Eterno

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En ese momento Floyd sentía su corazón acelerarse al ver como su hijo recién nacido parecía debatirse entre la vida y la muerte, sus ojos que antes se llenaron con lágrimas de alegría ahora sólo reflejaban una angustia muy profunda. Largos segundos de tensión transcurrieron hasta que el pequeño se estabilizó, su padre en respuesta daba un fuerte suspiro de alivio, no dudó en acercarse al médico a cargo cuando lo llamó.

—Tranquilo señor, su hijo está estable. —Informó el médico de forma comprensiva para calmarlo.

—Eso dijeron antes y... —Todavía sollozante respondió Floyd mientras veía a su pequeño respirar lentamente, no era médico pero suponía que eso no era muy normal— ¿Qué le pasa a mi Alevín chan? No entiendo... Dice que está saludable pero...

—No lo sabemos con precisión, físicamente no presenta alguna anomalía a pesar de haber nacido antes de tiempo, no sabemos que provoque estos repentinos colapsos.

—Así que no sabe...

—Lo siento, seguiremos haciendo más estudios... —Decía el médico para darle ánimos, pero Floyd al no recibir una clara respuesta solo parecía preocuparse más— Podría ser algo emocional, por ello debe seguir dándole su afecto, para algunos bebés es un fuerte shock salir al mundo

—¿Quiere decir que tal vez extrañe estar dentro de gaviota kun?

—¿De quién?

—Mi esposo, quién llevaba dentro a nuestro bebé. —Un poco malhumorado respondió— Tal vez le gustaba nadar en su bolsita con ese líquido que lo mantenía vivo.

—¡Ohh, podría ser...! —Exclamó en un sobresalto el doctor, de inmediato corrió hacia el escritorio de la sala para buscar su expediente.

—¿Qué le pasa? No es hora de jugar a las carreras. —Murmuró Floyd siguiéndolo para que explique esa repentina reacción.

—Creo que leí en su expediente que su pequeño es parte sirena por uno de sus padres, ¿verdad?

—Si, yo tengo naturaleza marina. ¿Qué pasa con eso?

Fue su respuesta sin mucho ánimo, entonces entendió lo que el médico podía estar tratando de decir. Alevín chan posiblemente necesitaba estar en contacto con el ambiente del que fue arrebatado abruptamente al salir a este mundo, sumando el hecho de su naturaleza como sirena. Desde esa perspectiva tenía bastante sentido suponerlo, podría ser la solución a su inestabilidad física a pesar de estar perfectamente sano.

—¿Hay alguna piscina o tina grande aquí? —Era la pregunta de Floyd sin dejar de ver a su bebé que dormía.

—Hay una tina grande en una de las salas, pero no creo que sea buena idea lanzarlo al agua solo así.

—Ya sé, no soy idiota. Yo volveré a mi verdadera forma para entrar a la tina, entonces recostaré a mi bebé en mi regazo y así podrá sentir la humedad a través de mi piel, ¿no le parece buena idea?

—Eso suena bastante razonable, vale la pena intentarlo... Voy a ordenar que preparen la sala.

El médico con prisa salía de la sala para hacer los arreglos pertinentes, aunque era un profesional de la salud con amplia experiencia, era la primera vez en tratar un caso como este, uno bastante inusual desde el simple hecho de que ese bebé nació de un hombre, así que estaba bastante motivado por hacer que ese pequeño se convirtiera en un verdadero milagro. Floyd al verlo marcharse se acercó de nuevo a su bebé, que se veía muy tranquilo durmiendo, aliviado después de ese susto volvía a meter sus manos por esas ventanillas de la incubadora para acariciarlo.

—Alevín chan, ¿es cierto que extrañas estar dentro de Gaviota kun? —Le hablaba tranquilo conteniendo la emoción que sentía al tocarlo, era tan pequeño y cálido, todavía parecía no creer que había ayudado a crearlo— Oye, yo estoy aquí, tal vez no soy Gaviota kun pero no deberías hacerme a un lado, yo también te hice...

Cazando el amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora