Una Luna, Dos Caras 3:1

Capítulo XIII Una Mirada Embelesada

Pasaron varios días, entre los cuales le entregué la maceta a Petter sin haber mayores problemas, de vez en cuando veía a Daniel con sus amigos de 5to año, daba la ilusión de estar mejor. Anthony se acercaba a mí cada vez que tenía la oportunidad.

Por las noches me sentaba en el balcón por algunas horas, no sabía el motivo, pero me hubiera alegrado ver a Petter abajo pidiendo que saliéramos a una caminata nocturna. Las peleas entre mi madre y Petter no mejoraron, desde el hecho de no usar su uniforme hasta llegar al extremo en ocasiones de intercambiar sus pensamientos de una forma no grata.

Llegado el viernes, me reconforte un poco, ya que eso significaba clases de Doble A la cual se estaba convirtiendo en una de mis asignaturas favoritas, quería ver que tanto había crecido la semilla de girasol. También podría aprovechar y hablar con Petter.

-Buenos días queridos estudiantes. Hoy como ya se habrán dado cuenta, hay una nueva maceta donde vamos a plantar una nueva semilla, pero antes de iniciar con nuestra aventura, veamos cómo les ha ido con su primera maceta.

-Hola Petter –Entusiasmada-

-Hola Emma –Sin verme-

-Hm... Veo que nuestra plata-hijo ya se asomó un poco, eso equivale a sus primeros pasos ¿No? –Quería hablar de algo.

-Ya lo creo –Sin ánimos- es una lástima que te lo perdieras.

-Quizás si me hubieras llamado o escrito, pudiera haber sido partícipe de ese momento, ¿No crees? –Le reproché.

-Eso supongo

Miraba la maceta nueva como si fuera lo más increíble que existiera en el mundo-

-¿Pasa algo Petter? –Intrigada por su conducta.

-No. –Rotundo.

-¿Hice algo que no te agradó? Porque si es así deberías decirlo y dejar de comportarte como un niño.

-Lo siento. -Exhaló- Es solo que me sorprendió lo tuyo con Anthony.

-¿Lo mío con qué? ¿Quién? –Sus declaraciones me confundieron.

-¡Tu relación con Anthony! O bueno tu casi relación, eso fue lo que él dijo hace unos días –Irritado.

-¿Anthony dijo eso? ¿Qué estamos en una "casi relación"? –Mi asombro no cesaba.

-Algo así...

Se mostraba atento a escuchar mi respuesta. Por mi parte mi cerebro estaba por explotar en un mar de palabras que no eran precisamente las más adecuadas para decir en un salón de clases, pero pensé en algo más.

-¿Es por eso has estado distante estos días?

-¿Qué? –Ruborizándose- ¡No! No me di cuenta de eso. No me percaté –Fuera de sí- ¿Pero si te gusta ese chico?

Entre nervios dejó salir la duda que lo atormentaba, o eso intuí yo.

-No, desde luego que no. –Dejándolo claro- Cuando lo vea creo que le dejaré un ojo morado.

-Ya practicaste un poco con el mío –Disimulando una sonrisa.

-Al menos no te quedó alguna marca –Lo acompañé en su sonrisa.

El silencio se apoderó unos instantes de nuestra mesa, parecía que un segundo era una hora.

-¿Y estabas molesto por qué creíste ese rumor? ¿Qué sería su novia?

Por primera vez, pude ver cómo Petter se trabó antes de poder responder.

-¿Molesto? Hm... ¡No! –Una risa nerviosa lo invadió.