SAM MCQUAID...—¿Tienes hambre?— Theo me pregunta.
—Literalmente venimos llegando de un restaurante. Acabamos de cenar—Theo se encoge de hombros, provocando que sonría.
—Me da hambre después de comer— Una sonrisa inocente aparece en sus labios.
—Eso quiere decir que pasas tragando 24-7— Y lo peor de todo es que no engorda y mantiene esa figura de infarto.
—Si— Contesta. Miro como una sonrisa perversa aparece en sus labios, mientras se acerca a mi —Pero ahorita tengo un antojo especifico— Mi respiración se atasca en mi garganta, al ver lo cerca que están nuestras caras.
—¿Así?—Un tono coqueto abandona mi boca —¿Que será?— Digo haciéndome la loca, pero sé que sus palabras llevan doble sentido.
—Tiene nombre y apellido— Una pequeña sonrisa aparece en mis labios.
—¿Y qué esperas para comer?— Y eso fue suficiente para que Theo uniera nuestros labios.
Siento como su lengua invade mi boca, provocando miles de sensaciones en mi sistema.
Nos levantamos del sillón sin separarnos, una vez de pie pegó un pequeño saltito y envuelvo mis piernas alrededor de su cintura. Theo empieza a caminar en dirección a su habitación conmigo a cuestas.
Nuestros labios no se separan en ningún momento, al contrario cada segundo el beso se vuelve más caliente y necesitado.
Siento como mi espalda pega con una superficie dura, un pequeño quejido escapó de mis labios por la impresión, provocando que Theo se separe de mi y suete una maldición.
—¿Estás bien?— Pregunta con la voz ronca.
—Si— Contesto y lo vuelvo a besar, Theo se separa una vez más.
—Lo siento— Se disculpa, provocando que sonría —Pero llevo mucho tiempo esperando esto y ya no puedo más— No me da tiempo de procesar nada ya que me vuelve a besar, pero más urgente que antes.
Siento como abre la puerta de su habitación -con la cual había pegado hace un momento- Una vez en la habitación Theo camina hasta su espaciosa cama y me tira a ella.
Suavemente rebotó en esta, Theo se sube sobre mi y vuelve a besarme.
Pequeñas corrientes van dirigidas a mi entrepierna cuando Theo agarra uno de mis senos sobre mi vestido.
Con dedos temblorosos agarró el borde de su saco y tiro de el, Theo pone de su parte y saca uno de sus brazos facilitando la tarea. En un movimiento rápido Theo se deshace de su corbata, mandándola lejos de nosotros. Empiezo a soltar los botones de su camisa.
Uno.
Dos.
Tres.
No se cuantos botones suelto, cuando por fin termino y le quitó la camisa.
Theo se separa de mi. Mi mirada recorre su perfecto rostros, tiene sus labios un poco hinchados y rojos, su cabello se encuentra desordenado, sus lindos rizos rubios adornan su frente. Sus ojos encuentran los míos, mi corazón se acelera, nunca lo había visto así, tan lujurioso.
Una de sus manos entra bajo mi vestido, la rajada que este tiene le facilita la entrada. Al ver que no sabe como quitar el vestido lo aparto de mi con una gran sonrisa.
—¿Qué te causa risa?— Pregunta con irritación.
—Todo un casanova y no sabes como quitar un vestido— Lo molesto, provocando que una sonrisa burlona aparezca en sus labios.
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Por siempre tuya, DOCKA
Novela JuvenilEn un mundo donde el poder y el dinero es el pase a la felicidad. Donde todo gira alrededor de tu cartera. Donde todo es un mundo perfecto para aquellos con suficiente poder. Pero alguien quiere acabar eso. Quiere que todos sean iguales. Que no exis...