SAM MCQUAID...
Ya han pasado varios días y Katherine y yo no hemos hablado.
Casi nunca peleamos, y si lo hacemos maximo dos horas pasan y ya nos estamos hablando de nuevo...
Estoy teniendo una batalla interna en este momento. Una parte de mi quiere mandarle un mensaje y hacer las paces, pero mi orgullo no me lo permite.
Tomo fuerzas no se de donde y le doy enviar al texto que hace horas escribí, pero no mi orgullo no me había permitido enviarlo.
Sam M:
"Hola ¿Podemos hablar?"
Mi orgullo está herido, pero no puedo permitir que nuestra amistad se pierda. Ella literalmente es una de las mejores cosas que me han pasado hasta ahora.
Agarré todas mis cosas y bajé de mi auto. Las clases empezarán pronto y yo aún sigo en el parqueo.
Los pasillos del instituto están casi vacíos, la mayoría ya están en las aulas, además hay mucho silencio. Es algo típico cuando alguien será expulsado.Vi en la lejanía el aula donde voy a escribir Historia. Mis pies aceleraron su paso para llegar más rápido.
Los tacones que llevo resuenan provocando que se escuche eco.
Giro hacia la puerta de la entrada. Todos los presentes en el salón se callaron incluyendo el profesor.
—Señorita, buenos... — Habló el profesor, pero lo interrumpi.
Odio el término "señorita"
—Buenos días, profesor— Lo salude y avance hasta sentarme en una de las sillas de la primera fila.
Un espeso silencio se instaló en el salón y este profesor ¿por qué no habla?
Mi mirada se posó en él y este me regaló una sonrisa nerviosa.
—Prosiga— Le dije un tanto irritada ¿Que espera?
—G-gracias— Tartamudeó. Su vista se volvió a posar en los demás y empezó a explicar —Bueno chicos, como les decía la familia Romanov era la que gobernó Rusia desde 1613 hasta 1917, su fin llego ya que.....— Una risa se escuchó al final del salón interrumpiendo lo que el profesor estaba explicando —Señor Abades, ¿gusta usted dar la clase?— Se dirigió al chico el cual se había reído. No pasa desapercibido el tono como le hablo, muy distinto a como se refirió a mi.
—N-no...profesor— El chico le respondió.
—Entonces, me hace el favor y ¡se larga de mi clase ya!— El profesor le dijo alzando la voz.
—Pro-profesor, p-ero..este tem-a es muy imp-portante para l-los examenes fi-finales— El chico dijo en un tono nervioso.
—De eso no se preocupe, Abades, usted reprobó el año, dicho eso ¡FUERA!— Con la mirada perdida el chico se levantó de su silla y salió del salón casi corriendo.
—Bueno, seguimos.— El profesor empezó a explicar nuevamente sobre la revolución rusa.
Mi celular empezó a sonar haciéndome saber que alguien me llama. Al encender la pantalla el nombre de Ka se reflejaba en ella.
—Hola— La salude.
—Hola— Me saludo —Hablemos.
—Si, claro ¿donde estas?
—En la cafetería.
—Voy para allá—Dicho eso corté la llamada.
El salón esta en completo silencio, mi mirada viajó hacia el profesor que me miraba con rabia.
Oh no, lo acabo de interrumpir.
¿Qué harás? Pues nada, porque sin trabajo se queda y él lo sabe.
—Señorita, le voy a pedir porfavor que no me interrumpa. Se lo agradecería— Dijo amablemente, pero su mirada delataba que tan enojado se encuentra.
Ignorándolo completamente, me puse de pie y cogí todas mis cosas y empecé a dirigirme hacia la puerta.
Antes de salir por la puerta de salida, me gire a dirección de profesor.
—¿10 verdad?— Le pregunté, refiriéndome a mi nota de mi promedio. Ya que irse de una clase baja puntos, pero soy una Modeld.
—Sí señorita— Dijo conteniendo su rabia
—Muy bien— Me gire para seguir avanzando hasta que una idea vino a mi mente—Y también la chico que sacó antes.
—¿Disculpe?—Dijo haciéndose el loco.
—A Matias Abades– Dije refiriéndome al chico que antes había sacado.
—¿Que le ponga 10?— preguntó con confusión.
—Si, que apruebe el año y que su promedio sea de 10 hasta el fin de curso— Dije con el tono más imponente que tengo— ¿Queda claro?— No obtuve respuesta, solo la mirada cargada de furia del profesor. Su mandíbula estaba tan apretada que puede romperse en cualquier momento —¿QUEDA CLARO?— Pregunte alzando la voz.
—S-SI— contesto.
—¡Yey! Respuesta correcta, puede mantener su empleo— Me gire hacia la puerta de la salida y salí del salón con una sonrisa victoriosa en mi rostro.
Esto es tan satisfactorio...
Camine por el extenso pasillo, hasta llegar a la puerta de la cafetería. Decidida la abrí.
La cafetería está solitaria, aún no es hora de almuerzo.
Subí las escaleras hasta llegar al pequeño balcón de siempre. Y ahí estaba Ka.
Nuestras miradas se encontraron y le regale una sonrisa cálida a la cual ella también contestó...
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¡Bon!
Bueno, aquí pueden notar la diferencia entre un Modeld y un Pled.
A los Models no los pueden expulsar, ni reprobar ni nada que afecte su promedio ¿Por qué? Pues por la simple razón de que son de familias importantes y tiene tanto poder, que pueden hacerle la vida miserable a cualquier persona.
A cambio los Pled son completamente normales.
Lo profesores normalmente se desquitan con ellos, ya que odian el poder que los Modelds tienen en ellos.
Dicho esto me despido.
Gracias por leer ❤️
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Por siempre tuya, DOCKA
Teen FictionEn un mundo donde el poder y el dinero es el pase a la felicidad. Donde todo gira alrededor de tu cartera. Donde todo es un mundo perfecto para aquellos con suficiente poder. Pero alguien quiere acabar eso. Quiere que todos sean iguales. Que no exis...