Capítulo 9- Pruebas

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Noel impactó contra la mesa e hizo que los libros se cayeran al suelo haciendo ruido, pero esto solo pasó a segundo plano cuando vio una cara de enfado delante de él.
El fantasmita solo quería hablar con su posible salvador, ¿Cómo es que esto llegó a este punto?

—Dame esas malditas llaves— aquel chico con cara de Ángel que anteriormente había estado controlandose derrepente explotó y parecía más bien un demonio hambriento, —¿Qué tan estupido eres? Te digo que me las des ahora mismo—

—Solo escuchame...por favor, es... importante y...talvez no me creas pero es mejor..que me escuches— Noel aún le costaba hablar bien por culpa de que hace mucho no lo hacía, su voz hermosa se escuchaba como algo raspado y hasta doloroso.

—¿Ahora me estás ordenando? ¡Tu de verdad eres increible!
¿Por que no solo te mueres y arranco las llaves de tu asqueroso cadáver?— Rolian estaba perdiendo la paciencia.

Noel si saber que hacer, solo estaba adolorido de la cabeza y obviamente de el golpe, así que con tantas cosas sucediendo de la nada y provocándole dolor, solo soltó las cosas como si quisiera escapar,
—Soy un fantasma...y encerio lo soy...no había podido tocar a ningún humano hasta ahora, no puedo salir de aquí...por lo que nunca...intente encerrarte, soy tonto y me duele la garganta así que si...pudieras calmarte y escuchar de verdad seria genial, y...sobre el beso solo fue un accidente de mal gusto...hasta para mi asique por favor detente...—

Rolian quedo impactado con tanta información repentina, miro fulminante al chico de enfrente para luego sentarse en el sillón, algo le decía que tenía que escucharlo como si siempre hubiera esperado este momento, aunque lo de ser un fantasma lo dejo frío parecía que no mentía aún así no le creía.
Esta acción sorprendió a Noel el cual esperaba que esa persona lo pateara y saliera corriendo o algo similar.
Esperando a que dijera algo, impaciente habló
—¿Entonces...me escucharás?— aún sorprendido decidió mantenerse alerta y alejarse poquito de él.

Rolian solo suspiro con clara irritación —La verdad luego de explotar me calmó, y me interesa saber que estupideces vas a inventar, talvez hasta me alegre el día ese papel de bufón involuntario que haces, y sinceramente hablando siento que tu me tienes más miedo, eso me hace pensar que realmente eres tan estupido como para besar a un chico— luego de sacar esas palabras tan groseras, solo volteó a ver afuera atraves de la ventana.

Noel quedó con un sabor amargo en su boca por la explicación de alguien que se creía superior, talvez lo era, pero seguía siendo irritante.
—Gracias...pero encerio no invento nada, mira...te desmostraré— El fantasmita tenía una idea y se acercó a la ventana, al abrirla, extendió su brazo
—Mira mi mano— acercó su mano a la ventana cuando esta justo iba a salir algo la bloqueó, algo así como una pared invisible, luego de eso Noel golpeó tres veces aquella pared mientras le sonreía al rostro atónito que miraba el espectáculo, la cara de ese chico era grandiosa no solo reflejaba sorpresa si no incredulidad. Al momento Rolian saco su mano y cuando vio que esta si pasaba se sorprendió más, agarró la mano del otro y juntandolas, las sacó para que con asombro solo la de el pasara por culpa de que algo choco con la otra mano, esa pared realmente estaba ahí, realmente existía.

—Entonces realmente dices la verdad— Rolian no quería creer eso, pero mientras más lo pensaba menos sentido tenía y se quedó callado con una mano en la boca en un intento nulo de ocultar su sorpresa.

—¿Quieres otra prueba?— con una cara de satisfacción, le hablaba confiado pero carecía de alguna otra prueba, él esperaba que el chico dijera que no, pero esa persona asintió con la cabeza.
—Bueno, la verdad es que...no tengo otra— acabó de hablar y río nervioso pero el chico de enfrente estaba serio, sus ojos eran fríos, talvez se cansó de aparentar y ahora se veía igual que como era por dentro, este volteo hacia la ventana abierta y vio a unas chicas caminar por lo que supuso que ya era el descanso, tiro el sillón atrás para que la pared lo ocultara y dejó de estar callado
—Digamos que te creo que no puedes salir de aquí, pero si eres un fantasma, ¿Cómo lo probaras?—Su tono era tan frío que parecía que si el otro no decía algo iba a hacer golpeado otra vez.
—Creo que...— estaba hablando hasta que unas chicas se estaban acercando, Rolian escucho los pasos y saltó fuera del sillón para esconderse, al ver que el otro en vez de esconderse se estaba acercando a las chicas, se sorprendió pero luego esta cara se agrandó cuando el chico les habló a las chicas y estas quedaron mudas, solo veían alrededor, hasta que estas empezaron a hablar
—Esta abierta la ventana, ¿Pero no se supone que perdieron la llave de este cuarto?— habló la chica ignorando totalmente a Noel y respondió la otra chica
—Talvez al fin llamaron a un cerrajero— rieron las dos
—¿Quieres entrar?—
—¿Y que nos regañen? Para nada, aparte escuche que hay un fantasma— habló en señal de burla
—¿Creés en esas cosas?, me decepcionas, pero esta bien yo entraré— la chica adentro la mano hasta que, Rolian asombrado miró como la mano de la chica traspasaba al chico pelinegro, y este intento agarrar la mano de la chica pero esta también la traspasaba, por lo que Rolian aun con asombró entendió, no le contestaron por que lo estaban ignorando si no por que no lo veian, tampoco lo pueden tocar y mucho menos él a ellas. Cuando Rolian iba a salir para hablar con las chicas, un profesor gritó y espantó a todos, las regañó y se fueron con él.

—Así que...eres el único que puede verme, eso..es triste...— Noel habló luego de que las chicas se fueran totalmente.

—No me sentiré ofendido por que no me importa, pero ¿Por qué soy el único?—

—Si supiera todos me estarían viendo— suspiro con dolor y cerro la ventana. —Espera, ¿Eso significa que me crees?— volteo hacia Rolian con una gran sonrisa.

—Supongo que si, luego de eso creerte estaría bien pero sigue siendo estupido—

—¿Qué es estupido?—

—Qué en realidad existan los fantasmas— Rolian aún quería escapar no quería seguir pasando por esto pero al mismo tiempo sentía que cuando dejaba de ver a Noel le apretaba el pecho y cuando lo veía, estaba tan tranquilo que sentía que iba entrar en trance.

—Bien, es cierto...— luego de una pausa para acercarse a Rolian el cual ya había dejado su escondite para sentarse otra vez en el sillón, continuó hablando —¿Cuál...es tu nombre?— preguntó nervioso con la mirada hacia abajo.

Rolian ya se estaba cansando de aquella estupida actitud penosa que tenía Noel pero no quiso decirlo en voz alta, se levantó del sillón, caminó hasta Noel y levantó la mano
—Me llamó Rolian Bellerose y aún que no es un gusto conocerte de todos modos diré...— agitó la mano en señal de que el otro se apurara a estrechar las manos y Noel con prisa se la dio
—...gusto en conocerte Noel— sonrió mientras agitaba las manos de arriba a abajo.

El solitario chico fantasmaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora