Infidelidad || Hinata Hyūga

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–¡Bah! Es todo un tosco. ¿No sabe como convivir con los demás o qué? ¡Mamá dile algo!– Exclamaba el rubio, arrugando su entrecejo a la vez que Sarada se burlaba.

–Qué te importa.– Respondió nuevamente el jóven, sin darle vergüenza o algo similar.

Hinata solo suspiró, dejando las cosas que tenía en sus manos en la mesa de la cocina, habían ido a los recados y ahí mismo se había aprovechado para que aquel muchacho quedase en la casa de los Hyūga y Uchiha.

Evidentemente Hinata le había hablado del tema a Sasuke, quién no parecía reacio ante la decisión.

–Por favor, no griten demasiado.– Dijo Hinata simple, pero fue como dar inicio a todos los gritos de los chicos.

Eso poco a poco seguía y no paraba, pero al igual que parecían no detenerse, Hinata empezaba a suspirar. Hasta que no aguantó.

–¡Muy bien, suficiente! ¡Ahora mismo me ayudarán TODOS a organizar los recados!– Habló lo más fuerte que pudo, además de activar su Byakugan.

Todos, incluso Himawari, empezaron rápidamente a ayudarle a su madre. Hinata al verlos, se calmó, mirándolos de lejos, más que todo al nuevo jóven que no se había ni presentado ante ellos, ni siquiera Naruto sabía el nombre de él, por lo que la llevo a suponer que estaba siendo cuidadoso aún.

Cuando estaba a punto de entablar conversación con el chico, el timbre de la casa la detuvo en seco, curiosa y extrañada por gal visita a esas horas.