Capítulo 37- Está bien, es sábado

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Rolian estaba caminando y ya al llegar a casa...todavía podía sentir el calor en él, a Noel.

Al abrir la puerta de la casa, sintió algo extraño en el rubio que estaba frente a él, tenía furia en su mirada pero quizás tambien decepción ¿...aunque parecía feliz?

Rolian no entendía esta mirada así que solo se exaspero. Quizás al fin le iba a preguntar por qué no respondió sus llamadas. Si es que le llamó después de destruir el celular así...

—Rolian tenemos que hablar—

¿De?

—¿Claro, dime qué sucedió?— con dulzura se acercó sonriente pero con una amenazante aura escondida en sus sonrisa.

Richard puso los ojos en blanco y se acercó, lo miró con arrogancia —Rolian, no se supone que eres un estudiante ejemplar faltaste a clases tantos días que ni siquiera te quieren aplicar los exámenes—

—Que...pero si falte fue por qué estaba enfermo en la enfermería, dijeron que avisarían a la dirección—

Mierda

¿Quién fue el maldito chismoso?

—sí, Rolian sé sincerosi no es por mi hazlo por ti— Richard solo podia mirarlo a la cara, enfoco en poco tiempo a sus labios y penso que era tan odioso.
—Rolian si te pasa algo me correran—

"Rolian si te pasa algo me morire"

—¿¡Dime que haces con quien y por que eres un...estoy decepcionado quieres que te lleve hasta el salón de clases o que!?—

...

Pero que mierda te ocurre que descaro...

—Lo lamento estoy muy apenado, la verdad solo estaba intentando no preocuparte de estar enfermo—

—¡Rolian ya basta!—

Rolian se sobresaltó, mirandolo a la cara con una expresión de miedo indescriptible.

El rubio se horrorizó de haber provocado tal cosa y le acaricio la cabeza.
—Esta bien, solo asiste...— Richard quito su mano y se fue, desde la cocina le gritó que fuera a ponerse la piyama.

Como si nada hubiera pasado.

Que mierda, a caba de...
así solamente...

...lo dejo pasar.

Rolian estaba confundido...

Pues había descubierto algo...

Que se supone que es esto, Richard se deja manipular de esta manera claramente solo se asustó por el grito de Richard por que había visto en ese momento a...Noel.

Que interesante.

Y también le importa mucho este trabajo como para fingir que se preocupaba por él.

Rolian sonrió.

Ya en la noche después de comer, Rolian salió a correr.

Al terminar, llego todo sudado a la casa, pensó en que ya no tenía desodorante.

Cuando iba a abrir la puerta se dio cuenta que en el portón estaba una caja, la agarro. La llevó adentro, en la sala, Richard lo miró.

Rolian después recordó que aparte de que olía a sudor, compro algo por Internet que sinceramente no era una cosa que pudiera exponer.

-—Richard, puedes venir un rato—

El solitario chico fantasmaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora