32 "I did it"

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Una semana después...

¿Todo esta listo? ¿Ya?— preguntó Chris a través del teléfono.

—Si, como te dije, mañana podrás pedirle matrimonio— respondió Katie, haciendo al pelinegro muy feliz. Se había pasado toda esta semana trabajando duro en conseguir y arreglar todo para que esa pedida de mano sea perfecta.

Eso fue muy rápido, de verdad muchas gracias, Katie. ¿Hay un horario?— dijo Chris.

—Si, a las 9 p.m. comenzaran su cena, luego cuando tu estés listo para hacerlo... apretaras un botón, de un control remoto el cual te daré mañana. Y verás la magia— dijo entre leves risas Katie.

Gracias, te debo muchas ya— terminó de decir Chris. La irlandesa en parte si lo hacía por él, ya que, si Chris es el único que puede hacer feliz a Melissa, deberá ayudarlo.

—No fue nada, te veo mañana a la tarde en la hacienda— luego de eso la irlandesa cortó la llamada. Dejó su celular en la mesa y tomó un fuerte trago de ginebra.

—¿Empezamos temprano?— preguntó Amy mientras bajaba de las escaleras. Katie negó con la cabeza.

—Es solo un vaso— dijo la irlandesa mirándola, dejó el vaso a un lado para besar a su aún novia. Ya había conseguido un pasaje para Italia, y se estaba encargando de dejar todo organizado en Canadá, desde las cosas de trabajos hasta las citas de Melissa con Georgia.

Para Melissa el embarazo iba de maravilla, su panza no creció tanto como esperaba, a penas se notaba y es que seguramente a partir de la semana 12 de gestación, su panza comience a crecer mucho más.

—Voy a extrañarte— dijo Amy mientras abrazaba a la irlandesa.

—Ni que me fuera para siempre, volveré... porque si me voy para siempre, quédate tranquila que vendrías conmigo— sonrío la irlandesa. Estaba mucho mejor ahora que había planificado lo que haría en los próximos dias, a parte de estar lejos de la rubia.

El dia se pasó volando debido a que Katie arreglaba maletas y chequeaba detalles sobre el dia de mañana. La rubia estuvo todo el dia en los sets de Supergirl, para algunas escenas que se iban agregando o simplemente por estar ahí, en el lugar que ya era tan familiar para ella.

—Asi que discutieron...— Chyler quería saber que le pasaba a la rubia, estaba demasiado rara.

—Si, bueno, en realidad, ella fue la que discutió y me gritó— dijo Melissa mirando al suelo.

—¿Te gritó?— preguntó incrédula Chyler.

—Frente a todos, y nos voltearon a ver— siguió Melissa, Chy ya se había sentado en la cama del camerino de su amiga, quería saber todo lo que había pasado.

—Cuenta, por qué— habló la pelirroja y eso puso nerviosa a Melissa.

—Porque... ella, ella osea yo, yo no tengo limites con ella— dijo la rubia y Chy dejó que siguiera.

—Ella dijo que no puedo besarla cuando se me de la gana...—

—Espera, ¿Qué? ¿Acaso se besan cuando tu quieres?— preguntó alarmada y sorprendida la pelirroja.

—¡No, no! Osea, seguro lo dijo porque antes, estábamos grabando y yo la besé... no debía besarla, pero no me aguanté las ganas—justificó la rubia. Chyler procesaba cada palabra.

—"No me aguanté las ganas". ¿¡Melissa, tenias ganas de besarla?!— dijo alarmada la pelirroja y la rubia se dio cuenta de su error.

—Dios, si ¿a ti no te pasa? Que miras sus labios y te dan ganas de besarlos— preguntó la rubia como si hubiera dicho lo mas normal del mundo. Chyler negó rotundamente.

Mi dulce salvación- MeltieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora