Ana y yo bajamos a la cocina sin perder más tiempo, nos dimos cuenta que mi madre se encontraba en la sala, viendo una serie en la Tv.
-Haremos la cena ya ¿Te parece?
-Si claro, por mí no hay problema –Sin quitar la vista de la pantalla.
La hicimos rápido. Le servimos a mi madre e iniciamos el camino a mi habitación.
-¿Van a subir con tres platos de comida? –Se percató del plato extra que llevaba conmigo.
Me quedé paralizada.
-Hoy tengo más hambre de lo normal, debe ser por todo lo que jugué en la plaza.
-Pero come despacio, ¿Sí? No quiero que pases la noche con dolor de estómago.
-¡Tu mandas! –Gritó.
-Eres una pequeña mente maestra –Le reconocí.
-Dime algo que no sepa –Alagada.
Nos sentamos en el piso los tres y nos dispusimos a disfrutar de la cena. Aun cuando tenía una mesa que podíamos usar para comer, era más agradable hacerlo así.
-Este sándwich con queso es de otro mundo.
-¿Gracias Petter? – En el fondo sabía que era con cierto sarcasmo.
-Oh sí, es una maravilla la forma en la que Emma cortó el queso Petter, tan perfectamente desproporcionado, ¿Qué habrá en cada mordida? ¿Pan con un vacío o pan con una gran masa de queso? Es un misterio.
Sonreiremos, me hallaba tan feliz que las bromas sobre mis habilidades en la cocina no podrían enojarme.
Bajé los platos y Ana se quedó en el cuarto. Mi madre seguía en la sala.
-¿Esa serie te tiene atrapada? –Pretendía averiguar en cuánto tiempo subiría.
-Es de mi infancia y están repitiendo todos los capítulos –Alegre- Es casi un milagro y apenas van por la mitad.
-Eso suena genial –Esto no estaba encaminado a nada bueno.
-Emma ya son las 9:00 de la noche, pídele a Ana que se acueste pronto
-De acuerdo.
Al darle la noticia a Ana, no se la tomó muy bien, pero era preciso que lo hiciera o quizás mi madre podría entrar al cuarto para buscarla. Le dio un abrazo a Petter y le deseo buena suerte.
-Tal parece que estaremos aquí un rato –Comenté- Mi madre está viendo una serie de cuando era joven –Intenté sonar relajada.
-Tienes una hermana increíble.
-¿Ana? Si, si lo es. Le caes bastante bien, con Thomas tardó mucho en aceptarlo en la casa y mucho más en hablarle.
-Quizás algún día tú también puedas ser amiga de Alejandra.
-Eso me agradaría, sobre todo porque a Thomas le importa mucho.
Los temas de conversación se agotaban y el silencio se apoderó por un momento de mi habitación.
-Hace varios días, la vi –No soportaba el silencio- Era un día bastante lluvioso, pero ella salió con una silla de playa y se acostó en su entrada, con todo y que parecía un gran diluvio ¿Eso a que se debió?
-Desde que la conozco –Se levantó del piso, abrió la puerta corrediza y salió al balcón- siempre ha escuchado voces en su cabeza, desde pequeña le han dicho cosas terribles.
-¿Voces producto de su trastorno? –Curiosa.
-Sí, Son muy pocos los casos en niños y es aún más difícil que la diagnostiquen a tan corta edad ¿Sabes lo que eso significa?
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Una Luna, Dos Caras 3:1
Teen FictionEmma una joven Marabina que actualmente enfrenta una dinámica familiar fracturada. Con el pasar de los días en aislamiento, aprenderá que la muerte de su padre no es el final, puesto que con su partida del mundo de los vivos, varios de...