Capítulo 25- Lástima o Lastima

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Eran las 6:43 y Richard estaba mirando la puerta, esperando como un perro. La comida se enfrió y no quedaba mucho que limpiar, había roto su celular y ¿Qué otra cosa haría?...

¡¿Por qué Rolian todavía no llega?!

Estaba inquieto pero lamentablemente no lo podía llamar, no recordaba su número solo lo tenia en su celular e ir por él...¿sería raro?

¿Por qué sería raro? Es su tutor y es su responsabilidad así que si llega tarde a casa tiene que ir a buscarlo, ¿Qué tal si se perdió? Será su culpa si algo le pasa, ese mocoso no es de fiar.

Los niños ricos nunca lo son.

Realmente no le gustaba este lugar que tal si se escapó, de hecho el último autobús sale a las...

Richard miró su reloj de mano...

¡A las 6:00!

Ese mocoso...

Richard agarró su chaqueta con enojo que estaba alado de él y se la puso, camino con una expresión mala en la cara. Tocando la manija para salir oío un ruido de algo abriéndose ¡Era el portón!

Abrio rápidamente la puerta y miro al portón, estaba anocheciendo y hacia algo de frío, su mirada encontró al mocoso, sus manos soltaron la manija y se recargo en la pared. No estaba feliz pero de todos modos sonrío.

Rolian estaba cerrando el portón cuando miro a Richard sonriente en la puerta, su cara amargada de repente sonrió en una expresión tranquilizadora. Aquella sonrisa fingida era buena.

¿Acaso lo estaba esperando?

—Rolian, la comida se enfrió, ¿Por qué llegaste tan tarde?— el chico rubio con arrogancia preguntó.

—Por nada, estaba haciendo tarea en la biblioteca— Quizás Rolian estaba tan cansado que imagino la sonrisa retadora que tenía Richard como si quisiera empezar una pelea.

—¿Tarea?...¿Tú?—

—¿Emmm...si, como cualquier otro estudiante normal?— Rolian lo dijo de manera arrogante pero gracias a su tierna voz lo hizo sentir como una broma.

El rubio se dio cuenta de su arrogancia. No le presto atención.

—Claro niño, ven vamos a comer, calentare la comida—

—Bien— Rolian sentia que se estaba acostumbrando a que este lunático lo tratara como un niño. Aunque tenía 17 años si le mintió a Richard de su edad solo para omitir el hecho de que su cumpleaños era la siguiente semana a quien le importaba y sobre todo menos le debe importar a Richard.

Richard miró de reojo la expresión "tranquilizadora" de Rolian la miró...y la miro otra vez...

—hmmp, este mocoso lindo— murmuró, pero Rolian no lo escucho o quiza si.

Rolian cerró la puerta, miró los ojos verdes de Richard y tenían un brillo muy cálido que no eran como los de Noel, los de él eran más fríos y tristes, sin embargo sentia que los de Noel eran más lindos.

Pero obviamente los suyos eran más hermosos que el de todos.

No le gustaba como lo miraba Richard en este momento como si le fuese a robar algo, no le presto atención, camino al sillón y se sentó, Richard no dijo nada solo fue a la cocina sonriendo.

Esa sonrisa suya era muy irritante.

Saco su celular y busco algo relacionado con los fantasmas pero solo encontró lo mismo.

Tiene que haber algo...algo, lo que sea. ¡Ah, esto!

Richard en la cocina, estaba calentando la comida, algo irritado por tener que hacer eso pero era su trabajo y le pagaban bien así que solo tenía que poner una cara amable para ese mocoso.

El solitario chico fantasmaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora