Belleza

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Casi sin aliento sus humedecidos labios se separaron de ese repentino y apasionado beso, Rook sonrojado por primera vez no sabía que decir, ese beso no solo le había robado las palabras sino también quitó todo rastro de dolor de su espalda golpeada al caer en ese arbusto. Notaba un muy sutil rubor en las mejillas del joven sobre su cuerpo a la vez una pequeña sonrisa que en sus labios se esbozaban.

-Ehh gaviota... ¿Qué tal lo hice? Bien~ ¿Verdad? -Dijo jactancioso Floyd sin borrar su sonrisa, ahora parecía entusiasmado.

-¡100 puntos! ¡Perfecto! Très bien!

-¿Verdad que si?

Uno fascinado el otro orgulloso por su logro sonreían mientras sus alientos rozaban por la cercanía de sus rostros, en la emoción del momento fue inevitable que no sucumbieran a la necesidad de saciarse de nuevo en un beso.

-Oye ¿Qué haces? -Floyd cuestionó en medio del efusivo beso al sentir como el rubio se restregaba con fuerza sin dejar de abrazarlo- Pareces un pez que se retuerce fuera del agua.

-¿En serio debo explicarlo mon chéri?

-No hables en tus palabras raras, no te entiendo.

-Mi querido, mi amor, cariño... Eso quise decir.

-Ahh -Le miró fijamente- Suena ridículo, no vuelvas a decirlo o arrancaré tu lengua.

Rook esbozó una sonrisa por su amenaza, era un tanto irónico que dijera aquello cuando su lengua y la suya jugaban traviesamente en ese beso segundos atrás.

-Bueno... ¿Seguimos? Se hace tarde y estoy ardiendo como el sol en su máximo esplendor en un maravilloso día. ¿No pretenderás dejarme con las ansias? ¿O será que no puedes?

-¿Eh? -Murmuró Floyd con una perversa sonrisa, sus afilados dientes hacían juego con la mirada desquiciada que reflejaban sus ojos bicolores, odiaba que lo desafiaran y más si este reto pretendía herir su orgullo masculino.

El joven Leech solía casi siempre dejarse llevar por sus impulsos y cambios de humor, no era del tipo "Pensar primero, actuar después" sino lo contrario, por eso no se daba cuenta que estaba siendo dirigido a la trampa del cazador, quien a pesar de manipular la situación se sentía muy atraído a él, su ingenuidad entre malicia era una peculiar belleza que quería conquistar.

Rook en su embelesamiento sintió como este se apartó un poco acomodándose de tal manera que empezó a bajar su pantalón junto a su ropa interior, dejando su entrepierna desnuda, al parecer había aceptado el desafío. Sería suyo ahí mismo, sin haberse esforzado mucho estaba a punto de cumplir su objetivo.

Extasiado, sentía su cuerpo tiritar mientras Floyd un poco más sonrojado hacía un gesto al desnudar su propia entrepierna, parecía que el roce de su mano en su erección le hizo estremecer haciendo que un jadeo se escapara, el travieso rubio no pudo evitar fijar su mirada en ese miembro bien dotado que estaba frente suyo cerca de sus genitales.

-¡Beauté! -Exclamó extasiado.

-Cállate de una vez

Le ordenó Floyd al sentir que se estaba burlando aunque no era así, no podía creer que estaba a punto de tener sexo por primera vez con alguien tan odioso, con alguien que quizás era el más odioso de la escuela.

-Sabes que hacer ¿Verdad? -Con una sonrisa animada Rook cuestionó al verlo pensativo- Tú debes...

No terminó de hablar porque un fuerte gemido se escapó de sus labios, tembloroso sentía el dolor de esa penetración repentina y sin preparación pero al ver su gesto erótico, el sonrojo más acentuado en sus mejillas le dieron la fuerza necesaria para disfrutar de esta unión, dolor y placer esta era la belleza única del sexo.

Cazando el amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora