Emergencia

101 18 4
                                    

Rook fue llevado con prisa a la enfermería de la escuela, al instante el profesor Crewel llegaba tras de ellos, quien sin perder más tiempo junto al médico a cargo empezaron su revisión con las máquinas especiales que Idia había aportado para su seguimiento. Todos podían sentir el dolor de Rook a través de sus gestos y sollozos, este retorciéndose en la cama de la enfermería se dejaba colocar el gel en su vientre para una rápida y detallada ecografía, así sabrían el estado del bebé.

Los ahí presentes se sorprendieron al ver como en la pantalla se reflejaba la imagen digitalizada de ese pequeño que se movía alterado dentro de Rook, quien trataba de mantener la calma al verlo tan inquieto, a la vez que al oír el sonido acelerado de su corazoncito se llenaba de preocupación.

—Eso no es nada normal… ¿Qué creen que le pase? —Cuestionó Trey preocupado mientras sentía como su amigo apretaba su mano para soportar el dolor.

—Creo que este niño quiere nacer. —Dijo el médico con tono dudoso— ¿Qué cree usted profesor Crewel?

—Creo que si, si observan bien parece que la "bolsa" que contiene al bebé se ha debilitado, se ve muy diferente a la ecografía que le hicimos hace unos días. Es probable que las pastillas hayan perdido su efecto, o solo ya se cumplió el período de embarazo.

—Pero… —Rook decía con el respirar agitado.— Y si todavía no está listo, sacarlo ahora sería…

—Rook, pero si lo dejamos dentro y esa "bolsa" se rompe, sería fatal para él y para ti…

—Yo no importo… —Susurró con profundo pesar, sintiendo como las lágrimas volvían a rodar por sus mejillas.

—No diga eso Rook san —Jade a manera de regaño decía ante tan triste pensamiento.— Usted es tan importante como ese bebé.

—Es cierto, no es momento de pensar en el peor de los escenarios —Hablaba Crewel con seriedad— Si lo sacamos ahora al menos podremos ponerlo en una incubadora hasta que se estabilice y así ninguno de los dos correrán peligro, recuerda que el bebé está bien formado tan solo le faltaba crecer un poco, no habrá problema.

Ante sus optimistas palabras, Rook pudo sentir su corazón calmarse un poco a pesar del dolor que sentía, en cierta manera su profesor tenía razón. El bebé había crecido saludablemente en estas veinte semanas, tal vez solo era su momento para nacer, y sabía cuán doloroso era traer una vida al mundo, en especial para una “madre”. No pudo evitar sentirse privilegiado al sentir este dolor que pronto se transformaría en la alegría de tener a su amado hijo en brazos, pero no quería disfrutar de este milagro solo, necesitaba a su cómplice y compañero de vida.

—Quiero a mi Floyd… ¿Dónde está?

—Dijo que venía enseguida, Azul fue a hablar con el director para que le ayudara a traer más rápido a Floyd por el Espejo de la Oscuridad. —Jade le respondía con una sonrisa al palidecido y sudoroso Rook, este esbozó una sutil sonrisa al saber que su esposo estaba en camino, sentía que ahora más que nunca lo necesitaba.

—Hay que alistarlo para trasladarlo al hospital dónde he hablado de tu caso, aunque no concreté del todo lo del parto porque creímos que aún faltaban algunas semanas...—Decía Crewel guardando su teléfono en el bolsillo— Aquí no hay los implementos para una emergencia de este tipo, debemos irnos ahora.

De prisa llevaron al embarazado hasta la sala donde aguardaba el Espejo de la oscuridad, quien con su magia lo llevaría directamente a ese hospital en el País del Amanecer. Todo bajo la más absoluta discreción porque a pesar de los meses transcurridos tenían presente todavía la amenaza de aquella farmacéutica.

—No podemos esperar a Floyd —Hablaba Crewel con firmeza ante la insistencia de Rook que pedía esperarlo un minuto más— El podrá encontrarte en el hospital apenas llegue, aquí el Director le indicará.

Cazando el amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora