Infidelidad || Hinata Hyūga

83

Sentada frente al gran patio que tenía la casa Hyūga/Uchiha, miraba pensativa de lo que habría pasado en su vida como una mujer casada, divorciada y nuevamente casada... Realmente algo inesperado porque juraba y deseaba vivir hasta el final de sus días con Uzumaku Naruto, pero simplemente eso no iba a suceder. Por amor propio y por amor a sus hijos.

Jamás quisiera dar esa imágen de ser una mujer necesitada del amor de un hombre. Para su suerte, despertó "temprano" ya que con antelación se habría dado cuenta del amor que su exesposo guardaba a la Haruno y quizá ahí todo habría cambiado. Pero no se podía quejar, ahora mismo la vida parecía sonreírle y jamás se arrepentiría de lo que sucede actualmente. Tenía al hombre que había soñado de pequeña, que la amara, que la deseara, que la cuidara y que se preocupara.

Uchiha Sasuke resultó ser ese hombre.

Sonriendo al recordar los momentos que pasaron donde los sentimental jugaba en contra de ellos hasta el punto de asegurarse de que había algo más que el compartir ese dolor de traición. Tanto que hasta sus propios hijos mayores sospechaban.

—Lamento ausentarme un poco. Estaba en la cocina y de la nada ya no estabas en la sala.—Dijo con tranquilidad, apareciendo con una pequeña bandeja en su mano.

En la bandeja había té y un poco de golosinas más unas frutas. ¿Qué por qué esa mezcla? Bueno, está embarazada y Sasuke cumpliría sus antojos.

Hinata mirándolo enternecida, dejó que Sasuke colocara la bandeja en la pequeña mesita que estaba a su lado, cuando ya estaba ahí, no demoró mucho en agarrar la taza y una golosina.

—¿A qué se debe tu preocupación?—Preguntó de la nada, sobresaltandola.—Perdona, no debería hablar así.

Otro hecho era que Sasuke estaba siendo sumamente cuidadoso con casi todo. Literalmente. Hinata solo y tenía tiempo para extender ropa, al menos una camisa, puesto que todos sus hijos aparecían por arte de magia y la ayudaban hasta el punto de no dejarla hacer nada.

Con eso concluyó que Sasuke los había mandado cuidarla. Pero, se alegraba de la preocupación y presencia del padre de la criatura que llevaba dentro. Era una etapa que solo había vivido con su primer hijo, Boruto, donde Naruto estaba presente, antes de ser Hokage.

—Solo fue un extraño pensamiento, querido...—Murmuró, acomodándose en su sitio, sintiendo la calma invadirla al dar un pequeño sorbo al té.

Sasuke la miraba sin expresión, pero ella sabía que estaba preocupado. Más de lo usual.

—Si necesitas algo, avísame.

—Lo haré.

—Si necesitas ayuda, avísame.

—Por supuesto.

—Si-

—Cariño, en cualquier circunstancia lo haré, te mantendré informado. Sobre mi preocupación, solo fue un pensamiento incoherente de mi parte. Pido perdón por preocuparte.—Interrumpió ahora viéndolo con seriedad.

Sasuke mantuvo la mirada unos segundos oara después desviarla hacia al frente. El agarre de la mano de Hinata en la suya hizo que volviera a colocar atención a la mujer.

—Quiero que estés bien... Que estén bien.