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–Detente.

Le dijo con su voz característica, demandante como se le conocía al Hokage cuando estaba serio. Sin embargo, aquel chico solo lo miraba enfadado, pero su cansancio y el no recuperarse del todo, hizo que se desplomara de inmediato.

El silencio que ahora mismo mantenía el Hokage, agarrando de los hombros ahora al chico débil, aquello se debía a miles de pensamientos en el momento sobre ello, un chico siendo atacado al ser reconocido como un "mounstro"

Vaya...

Después de un tiempo, habría decidido que estaría a su cargo, con el simple hecho de decir "sigue siendo un niño" y tenía razón, aparte el Hokage ya experto en el tema, no le quedaría difícil. ¿Verdad?

–Para nada. Sufiente tengo con Hanami, Naruto. Además, no tendré tiempo en atenderlo demasiado, estaré en el hospital, ya lo sabes.

Naruto arrugó su rostro, sin saber que hacer o el como buscar ayuda, pues básicamente su esposa era su ayuda en esto.

–Está bien, está bien.– Dijo, rascando su cabello rubio en alguna idea.

Vaya idea tuvo, pero en personas con pensamientos cuerdos diría que era algo descabellado e incluso con que cara lo hacía si solamente era pedir básicamente ayuda en mantener aquel muchacho.

–Bueno, me tengo que ir. Cuídate, Hanami estará con tus padres, no?– Preguntaba mientras corría a la puerta. Sakura solo asintió, regresando a lo suyo.

Con suerte, se mantenían en habla sin discutir o llegar a los extremos de ignorarse prácticamente.

Igual, ahí estaba el Hokage corriendo a lo que alguna vez era su hogar.

Infidelidad || Hinata HyūgaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora