Visita

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Floyd lleno de celos con pequeños pucheros trataba de apartar a su molesto padre de su gaviota que sonriente se sentía fascinado entre estos dos encantadores caballeros de apariencia muy similar.

—Ehh papá~~... ¿Qué no te gustan las mujeres? Se lo diré a mamá. —El joven con su gesto amenazante le reprochaba al ir perdiendo la paciencia se interponía entre ellos.

—Querido hijo estoy jugando, sabes que a papá le gusta jugar... —Con una sonrisa muy parecida a la suya aclaró abrazándolo— Solo estaba siendo amable con tu novio, del cual tu mamá y yo nos enteramos que tenías por Magicam.

—¡Papá no me abraces por el cuello! ¡Odio eso!

—¿Creíste que somos muy viejos para no revisar las redes sociales?

—Papá... ¿Estás molesto por eso? Te lo conté cuando llamé por teléfono y no me regañaste, dijiste que estaba bien.

—Yo dije que hablaríamos después y eso estamos haciendo.

—¡No, me estás estrangulando! 

Rook observaba un poco incómodo como padre e hijo "jugaban" delante suyo, los dos apretando su cuello entre si sin saber si lo hacían en serio o no. ¿Acaso su familia no iba a aceptar su relación? Pensar en ello abrumó repentinamente su corazón porque entonces cómo reaccionarían al enterarse que se casaron, lanzándose a su espalda abrazaba a Floyd con fuerza apretando su cintura.

—Ehh Gaviota kun... Suéltame me vas a hacer perder.

—No quiero que nos separen... —Sollozante decía apegado en su espalda— ¡Señor Leech, yo amo a su hijo! ¡Él es mi vida! ¡Es mi único amor!

—Ja... ¡Que cursi es tu gaviota...!

Exclamó su padre con una risita, Floyd sonrojado no sabía si sentirse enojado o avergonzado ante su burlón gesto por esa repentina aclaración, bajando la mirada notó como una rubia cabellera se asomaba bajo uno de sus brazos.

—Rook, me haces quedar mal...
Debería estrangularte —Lo regañaba presionando su cuello con su brazo viendo como este sonreía animado— No es divertido estrangular a alguien si lo disfruta.

Soltándolo lo seguía regañando por esa confesión anterior sin embargo el rubor en sus mejillas persistía, el señor Leech notando así un gesto nunca antes visto en su voluble hijo. Tal como Jade le había contado antes, Floyd estaba locamente enamorado de ese humano rubio y que se daría cuenta con solo verlos juntos, parecía tener razón así que esbozando una sonrisa más tranquila se acercaba a la pareja.

—Oye Gaviota es admirable que puedas soportar a mi hijo, si eso no es amor no sé que sea.

—¿Eh? Papá no digas eso ¿Cómo si tu fueras muy soportable? ¡Eres peor que yo!

—Merci Monseiur Leech... ¡Prometo hacer feliz a su hijo siempre! —Rook con la mirada llorosa sonreía feliz al hacer esa promesa, estaba conmovido por esta rara aprobación de su suegro.

—Oye gaviota idiota... ¿No oíste lo que dijo de mi? ¿Por qué sonríes feliz?

—Solo dije la verdad, por favor cuida de mi tonto hijo. ¿Si?

El mayor decía acariciando la cabeza de Floyd que refunfuñaba molesto mientras Rook con un gesto muy serio los miraba.

—Si señor... Eso haré... Lo cuidaré con mi vida si es posible.

—Ja... Es tan graciosa tu gaviota, mira cuán solemne habla.

—Ya deja de actuar así solo harás que me siga molestando... Oye papá... ¿Por qué no molestas a Jade? Está allá con su novio.

Cazando el amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora