Mi dulce salvación- Meltie

47 "I love u, my love"

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El mes de julio había pasado en un abrir y cerrar de ojos, entre cita y cita de Melissa y Katie, los días corrían.

Agosto ya había comenzado, y en septiembre las clases escolares iniciarían, por eso la rubia no había dejado de insistirle a Katie en viajar unas semanas de vacaciones, antes de comenzar con la rutina.

Al final, lo consiguió. Melissa se encargó de cuadrar todo lo del viaje, visitarían una semana Los Ángeles, San Francisco, y una semana en Italia, Venecia. Definitivamente se divertirán los cinco, debido a que Mary no las acompañaría, no quería interrumpir las "vacaciones familiares" de ellas. Aunque no las interrumpía, ya que las representantes de cada una también viajarían.

Y había cierta tensión entre ellas, un odio en especial.

—Olivia, qué sorpresa verte— dijo con cierto tono de desprecio Mafer mientras se terminaba de aplicar lápiz labial. Olivia rodó los ojos con desagrado, era prácticamente rival de Mafer.

—Mafer, no digo lo mismo— respondió mientras se ponía las gafas de sol. Melissa llegó tras Olivia.

—Mafer, ¿Cómo estás? Aparte de hermosa— elogió al rubia a la representante de Katie. Quien sonrió.

—Muy bien, Mel. Gracias, tú también luces... lista para las vacaciones de verano— intentó burlarse, pero Olivia intervino.

—Si, su ropa cuesta 20 veces más que tu casa en Alemania, Mafer— dijo con desagrado Olivia, y apareció Katie.

—¿Listas? Los niños ya están en el jet— contó la irlandesa. Todas asintieron, Mafer se levantó primero que Olivia, ambas representantes caminaban intentando pasar a la otra, como en una carrera.

—¿Nos causaran muchos problemas?— dijo suspirando Melissa.

—No creo. Mafer sabe comportarse— respondió Katie. Melissa alzó las cejas.

—Dices que mi representante, ¿no sabe controlarse?— preguntó la rubia frente a Katie.

—Le falta un poco de...control— provocó la irlandesa.

—¿Quieres que la controle?— preguntó Melissa y la irlandesa alzó ambos hombros.

—Y...deberías, ya que a mi no me puedes controlar, prueba que tienes autoridad— terminó de decir Katie y se fue caminando como la diosa irlandesa que era. Dejó a Melissa mordiéndose el labio inferior, la rubia miró a su derecha, un chico mirándola.

—Algún dia, voy a casarme con ella— habló la rubia al niño, quien solo sonrió. La rubia se fue a la pista de despegue, ya todos estaban listos para volar.

—Mamá, tengo miedo— dijo Fallon mirando a su madre que estaba a la derecha.

—No temas, mi amor. Estas a salvo, mamá ya voló muchas veces, lo sabes— intentó calmar Katie. Pero Fallon quería llorar.

Melissa prestó atención a lo que ocurría. Se levantó rápidamente de su asiento, y le quitó el cinturón a la pequeña.

—Tranquila, ven conmigo— susurró Melissa, y ambas se sentaron en el asiento doble que era casi un sofa.

La rubia aseguró el cinturón de Fallon y luego el suyo.

—Yo también tengo un poco de miedo, pero ambas somos valientes— habló Melissa mientras acariciaba el suave cabello rubio de la niña.

—Pero yo no lo soy, porque tengo miedo— dijo Fallon cabizbaja. Mel alzó su cabeza con cuidado.

—Claro que lo eres, tener miedo no significa que no seas valiente, mira, toma mi mano y te prometo que no durará mucho el despegue— Fallon tomó la mano de Melissa, se sentía segura con la rubia, muy segura, casi como se sentía con su madre.