Pijamada

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Jade junto a su hermano estaban fuera de Mostro Lounge, algunos de los clientes que entraban y salían veían a los gemelos Leech abrazarse.

—Ya te dije que estoy bien... Deja de abrazarme. —Floyd malhumorado lo apartaba.

—Es que estoy preocupado por ti, has estado más deprimente de lo normal. Dime qué te sucede... ¿Extrañas el mar?

—No...

—Deberías decir que si, así Azul nos dará un día libre en la playa.

—Eso es lo que te preocupa...

—Oh Floyd que mal piensas de mi... — Fingiendo un sollozo hablaba resentido.

—Eh Jade... A mi no me engañas con tus falsas lágrimas de cocodrilo —Su hermano sonriendo apretaba una de sus mejillas— ¿Crees que he actuado raro últimamente?

—Te conozco mejor que nadie, muy aparte del viaje a la playa me siento un poco preocupado por tu actitud. Dime que sucede... Tú y yo no tenemos secretos ¿Verdad?

—Ummm no puedo decirte. Es vergonzoso.

—Vaya, vaya... Hasta te has sonrojado. Es algo amoroso ¿No?

Floyd desvío la mirada haciendo un puchero parecía confirmar la duda, aunque no sabía si la palabra "amoroso" encajaba en lo que le sucedía. Se sintió entre molesto y avergonzado al sentir encima la extraña mirada de su hermano.

—¡Jade! ¡Te mandé a sacar a Floyd no que te quedarás afuera con él!

—Azul... ¡Floyd está enamorado!

—¡Yo no dije eso! —Este apenado aclaró.

—Así que el amor deprime a nuestro Floyd... —Comentó Azul con una sonrisa divertida— Ahora tiene sentido.

—Por eso no quería decirles nada. Y yo no dije que estoy enamorado solo estoy teniendo sexo.

Los dos abrieron los ojos con sorpresa ante tan inesperada aclaración y enseguida se miraron entre si.

—Hay que hacer una pijamada para esto ¿Verdad Azul? —Sugirió Jade.

—Si, sin duda alguna hay que saber todo con detalle... Hoy cerraremos unos minutos antes, Floyd espéranos en tu habitación, llevaré las bebidas y bocadillos.

—¿Eh? —Balbuceó Floyd viendo como ellos se alejaban entrando de nuevo al restaurante. No sabía si estaba listo para hablar del tema pero si había bocadillos y bebida tal vez sería divertido, hace mucho tiempo que no tenían este tipo de reunión los tres juntos.

Caminó hasta su habitación, recostándose pesadamente en la cama daba un suspiro ¿Cómo su hermano pudo insinuar que estaba enamorado? Solo le gustaba el sexo con este tipo raro. ¿Enamorado de la gaviota idiota? Eso jamás, entonces sus pensamientos fueron interrumpidos por el sonido de su celular, se dio cuenta que un mensaje le había llegado.

—Ese idiota ¿Cómo averiguo mi número? —Murmuró al ver quien le escribió, era como si lo hubiera llamado con el pensamiento.

<<Floyd kun... Bonne nuit>>

<<¿Cómo supiste mi número?>>

<<Bueno... Lo tenía agendado hace tiempo solo que hasta hoy me atreví a escribirte. ¿Te molesta?

<<Supongo que da igual>>

<<¡Oh... Me haces feliz!>>

<<Lamento que te hayas ido enojado hace un rato>>

Cazando el amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora