas de acariciarla.
Suspiro y la levantó en sus brazos para llevarla a la habitación donde ella se quedaría, la recosto en la cama y la tapó con las sábanas por el frío.
Salió de la habitación y fue a tomar uno de los oniguiris comprados y se lo llevo a la boca mientras pensaba mirando el jardín detrás de la ventana.
Había una gran diferencia entre un híbrido y una mitad maldición y mitad humana. La diferencia de poder era descomunal y el ser é instinto también.
Una mitad maldición y mitad humano se llamaba a las maldiciones que nacían de la nada, criaturas formadas por los sentimientos negativos de las personas pero con algo de sentido común y/o humanidad de por medio.
Aún así en si mayoría eran seres despiados y asquerosamente inteligentes para manipular el pobre razonamiento del ser humano y moldeado a su antojo.
En cambio un híbrido se trataba de la creación o, en otras palabras el bebé de un humano junto a una maldición. No había aparecido de la nada como suelen hacerlo los Uteros malditos.
Los híbridos podrían padres y en verdad estaban vivos. El único problema era el hecho de que su poder era superior.
Las últimas veces que se había visto a un híbrido había sido hacia trescientos años atrás, criaturas que no dormían y lo único que hacían era asesinar y controlar ya sea maldiciones como humanos por puro placer.
Criaturas de las cuales los hechiceros se encargaron de extinguir, y en la actualidad se fijarán de que ningún humano se cruzará con una maldición. La relación entre ambas razas estaba prohibida.
- Aún así tu estas aquí- murmuró para si el chamán. Había sentido su energía maldita desde la preparatoria, y ella estaba en la ciudad a más de cinco kilómetros de distancia. Sin duda era peligrosa y debía desacerce de ella.
- ¡Yo no me moví!¡Lo juro!- giro su cuerpo al escuchar como la chica le había gritado. Su corazón paró de latir al ver el semblante en su rostro.
Temblaba de miedo y lágrimas caían de sus ojos, lo miraba con tristeza y súplica, parecía tan real pero aún así desconfiaba aún de la chica. Las preguntas en su mente se agrandaban.
¿Por qué se comporta así?¿es parte de su técnica para manipular humanos?¿por qué duerme si no lo necesita?¿ por qué me hizo caso cuando tranquilamente pudo escapar por más que el velo se encontrará?¿ sus lágrimas...son reales?¿por qué llora?
Narra Tn
Tenía miedo, cuando desperté no me encontraba en la biblioteca, y lo peor era que no sabía como había llegado allí. Salí temblorosa de la habitación, era la que a mi me pertenecía pero fue lo de menos.
Escuche un ruido en donde se supone que es la cocina, cuando me acerqué pude ver que estaba el albino mirando hacia afuera mientra comía. Enseguida de mis ojos comenzaron a salir lágrimas, no sabía que haría él al ver que no estoy en la biblioteca.
- ¡Yo no me moví!¡Lo juro!- dije casi gritando para que escuchara, enseguida se dio vuelta y me miro con una cara que no puede reconocer que quería expresar.
-¿A qué te refieres?- pregunto acercándose.
- A que no estoy en el lugar el cual me mandaste no salir- murmure con la cabeza gacha, no quería que lastimara a los pequeños por mi culpa, definitivamente no.
- Si te refieres a la biblioteca no te preocupes- dijo sonriendo, lo mire incrédula- cumpliste al pie de la letra lo que te mande- dijo para calmarme.
- Pero...yo ...
- Cuando volví estabas en el suelo durmiendo, no soy tan cruel como para dejarte allí- dijo haciéndose el ofendido mientras llevaba una mano a su pecho- ¿por quien me tomas?
Al procesar la información, mi cuerpo se relajó y suspire de alivio, mire al albino frente mío y sonreí.
- Esta bien- respondí con simpleza, enserio creí que ya todo había terminado y no tenía otra oportunidad.
- Tengo una pregunta, pero antes ven, toma algo y come- dijo señalando la bolsa. Asenti y con algo de timidez tome un oniguiri y lo lleve a mi boca.
- ¿Cuál es tu pregunta?- dije una vez que trague, este me miro con curiosidad y ladeo la cabeza hacia un costado.
No me di cuenta que estaba vestido de diferente forma a antes, ahora poseía un pantalón negro un poco más formal y una camisa de un color celeste más claro, y ya no poseía la venda en sus ojos, está vez unos anteojos de sol negro lo reemplazaba.
-¿Quienes son tus padres?- pregunto bajando los lentes un poco dejando a la vista sus ojos. Si yo fuera sincera y dijera siempre lo que pienso, ya hubiera dicho a los vientos que sus ojos eran lo más hermoso que cualquiera pudiera imaginar.
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💙Aoimoku 💙- Satoru Gojo✔
FanfictionDime, dime ¿que es lo que quieres?¿por qué me miras así?¿Por qué te alejas?¿pudimos hacer algo? ¿tus ojos siempre fueron así, expresando aquello? Caminemos por el fuego, para ver si nos quemamos...nada perdemos en intentarlo, de todas formas, si es...