El domingo inició diferente a los otros días, el clima estaba nublado, daba la impresión que el cielo se caería, los supersticiosos dirían que es un presagio de este año escolar, el cual empezaría mañana y sería un desastre total.
Entre en la cocina y pude percatarme que mi madre ya había desayunado, un plato usado adornaba el lavaplatos, Ana por su parte, quien había bajado conmigo se veía muy atraída por las nubes grises, era un gran espectáculo.
-¿Crees que llueva? -Sentándose.
-Eso parece, será una mañana lluviosa -Con una voz de misterio, solo para hacerla reír.
Después del desayuno, llevó una silla hasta la ventana de la sala, la cual deja ver más allá del porche de nuestra casa, se mostraba muy ansiosa por ver la lluvia caer.
-¿Te vas a quedar ahí todo el día tú sola? ¿Pegada a esa pared? ¿No prefieres estar conmigo y ver una película?
Pero en ese momento cayeron grandes gotas de agua que al chocar contra la ventana hacían un ruido estruendoso, daba la impresión que los vidrios iban a romperse.
-¡Ya está lloviendo! -Llena de euforia como si estuviera viendo un milagro.
- Ana creo que deberías apartarte un poco de...
-¡Emma Mira! -Irrumpió con más euforia- Es la vecina nueva y está debajo de la lluvia.
Me acerqué a la ventana para ver qué era lo que ocurría. Ana estaba en lo correcto, era Alejandra en lo que parecía una silla de playa, en su césped, usando un traje de baño de dos piezas, cuyo color era negro, su piel blanca lo daba a relucir; como si no fuera ya lo suficientemente extraño también portaba unos lentes de sol.
-Esa chica sí que sabe lo que quiere en la vida -Susurró Ana con admiración.
-No creo que eso esté bien, se podría resfriar. Creo que es un poco imprudente.
-Llama Thomas ¿Si? Pregúntale si sabe que es lo que está haciendo
- Así que nos estabas escuchando el otro día ¿No?
-Por supuesto que sí, que no los mire no significa que no los escuche, y escuché todo. Thomas no tiene oportunidad con ella -Se burló con risas.
No quise decir nada, ya que en el fondo aguante la risa, pero no debía alentarla a hacer ese tipo de comentarios. Llamé Thomas y luego de repicar varias veces contestó.
-¿La estás viendo verdad? ¿A Alejandra? -Estaba más al tanto de todo que yo.
- sí, quería saber si...
No pude terminar de formular mi pregunta, Ana me arrebató el celular.
-¿Tienes idea de lo que está haciendo?
Mientras ambos discutían su gran amor en común por Alejandra, yo seguía observándola por la ventana, intentando descifrar lo que en verdad hacía. En cuestión de segundos se quitó los lentes, por un instante podría asegurar que me estaba viendo, pero era una locura o eso pensé... A los pocos segundos desde su césped me saludó con euforia. Mi primera impresión fue echarme para atrás, me había tomado desprevenida.
-¿Pasó algo? -Tapando el micrófono del celular.
-Nada -Cerraré ya la cortina- No es correcto estar espiando a los vecinos.
-Como quieras -Levantando los hombros y entregándome el celular ya colgado.
- ¿Puedo saber qué fue lo que hablaste con mi amigo?
-Te lo podría decir -Murmuró- pero creo que no está bien que estés indagando sobre la vida de los demás... Es algo así como espiar ¿Si entiendes?
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Una Luna, Dos Caras 3:1
Teen FictionEmma una joven Marabina que actualmente enfrenta una dinámica familiar fracturada. Con el pasar de los días en aislamiento, aprenderá que la muerte de su padre no es el final, puesto que con su partida del mundo de los vivos, varios de...