40 "Forgive me my love"

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Este es el día.

El día más importante de la vida de la rubia, había llegado.

Apenas abrió sus ojos sabía que hoy era su dia, y no estaba totalmente segura de decir "si".

Bajó a desayunar y media familia ya estaba invadiendo la hacienda, todos felices.

—Buenos dias...— dijo Melissa mirando a su alrededor. Contó a Kristi, Jess, su mamá, Estella, y Chyler.

—Hasta que despiertas— habló Chyler sonriendo. La rubia se acercó al desayunador, donde su plato ya estaba listo.

—Gracias, mamá— le dijo refiriéndose al desayuno. Julie asintió feliz.

La mayoría de la familia de Melissa estaban muy alegres por la boda.

—¿Qué tal dormiste? ¿Estas ansiosa?— preguntó Kristina mirando a su hermana menor. Quien asintió.

—Dormí muy bien, y esta comida está deliciosa, mamá— Melissa acotó y siguió disfrutando de su delicioso plato, al igual que sus hermanas.

—¿Mis bebés?— preguntó la rubia cuando terminó el desayuno. Todos los dias, desde el momento en que se despierta, sus hijos están en su mente. Son lo más importante que tiene en su vida.

—Oh, tus bebés ni siquiera me siguen, están con su segunda mamá, ¿con quién más?— contestó riendo Julie.

—¿Dónde están?— preguntó Mel, dejó el plato sucio donde debía y miró a su mamá.

—Afuera, recibiendo vitamina D. No te preocupes que están bien abrigados, hija— contestó Julie sonriendo. Melissa se asomó al gran ventanal del comedor que daba directo al patio de la hacienda.

Sus ojos celestes observaron aquella bella imagen que la tenía como una loca enamorada, la irlandesa sostenía en sus brazos a Eliza, ella estaba despierta mientras que su hermano dormía tranquilamente en la carriola.

Melissa abrió la ventana lista para salir.

—Hija, no salgas que afuera hace frio y estas en pijamas— dijo Julie, pero a la rubia le importó poco lo que su mamá dijo, porque de igual manera salió.

—¿Quién es la bebé más hermosa de todo este planeta? Si, tú lo eres pequeña— Katie hablaba con voz muy aniñada y mirando fijamente a Eliza.

—Ella y tú lo son— la rubia se metió en la conversación sonriendo. Se sentó en la banca a la par de Katie.

—Mira, tu mamá llegó y muy desabrigada— habló Katie haciendo sonreír a la bebé. Melissa se derretía frente a la imagen que veían sus ojos.

—Que belleza, mi amor— habló como bebé Melissa a su hija.

—Es bellísima— también halagó Katie y miró a Melissa.

Sus miradas se encontraron, los labios de la rubia fueron relamidos. Su corazon se aceleró.

—Mira, Eliza te quedaras un momento en tu carriola, con Huxley... y no lloraras, por favor— pidió Katie mirando a la bebé mientras besaba su naricita. La dejó en la carriola, la rubia la tapó con la mantita amarilla que tan apegada era a la bebé.

No lloró, Eliza cumplió lo que le pidió Katie, le parecía la cosita más tierna del mundo a la irlandesa.

Melissa tomó la mano de Katie, la cual estaba calentita, Katie sonrío y apartó la mano para levantarse.

—Que...— Melissa no sabía porque la irlandesa se levantó.

—Miren, miren, miren, rápido— dijo Estella frente al ventanal, las demás mujeres se acercaron a este para observar la escena en el patio.

Mi dulce salvación- MeltieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora