Capítulo XXV La Noche de los Dos

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-¿Cómo les fue?

-Increíble Thomas, mejor de lo que esperaba–Agrego su novia con alegría.

-Puedo... si lo deseas, cargar las bolsas por ti –Por alguna razón las palabras de Petter denotaban timidez- No tengo problema en llevarlas Emma.

Thomas tuvo el mismo gesto con su novia e Isabella.

-Ustedes no saben lo que es increíble si no han probado el helado que Petter me regaló.

-¿Le compraste un helado? –Inquirí.

-Sí, tenía hambre y le compró un –Se pausó- pequeño helado

Tuve la ligera sospecha de que omitía información.

-Solo diré una cosa –todas atendimos las palabras de isa- Petter quedarás encantado con la ropa de Emma.

-Con algunas prendas más que otras –Agregó su hermana.

-¿Y eso qué significa? –Su rostro reflejaba algo de confusión.

Tomé a Petter del brazo y dije en voz alta

-¡Caminemos!

Íbamos sin rumbo, aún quedaba algo de tiempo para la película. Pude darme cuenta de que olía a uno de mis perfumes favoritos. Me tomó de la mano y seguimos caminando.

-¿Quieres cenar? –Pregunto con amabilidad.

-¿Sabes qué? Sí, pero también quiero otra cosa.

-¿Un helado? –Sonrió.

-No tonto –Reí- Una foto contigo, pero una buena. No como la que nos tomamos antes de ir a casa de Anthony ¿Podemos?

-Si claro. Seguro –Se detuvo- ¿Aquí?

-No, sigamos caminando y cuando vea el lugar indicado te lo haré saber.

En esa pausa los chicos nos alcanzaron.

-¿Qué pasa? ¿Ya se confesaron su amor? ¿O ya se han percatado del tiempo que han perdido para practicar cómo hacer bebés?

No dije nada por las declaraciones de Isa, pero tampoco mude mi expresión ruborizada.

-Solo es una broma –Continuo y alzó sus manos riendo para minimizar sus declaraciones.

-¿Cómo practican para hacer bebés? –Preguntó mi hermana con curiosidad.

Antes de poder decir algo, Isabella se inclinó frente a ella.

-Querida Anita. Esas son cosas que tu madre te explicará cuando tengas la edad idónea –Con un tono dulce.

Me había preocupado por nada, su respuesta fue más madura de lo que esperaba, me alegró que así fuera.

-O puedes buscar por internet, hay muchos videos que te explican en qué consiste esa práctica.

-¡Sera mejor que no lo hagas! –señalándola con severidad.

-Da igual, tampoco es que quiera hacer eso.

Al cabo de varios minutos nos encontramos sentados cenando pizza, con ingredientes poco usuales gracias a Alejandra. Nos dimos cuenta que trabajaban para terminar de adornar un gran árbol de navidad ubicado en el centro de la feria de comida. Su altura supera los 10 metros o eso estimaba. Grandes esferas doradas colgaban de él, así como también figuras de diversas formas como, hombres de nieve, galletas con la cara de renos, algunos gorros de navidad, copos de nieve y uno de los que me causó más gracia fue el trineo impulsado por renos y un Santa Claus que los dirigía.

Una Luna, Dos Caras 3:1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora