XXVI

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Narrador omnisciente

Megumi con preocupación miraba la entrada de aquel sitio. La energía maldita había empezado a desaparecer, pero lo que más le interesaba por el momento era el que su Sensei saliera con su compañera viva.

No tardo en acercarse corriendo con la venda en mano al albino, cuando lo vio salir con la chica en sus brazos. Ambos estaban mojados pero era lo de menos.

-¿Cómo está?- pregunto pasandole la venda. Miro a la chica quien respiraba con tranquilidad lo que lo alivio un poco.

- Llegue a tiempo- mencionó solamente el albino- debo llevarla con Ieri- paso del azabache sin tomar la venda.

Naomi miraba como el albino llevaba a uno de los vehículos de la escuela a la chica y subía. Todo sin importarle que el resto mirarasus ojos.

No sabía quien era esa chica, ni de donde había salido. Pero le estaba quitando la atención del albino. Ya fue mucho el haberla encontrado en la casa del mayor.

En cambio Satoru sólo estaba centrado en llevar a la chica para ser atendida. Se sentó en la parte trasera de uno de los vehículos dejando a la chica en el asiento con la cabeza en su regazo.

Saco sus lentes negros cuando la vista comenzó a cansarlo. El auto arrancó y emprendió viaje.

Miro a la chica y acaricio su cabello. Suspiro e hizo una mueca. Se preguntaba cuales era los planes de Sukuna antes de que Itadori volviera a tomar el control.

Hablaría con Megumi. No podía dejar eso allí. En poco tiempo... Había desarrollado sentimientos por la híbrido y estaba seguro que los sentimientos eran correspondidos.

No sabría que hacer si algo le pasaba a la menor.

Puede que en un principio se negara a los sentimientos que habían aparecido de atracción en un principio. Esos eran falsos, pero cuando el tiempo paso y la conoció.

Lo falso se volvió verdadero.

Narra Tn

Abrí los ojos con lentitud. La luz de la habitación me hizo cerrarlos un poco par poder acostumbrarme. El típico olor a enfermería no tardo en aparecer.

-Oh, ya despertaste- dijo con tranquilidad una mujer. Gire la vista encontrándose a una mujer de cabellos negros, era medio pálida y tenía ojeras. Cuando hablaba se sentía el leve olor a humo.

-¿Dónde estoy?- pregunté tranquila.

- En la enfermería, luego de que Gojo me diga el como te encontró y que prácticamente te trajo devuelta al mundo de los vivos, debía de tenerte en observación- explico.

- Gracias- murmure.

- No hay de que, ahora llamo a...

-Ya despertaste!- hablo con felicidad cierto albino interrumpiendo a la de cabellos oscuros.

- Creo que ya no es necesario llamarlo- suspiro la chica- bien, iré a la siguiente habitación a revisar al chico- sin más salió.

- Hola Sat..- no me dejó terminar de hablar cuando me tomo y acercó a su cuerpo abrazandome. Escuchaba su corazón palpitar alegre-¿Qué..

- Por un momento creí haberte perdido- dijo con más tranquilidad, tomo con sus grandes manos mi rostro y me hizo verlo.

Sus ojos brillaban en ese azul que reflejaba el cielo mismo. Una mirada que sin duda te atrapada y dejaba nerviosa.

- No vuelvas a asustarme asi- murmuró. Se acercó lentamente a mi rostro, sus respiración chocaba con la mía. No fue hasta que sentí sus labios juntarse con los míos.

Se sentó en la cama y me tomo de las piernas para que quedará arriba suyo. Mis piernas a sus costados y mis manos abrazandome por el cuello. Apretaba mi cintura con sus manos y me acercaba más a su cuerpo.

- No deberíamos, no aquí- dije al separarme por la falta de aire- podrían vernos- le dije, sonrió y me abrazo.

- Por lo menos ahora no te quejas de que sería ilegal- hablo con diversión. Sentí la sangre subiendo a mi rostro. Tenía razón.

-¿Qué paso con los chicos?- pregunté con tranquilidad. Ahí fue como si se le hubiera prendido un foco.

-Cierto, debo mostrarte algo, pero es un secreto- dijo con diversión. Lo mire con duda- es una larga historia, sólo sigueme.

Tomo mi mano y nos dispusimos a salir cuando antes de siquiera tomar el pomo de la puerta, está se abrió dejando ver a la otra Sensei.

-Oh, ya despertaste... Me alegro- dijo en mi dirección, no sabía que contestar, Satoru me había dicho que no le hablará.

- Si, está bien, si nos disculpas debemos ir a hacer algo importante- explico el albino, llevo mi cuerpo adelante suyo y prácticamente me arrastro.

- ¿Se puede saber a donde?- pregunto la mujer. Vaya que era insistente.

- No te interesa- hablo serio el hombre.

-Vamos Gojo, no es para tanto- sentí como el albino se tensaba. Pues claro, la mujer era su ex prometida.

No se cual era su historia pero el más afectado parecía ser el albino. Por suerte, apareció el director Yaga quien se llevó a la mujer.

Nosotros en cambio seguimos caminando hasta llegar a un sitio de la escuela que no conocía, bajamos unas escaleras como yendo a un sótano. Abrió la puerta y allí estaba Itadori.

-Gojo-sensei- hablo feliz el pelirosa. Luego me miro- no era que nadie debía saber que seguía con vida?- pregunto el chico. Frunci el ceño, ¿a qué se refería?

- Bueno Itadori- dijo con una sonrisa el hombre- te vamos a contar un secreto y después le explicamos a Tn que no entiende que sucedió. Despertó hace unos momentos.

No me espere para nada los siguiente...



💙Aoimoku 💙- Satoru Gojo✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora