Infidelidad || Hinata Hyūga

70

—Quiero una segunda oportunidad. Es más que obvio. No dejaría a Hinata así, la quiero conmigo, quiero que me perdone... Quiero estar a su lado... Demostrar que he cambiado que ella lo es todo para mí... Que seamos una familia como lo éramos. Y... Y...— Las palabras del Hokage parecían alargarse a medida de que pasaba el tiempo.

Kawaki ya reaccionando, se acercó y se sentó a su lado. Se sentía mal por el rubio. Parecía desmoronarse poco a poco frente a él.

—Tú Kawaki... Tú podrías ser mi solución... Tú y solamente tú.— Repetía, ya perdiendo los estribos de un líder, de un adulto.— E-Eres nuestro lazo que apenas está emergiendo... P-Podremos, Podremos ser una familia todos... Kawaki... Hijo mío... Ayúdame a recuperar a mi familia, a mí esposa.

Kawaki sintió ¿Miedo? No sabría decirlo, solo era extraño verlo así. Él no tenía nada que ver, simplemente apareció y... Obligado a estar con la familia Hyūga y Uchiha a la vez, comprendiendo poco a poco que podría estar a salvo con ellos, pero que... Él mismo Hokage le dijera que solo era para usarlo con el propósito de que "regresara" su familia a él por Kawaki, era insano.

—¿Naruto?— La voz de una tercera llamó la atención de Kawaki, mirándola fijamente con el intento de siquiera reconocerla.

No lo hizo, simplemente pensaba en lo llamativo que era su cabello rosa. Sin embargo, parecía conocer al Hokage que tenía un problema consigo mismo y quería a rastras meter a Kawaki como la luz en un tunel lleno de oscuridad. Pero, aparte de todo ello. Él jóven no despegó la mirada de la mujer que venía agarrada de una pequeña niña con el mismo color de cabello de la mujer y los mismos ojos que él Hokage.

¿Era una broma o algo así? Pensó Kawaki. Cada vez esto parecía una de esas típicas novelas que había leído en unos libros en la casa Hyūga y Uchiha.

—Naruto... Te estábamos buscando.— Volvió hablar la mujer, el Hokage no reaccionaba.

Kawaki solo permanecía en silencio, sintiendo el incómodo ambiente que se generaba ante ninguna respuesta del rubio.

Ya no sabía que hacer, simplemente tocó al rubio, casi despertandolo de su ensueño. Naruto miró al frente, encontrándose con Sakura y su hija. De inmediato se levantó, yendo hacia la pequeña pelirosa. Abrazándola.

—Lo lamento, estaba pensando.

Kawaki arrugó su entrecejo. Ya había comprendido que aunque sea la persona más buena gente que habría conocido, seguía con la farsa de mantener bien a su ahora familia, de mantener esa mentira porque... Hace un rato, se estaba muriendo por regresar con la antigua. ¿Qué carajos pasaba por su cabeza? Entonces... Kawaki solo era un chico que trataría de ser la ayuda del Hokage para que este vuelva con Hinata, Boruto y Himawari... ¿Por qué? No permitiría que la felicidad de esaa familia ahora, no se vea afectada por indecisiones por el Hokage, será el lider supremo pero... No tiene estribos en querer arruinar ahora la familia que habían generado Hinata y Sasuke.

No, no podía permitirlo. Esa mujer Hyūga no merecía eso... Ni siquiera sus supuestos hermanos. Nadie...

—Adiós.

Dijo Kawaki, llendose a su casa. Sí, tal cual lo pensó. La casa donde le esperaban con los brazos abiertos, con las personas que no le habían mirado un método de querer unir nuevamente lazos. Simplemente lo querían a él, haciendo el intento de que se integre. Ellos... Eran los buenos.