Solo faltaban quince minutos para iniciar la nueva semana escolar, para Thomas e Isabella quienes me acompañaban en la plaza, era algo irreal lo que había sucedido estos últimos días entre mi familia y la de Petter ¿La verdad? Pienso que son esos momentos los que permiten que la vida cobre un nuevo significado, te llenan de fuerza y vitalidad, te hacen hervir la sangre y al mismo tiempo que tus emociones más profundas y antiguas, salgan a resplandecer de tal forma que llegas a sentir que tu propósito en la vida yace junto a la persona por la cual florecen, que ya no es el tiempo quien dicta los minutos, sino el pasar cada instante a su lado los que hacen que mi vida continúe.
-¿Eso significa que ya podemos estar juntos sin tener que ocultarnos?
-Eso mismo Thomas. Ya no habrá necesidad de escaparme, ni engaños, ni nada que sea fuera de lo habitual.
-¿Entonces la noche de chicas podrá tener lugar próximamente?
-¿Noche de qué? ¿Por qué yo no estaba enterado? Sea lo que sea, quiero estar presente.
-Thomas aunque sinceramente te veo más como una amiga que amigo. Esas noches no son lo que tú piensas.
No pude evitar reírme ante lo expresado, pero tenía razón en todo. Nuestra noche se veía cerca y efectivamente Thomas no podría estar presente, más aún cuando uno de los posibles temas era su primera relación sexual, solo pensar en esa situación hizo que perdiera el hambre.
-No puede ser – Expresó Isa ahogada.
Fue como si acabara de ver algo impresionante, varias personas también se voltearon... así que ¿Por qué no hacerlo?
-¡Esta guapísimo! Emma por favor, tu primer beso debe ser con él. –Exclamó tirando de mi brazo.
-Buenos días.
-Vaya, te tomaste en serio lo del uniforme Petter –Quise destacar.
-Si bueno... Tengo la intención de hacer las cosas de la mejor manera. –Algo incómodo.
-¿Cómo es posible que te cortaras el cabello, pero aun así estés despeinado? –Acaricié su recién cortado cabello.
Se veía increíble vestido con el uniforme. Era la primera vez que apoyaba la iniciativa de los uniformes. El negro de las prendas resaltaba su tonalidad blanca y sus ojos.
-¿Bromeas Emma? ¡Te ves asombroso! –Fijando su mirada en él- Al fin este colegio puede decir que tiene un hombre sexy –Guiñando el ojo.
-Gracias –Sus mejillas se tornaban de otro color- no sé cómo pueden usar esto todos los días, siento que me ahogo con tanta ropa encima –Jalando de las mandas de su chaqueta con desahogo.
-Al principio es pésimo, pero es como si la ropa se adaptara a ti.
-Espero que si Thomas, sino creo que en serio tendré que considerar ser expulsado –Sonriendo.
-Emma tú deberías ayudarlo con su ropa. ¿Quizás si se la quitas y pones de nuevo ayudaría en algo?
-Isabella es muy temprano aun para tus comentarios – Gruñí.
-¿Me perdí de algo? Solo me demoro en llegar y ya están hablando de quitarse la ropa ¿Qué clase de ejemplo es ese para tu hermanita Petter?
El discurso fue extrañamente corto, pero más emotivo de lo usual. Pude notar que su mirada se posó sobre Petter y en el rostro de ambos se dibujó una sonrisa, como si de pronto estuvieran a gusto con lo que sucedía. Me agradó.
Emprendimos el camino a la clase de orientación, en ese instante nos abordó.
-Petter, Emma... Al acabar la prueba vocacional, me gustaría que pasaran por el salón de la profesora Helen, hay ciertos puntos que –Mi madre se acercó más- deben ser aclarados.
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Una Luna, Dos Caras 3:1
Novela JuvenilEmma una joven Marabina que actualmente enfrenta una dinámica familiar fracturada. Con el pasar de los días en aislamiento, aprenderá que la muerte de su padre no es el final, puesto que con su partida del mundo de los vivos, varios de...