Encuentro

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Era el primer día en las pasantías de Rook, quien a pesar de la nostalgia por la ausencia de sus días de escuela no podía evitar sentirse emocionado, ese ánimo era reflejado con una gran sonrisa en sus labios. Siendo amable con todos trataba de hacer nuevos amigos, los otros pasantes y trabajadores del laboratorio, al que había sido asignado pensaban que era un chico algo raro por lo que Trey se acercó para calmarlo.

—Si ya sé, debo calmarme pero solo estoy conociendo a mis compañeros. —El rubio decía al sentir la mirada fija de su amigo que parecía estar a punto de regañarlo.

—No estamos en la escuela, debes ser más serio. ¿Si? ¿Quieres ser el "rarito" de aquí?

—Ser raro no tiene nada de malo.

Murmuró en medio de un suspiro retomando la calma volvió a su trabajo, continuó con las mediciones minuciosas de unas hierbas para algunas pociones mágicas que le encargaron. A media mañana, el rubio fue llamado por la supervisora a su oficina, muy animado entre saltitos entraba a su oficina, la mujer no pudo evitar verlo con extrañeza, era como un niño grande, esto dificultaba su labor.

—Señor Hunt me estoy reuniendo con todos los pasantes de forma individual para dar algunas indicaciones...

—Debo decir que hace un gran trabajo y estoy honrado de estar aquí. —Dijo de forma rápida con una sonrisa casi interrumpiendo lo que ella hablaba.

—Gracias pero es trabajo en equipo en realidad. Sé que usted con su entusiasmo será parte esencial de nuestra labor. —Continuó ella, por unos minutos le explicaba detalles del trabajo, de la empresa tratando de no parecer sospechosa, casi al finalizar esta reunión le entregó un panfleto detallado sobre una medicina— Esas serán una nuevas vitaminas que nuestra empresa piensa comercializar pronto, aún está una prueba final así que les pedí a los pasantes que colaboraran con esto, no le molesta ¿Verdad?

—Non, non, non... Si son vitaminas inofensivas no veo el problema.

—Si... Inofensivas... —Murmuró en voz baja notando como el rubio leía atento el panfleto entregado— Estamos a punto de conseguir la aprobación, solo una prueba más así que yo misma a diario me encargaré de repartir las vitaminas al grupo.

—¡Claro! Y si usted lo olvida yo procuraré recordárselo.

Su emoción mostraba un poco su ingenuidad, la mujer pensó que fácil fue todo esto, él ni siquiera dudó solo aceptó sin hacer más preguntas. Lo hizo volver a sus labores pero no podía evitar sentirse un poco mal por lo que hacía, sería parte de un experimento que iba a cambiarle la vida pero no podía retractarse ahora, eran años de trabajo de su equipo que por fin darían frutos, pensar en ello aliviaba un poco la culpa.

—Extraño tanto a Floyd Kun —Murmuró triste Rook a su amigo casi al mediodía, su mirada se tornaba llorosa al evocar su nombre.

—Ah Rook no vas a llorar ahora ¿Verdad? Nos están viendo.

—No puedo evitarlo... Hace un rato me mandó un mensaje diciendo que tenía hambre.

—¿Y? ¿No puede ir a comer solo? ¿Acaso le dabas de comer? —Dijo en tono burlón.

—Yo le preparaba el desayuno cada mañana y hoy cuando se levantó Jade kun ya se había ido a clases así que no tenía que comer...

—¿Y no puede ir a comprar algo? ¿O comer alguna de esas golosinas que tiene en su habitación?

—No estaba de humor para ir a comprar o para comer golosinas... Mi pobrecita anguila hambrienta.

—¿Es tu novio o tu hijo? —Cuestionó con una sonrisa nerviosa al oír que hablaba con tanto pesar y sus gestos hacían juego. ¿Qué tipo de relación tenían estos dos? Pensaba al ver como su amigo se secaba las lágrimas.

Cazando el amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora