Misión

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Rook no entendía el motivo por el que no lo dejaban salir de la enfermería si  se sentía mejor después de tomar una medicina que le dieron minutos atrás, aunque su cabeza dolía un poco creía que ya estaba listo para volver a sus actividades del trabajo.

—Señorita supervisora... Ya me siento mejor ¿Puedo volver a mi trabajo? No he vuelto vomitar en la última hora.

—Estamos haciendo unos análisis más para descartar una bacteria o virus estomacal además lo estamos hidratando con ese suero que aún no se termina. Tendrá que quedarse aquí un poco más.

—Ohh... Está bien... Al menos podrían devolverme mi teléfono, estoy un poco aburrido.  

—Debería descansar, mejor le traeré algo de fruta para que coma. ¿Si?

El rubio agradeció en voz baja, sus labios que esbozaron una amable sonrisa no pudo evitar borrarla enseguida al sentir que su instinto le alertaba peligro ¿Peligro de qué? Una idea un tanto descabellada cruzó su mente pero la descartó tan pronto como surgió ¿Con qué propósito retendrían contra su voluntad a un joven pasante con náuseas y vómito? No tenía sentido.

Sutilmente sonrío de nuevo ante su paranoico pensamiento, sintiéndose un poco somnoliento se acomodó en la pequeña cama mientras pensaba en su amado Floyd y en lo mucho que deseaba verlo en la noche para celebrar su cumpleaños, que era especial al cumplir dieciocho años y por ser su primera celebración juntos, así que por ello se esmeraría para mejorar pronto, divagando se quedó dormido.

—¡Azul ¿Qué vas a darme de regalo?! —Era la emocionada pregunta de Floyd a la hora del almuerzo.

—Espera a verlo hasta la noche en la fiesta. Eres tan impaciente.

—Ahh~~ Ya quiero que sea de noche y ver el regalo de Gaviota kun, tampoco quiso decirme que era...

—Yo creo que el regalo que más anhelas es verlo solo a él. —Azul respondió en tono burlón, si este gemelo siempre lo molestaba por qué no hacerle lo mismo de vez en cuando.

—¡Claro que no...! ¡Que estupidez, yo solo quiero su regalo porque dijo que era especial!

—¿Ah si? ¿Y por qué te sonrojas tanto? ¿Acaso te delaté? No es como si fuera difícil saber lo locamente enamorado que estás de ese chico.

—Jade dile a Azul que deje de molestar... Ehh Jade. —Le llamaba Floyd notando como su hermano seriamente guardaba su celular en el bolsillo— ¿Te escribió Tortuga marina kun? Porque hace rato que mi gaviota idiota no me escribe.

—No, solo revisaba unas cosas además recuerda que ellos estarán ocupados hoy porque pidieron permiso para salir antes y llegar mañana al mediodía. Deben hacer su esfuerzo para venir a vernos hoy, será mejor no molestarlos.

—Que mala suerte que nuestro cumpleaños haya tocado a mediados de semana ¿No?

Hablaban los hermanos aunque Floyd decidió seguir la conversación sospechaba que su hermano le estaba ocultando algo pero no había motivo para ello. ¿No? Sin saber el por qué a su mente vino el nombre de Rook, ese nombre que estaba grabado en su corazón, mente y en cada centímetro de su piel. Ciertamente como insinúo Azul antes ni siquiera le importaba el regalo lo que el quería era ver a su hermoso esposo de radiante sonrisa, esa sonrisa que estremecía todo su ser ¡Cuanto lo extrañaba, cuanto lo amaba! No podía evitarlo, ahora se convencía que su mayor anhelo era pasar a su lado muchos cumpleaños, todos los cumpleaños de su vida.

Sus románticos pensamientos y su sonrisita tonta fueron interrumpidos por el llamado animado de dos jóvenes que se le acercaron, Jamil y Ace del club de baloncesto lo invitaban a comer un postre en la cafeteria por este día especial. Jade al ver como se llevaban a su sonriente hermano al escaparate de postres al otro extremo aprovechó para acercarse a su líder.

Cazando el amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora