Infidelidad || Hinata Hyūga

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-Pronto nacerá...-Murmuró a su esposo mientras acariciaba su vientre.

Sasuke le sonrió, llevando también su mano al vientre de Hinata, acariciándola también, mientras de fondo, se podía escuchar a los chicos hablar entre ellos de temas triviales. Aunque, dos de ellos se mantenían al margen de ello.

Boruto y Kawaki. Los dos hermanos que se llegaron a considerar como tal después de entrenamientos, Sasuke y el... Karma, la única cosa en común que tenían.

Era preocupante, cada vez se manifestaba de manera inesperada en el rubio, mientras Kawaki intentaba mantenerse reservado con el tema hasta ciertos puntos, realmente quería deshacerse de esa basura que tenía en su cuerpo y creía fielmente que alguien en su misma situación, le ayudaría, por ello, se ve más flexible en convivir con los Hyuga y Uchiha.

-¿Papá te sigue entrenando?-Preguntó Himawari a Kawaki que reaccionó segundos tarde.

-Eh... Sí. Boruto de vez en cuando va.-Le dijo, recostandose en el sofá mientras cerraba sus ojos.-De hecho, hoy nos acompañará ese idiota.

Himawari chilló al escucharlo, causando que Kawaki abriera sus ojos asustado.

-¡Iré con ustedes! Quisiera ver como es todo el rollo de los shinobi.-Exclamó sonriente, corriendo hacia su madre.

Mientras corría y era vista por Kawaki, gritaba el deseo de tener permiso de ir con ellos para ir a ver a su padre y sus hermanos. Hinata no rechistó, confiaba en ambos como para dejar a Himawari al cargo de ellos, y claro... De su padre.

-¡Hey! Tarado, se hace tarde, seguro el viejo estará esperando.-Volvió otro grito pero ahora de Boruto.

Kawaki ya sabía lo bullosos que eran los Uzumaki. Lo Hyuga lo tenían bien oculto.

-Cállate, lleva a Himawari. También quiere ver el entrenamiento.

Boruto asintió sin darle rodeos al tema, tenía entendido que a Hima le agradaba ver a su padre, no había problema.

Sin tardar más, los tres salían rumbo a las afuera de Konoha mientras eran despedidos por la pareja Uchiha.

-Sarada regresará pronto, querido. Me dijo que me quedara en casa mientras ella hacía las compras para la cena...-Anunció Hinata al verlos ya lejos y adentrandose a su hogar.

-Está bien. -Dijo Sasuke, ayudándola a sentarse mientras le dió una leve caricia y se marchó a la cocina por un vaso de agua.-Mantenme informado de tu estado de ánimo.

Hinata no dijo nada, solo movió su cabeza, mirando por la ventana mientras un sentimiento inexplicable y preocupante la inundaba. Solo pensó que se debía al embarazo esas distorsiones de los sucesos. Pero no se le ocurrió pensar en un mal augurio.