XXV

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Narrador omnisciente. Minutos antes.

El aullido de un lobo no se hizo esperar, dándole la señal a Itadori de que Nobara y Megumi estaban fuera de peligro. Sólo que... el azabache no había logrado encontrar a su otra compañera.

No lo espero, la maldición lo ataco dejándolo ml herido, por lo que aún tratando de mantener la conciencia cambio.

Las marca en el cuerpo del chico no tardaron en aparecer, al igual que sus ojos pintandose de carmesí sediento de sangre.

-Tsk Que mocoso más inoportuno- se quejó. Su voz había cambiado notablemente, ahora era más gruesa y ronca.

El vientre maldito se impresionó y asustó retrocediendo sin dudar al reconocer en parte, quien era la nueva persona frente suyo.

-Que molestia, sólo, espera un poco que pienso como castigarlo- dijo con tranquilidad, golpeando el hombro de la criatura.

Camino uno o dos pasos hacia un lado cuando sintio otra energía maldita poderosa cerca. Paro su andar y sonrió. Miro hacia una dirección en concreto como si supiera de donde venía.

- ¿Enserio la tienes encerrada?- pregunto con diversión- esto está mucho mejor- soltó una carcajada divertida y de un movimiento de mano, un enorme lago de sangre se formó a una distancia prudente.

Esta sin esperar mucho había comenzado a callarse por la pared, se desplazaba hacia algún sitio. Había acordado una frase, "El agua tiene memoria"... la sangre también.

- Con eso la haré dudar, me encargaré de los otros dos mocosos y luego iré por ella- dijo al ya tener un plan- Bien... comencemos, acompañame.

Por mala o buena suerte, el plan del Rey de las maldiciones no salió como había planeado, cuando menos lo espero Itadori recuperó su cuerpo, momentos antes de que Satoru apareciera.

Miraba el cuerpo de su alumno con tristeza, en poco tiempo le había tomado cariño, y por culpa de una misión sin que le hayan avisado, mandado por los peces gordos había terminado así.

-Gojo-Sensei..- llamo el azabache con la mirada gacha. El albino giró su vista.

-¿Qué pasa?- pregunto con desánimo.

- Sólo encontré a Nobara y logré sacarla de allí- dijo. Eso alertó al mayor con preocupación, ya le resultaba raras muchas cosas. Naomi se acercaba a paso lento- también vino con nosotros Tn...

Cuando escuchó el nombre de la chica, no tardo en quitarse la venda de los ojos sin importarle quienes estaban y miro a la concesionaria.

Naomi miro la reacción del albino. No le gustó para nada, seguramente la niña había muerto, y estaba dispuesta a detener al albino, pero cierto azabache la miro con frialdad.

Sus acciones quedaron a medio hacer, cuando se dio cuenta, Satoru ya había salido disparado hacia el edificio.

Dentro exorcizo a varias maldiciones pequeñas que lo único que hacían eran estorbar su camino, se deslizó rápido cuando vio el pequeño destello de energía maldita y vitalidad a varios metros.

Llego hasta una pared que sin importarle la golpeó con fuerza quejando el escombro. Era un sitio amplio, pero lo que más llamo si atención fue el estanque de sangre en el suelo.

La energía que desprendía la sangre era la misma que Sukuna, sólo que se mezclaba con otra energía diferente, que ya conocía de hacia unos meses.

Veía perfectamente el cuerpo de la joven hundirse, no lo espero mucho, se quito la parte de abrigo del uniforme que llevaba siempre, sólo quedando con el pantalón y camisa blanca.

La camisa dejo de ser de ese puro al igual que su cabello, los cuales en segundos se tiñeron de carmesí al haberse tirado a buscar a la joven. No habia pensado el activar el infinito, estaba centrado en otro cosa.

Cuando logro tomarla no espero y salió a la superficie. La dejo a un lado del suelo. No respiraba por lo que lo alertó más.

-Vamos, vamos- comenzó a hacerle RCP y respiración boca a boca. La chica seguí sin respirar, no le importaba la cantidad de sangre que los cubría- vamos cariño!- volvió a unir sus bocas para darle aire.

No tardo en la joven salir sangre que había tragado. Satoru suspiro de alivio. Miro el estanque y este comenzó a evaporarse, al igual que lo que ellos tenían en el cuerpo, dejándolo como si se hubieran mojado con agua.

Narra Tn

-S-Satoru- murmure.

-Shh, no te esfuerces- escuche decir. Me colocó lo que parecía ser parte de su uniforme y me tomo entre sus brazos, para luego comenzar a caminar.

Sólo podía ver su rostro desde abajo. Nariz perfilada y ojos destacados fijos por donde caminar. Tenía frío, y mi cabeza punzaba.

Las imágenes vistas eran como si las hubiera vivido pero al mismo tiempo no. Como cuando te despiertas de un sueño que te resultó tan real.

-Satoru...- lo llame débilmente, mis ojos pesaban con cansancio- ¿Quien... quien soy realmente?- pregunté. Inútil pregunta si es que deseaba respuesta.

Me quedé dormida antes de que lo respondiera. Algo me gritaba, quería saber la verdad y al mismo tiempo no.

Aún así.... Me conformaba con sus mentiras.

💙Aoimoku 💙- Satoru Gojo✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora