A decir verdad... Jamás sintió tanta satisfacción como lo hacía ahora. Se encontraba sentada en uno de los muebles de la sala, tejiendo un pequeño vestido mientras su abultado vientre resaltaba de lo demás.
Sí, estaba tejiendo un lindo conjunto para su hijo.
Se sentía más emocionada, se sentía realizada ahora sí. No creía que sería una mala idea de formalizar un lazo con el hombre que hubiera querido amar desde un inicio. Sin embargo, eso sería que sus ahora dos hijos, Boruto y Himawari no existirían, solo por sus dos tesoros sagrados, no guardaba arrepentimiento alguno.
Al final de cuentas. Uzumaki Naruto dejó de insistir, de hecho recordaba el último momento en el que le vió destrozado. Supo desde un inicio que la determinación del Uzumaki no terminaría ahí. De igual manera, es el ciclo de la vida.
Superar.
Habían dejado las cosas claras. Aunque Naruto cometió un error, pero no había problemas por ello, lo supo enfrentar y aprender de el para no volver a cometerlo. Uzumaki Naruto estaba seguro de quedarse totalmente soltero por el resto de sus días, con hijos que afortunadamente tenían madres responsables.
—Buenos días.—Le saludaron a un lado de su rostro. Girandolo para arrebatarle un piquito sin más.
Se trataba de Sasuke. Quién decidió mantener un buen tiempo en su hogar, ayudarle a su ahora esposa en la crianza del nuevo integrante que llenaba de emoción a todos. Incluso a Kawaki aunque lo ocultara al igual que ambos Uchihas.
—Buenos días. El desayuno está servido, querido. En un rato los acompañaré.—Anunció Hinata. Agilizando sus movimientos.
Era la última prenda por terminar, incluso hasta eso la emocionaba.
—Está bien. Ven te ayudo.—Dijo, ofreciendo su mano.
Sin embargo, un choque con la mano de Sasuke y casi un empujón, dejaron lejos la presencia del Uchiha mayor, siendo reemplazada por su hijo mayor. Hyūga Kawaki, que ayudaba a su madre adoptiva caminar rápidamente hacia el comedor. Sasuke solo miraba con su ceño fruncido, mirando de la peor manera a Kawaki.
—Por favor, no empiecen. Hoy quiero que todos estemos bien, ¿Si?
Y en ese instante, de la nada. Todos aparecieron. Sarada, Himawari y Boruto sonreían nerviosos, Hinata los miró sin comprender a la vez que comía lentamente. Sasuke y Kawaki ya estaban también en sus sitios, mirando a los demás sin entender también.
—¿Sucede algo?—Preguntó Hinata.
Todos los presentes, con excepción Hinata, sintieron un escalofrío recorrer sus espaldas.
—¡Todo está bien, mamá! ¡Sigue comiendo!—Le dijo Himawari con ternura.
—¡Sí! Solo nos sentimos muy emocionados por esto, mamá.—Siguió Boruto, riendo nervioso.
Hinata no muy convencida, asintió. Siguiendo en lo suyo. Incluso terminó rápido y con leve cansancio, decidió marcharse, pidiendo permiso. Quería descansar en su cuarto.
—Iré a ver que sucede.—Anunció Sasuke, siendo detenido por los cuatro jóvenes.
—¡Ayúdanos, papá! ¡Tenemos mucho miedo!—Dijo Sarada, sosteniendolo de los brazos.
Sasuke parpadeó unas cuántas veces.
—¿Qué sucede?
—Mamá se enojará si no hacemos lo que ella quiera y ¡No sabemos que quiere!. Por favor, díganos qué es lo que la mantiene tranquila.
—No es por miedo o bueno... Si, no queremos causar problemas mientras está así.
Sasuke entendió, explicando brevemente los inusuales caprichos que tenía Hinata, también lo de darle la razón en casi todo lo que ella opinara. Todos asentían a medida que mencionaba las cosas, hasta que dio por terminado todo y se marchó.
—Más les vale comportarse.—Dijo Kawaki, cruzándose de brazos, mirando las escaleras para arriba.—Debe nacer sano y fuerte.
Y solo por ese comentario. Boruto cayó al ataque con sus disgustos por el comentario, siendo los que hacían bulla, mientras Sarada y Himawari observaban con burla. Hasta que Sarada reaccionó y golpeó a ambos chicos con la intención de separarlos.
—Suficiente.
Básicamente, la nueva familia, alejada un tanto de la aldea. Permanecía en tranquilidad como diversión entre ellos. Hacerlo realmente los unió aún más, incluso Kawaki por decisión propia decidió seguir a Sasuke y Hinata. Según él "Son los más apropiados" pero seguramente es porque les tenía aprecio más a ellos que al propio Hokage. Casi todos tuvieron cambios de mentalidad, más Himawari, la menor de los tres. Había comprendido el porque lo hicieron, quedándose con su madre con la intención de ayudarle sin ni siquiera cuestionarle porque. Era evidente que habrán personas que su finalidad es animar, restaurar a la persona que brillaba aún así en la mentira.
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Infidelidad || Hinata Hyūga
FanfictionDónde una vez el amor florecía, ahora se acabó poco a poco... Sin saber que un nuevo brote comenzaría a crecer después de ello aún sin esperar que las viejas ramas siguieran presentes hasta que lo permitieran.