Por siempre tuya, DOCKA

"Chico Misterioso"

SAM MCQUAID...

El ambiente estaba muy tenso. Todos miraban al chico misterioso y este tenía una mirada tan fría y siniestra que de cierta manera me incomodaba.

El cuerpo de Dereck se movió un poco, esto quería decir que estaba despertando. De un momento a otro abrió sus feos ojos marrones, y se levantó poco a poco hasta quedar sentado en el suelo.

Su vista se posó en mí, en sus ojos se miraba reflejada ira. Abrió la boca para decir algo, pero se percató de que el chico misterioso estaba presente.

—¿Y tu que coño haces aquí?—  su rasposa voz fue dirigida al chico misterioso.

—Negocios—  como que ¿negocios?, ¿que haría un chico tan joven, en un lugar como este?.

—Bueno, pero tengo un asunto pendiente, vuelve en otro momento—  su vista otra vez se posó en mí, ya no le tenía miedo, si me volvía a poner un dedo encima le iría peor que antes.

—Obvio que volveré en otro momento, pero me voy con.. ELLA—  sus ojos marrones me miraron, mi corazón empezó a latir tan rápido, que temo que se me salga del pecho.

—¡NO!, ella se queda aquí—  Dereck se puso de pie y se acercó a mi.

—Ya se lo advertí a Jorge, ahora te lo digo a tí. Si le vuelven a poner un dedo encima, los mato a todos—  la cara de Derek cambió completamente. Parecía que se había asustado por la amenaza del chico misterioso. ¿Cómo era eso posible? tan solo un puñetazo de Dereck dejaría en coma al chico misterioso.

—N-no- puedes hacer eso—  estaba sorprendida de cómo unas simples palabras del chico misterioso, bastó para que Dereck tatarmudiara.

—¿Quieres apostar?—  cada palabra que salía por la boca del chico misterioso, sonaba más amenazante que las anteriores.

—Pero esa zorra, me golpeo—  Dereck me miró con desprecio,y yo le devolví la mirada cargada de odio.

—Alguna razón tuvo que tener, no te hagas el santo—  Dereck apretó su mandíbula, y sus puños, estaba cargado de ira.

—No le hice nada...—  ¿ah, no? cómo podía ser tan sinico...

—Aja, como digas—   De pronto su atención se puso en mi, todo mi cuerpo se quedó quieto  —Docka, nos vamos—  mi cuerpo ni se movió, no se que me pasaba, hace unos minutos quería salir corriendo de aquí y ahorita que tengo la oportunidad no me muevo. Dio unos cuantos pasos hasta llegar donde yo me ubicaba —Si no nos vamos ya, nos mataran a los dos, Docka—  lo dijo tan bajito que casi no lo escucho.

El agarro mi mano, y me empezó a jalar hacia donde se ubicaba la puerta.

—¡Si sales por esa puerta, con ella, te mato!—  La amenaza de Dereck, provocó que un poco de temor entrara a mi sistema.

—Intentalo—  El chico misterioso ni volvió a ver a Dereck. Pasamos por la puerta, por la cual había entrado.

Escuché algunas maldiciones que Dereck le gritó a el chico misterioso, pero este las ignoro completamente.

Después de caminar unos segundos pude ver la puerta, que daba hacia la calle. Mi cuerpo se llenó de emoción, al saber que iba a estar a salvo.

Cuando al fin salimos, la fría brisa, hizo que un pequeño escalofrío me recorriera el cuerpo. Era como medio día, pero la entrada del invierno se podía sentir.

Busque mi auto con la mirada. Pero, no estaba por ningún lado...

Solté bruscamente el agarre que el chico misterioso tenía sobre mi mano. El se sorprendió pero no me importó, solo quería encontrar mi auto.

Desesperada avance hasta un callejón que se miraba a lo lejos.

Esto no podía estar pasándome...
—¿A donde vas, Docka?—  la voz del chico misterioso, hizo que me percatara de que el callejón no tenía salida...

Desesperadamente busqué mi celular, en el bolso que andaba y con dedos temblorosos, marque el número de Katherine. Este fue contestado de inmediato.

—¿Sam?, ¿dónde estás?, te estamos esperando.

—¡Se lo llevaron, Ka!—  unas cuantas lágrimas bajaron por mis mejillas. Para mi ese auto, era más que algo material. Me lo había regalado mi abuelo antes de morir, es como un recuerdo que él dejó para que nunca lo olvidará...

Y se lo habían llevado....

—¿Qué cosa, Sam?, ¿estás llorando?—  la voz de Ka sonaba preocupada.

—E-el  a-auto, me lo robaron Ka—  mis propias palabras hacían que mi pecho ardiera.

—¡Mierda!, ¿donde estas?—  Ka sabía lo importante que ese auto era para mi.

—Estoy en Mirabú....—  un espeso silencio se apoderó de la llamada, solo se escuchaban mis pequeños suspiros, provocados por las lágrimas que no dejaban de salir de mis ojos.

—¡¿QUE COÑO HACES AHÍ?!—  La ronca voz de Lucas se escuchó al otro lado de la llamada. Seguro Ka habia puesto el celular en altavoz. —  NO TE MUEVAS, VOY PARA ALLÁ—  y cortó la llamada.

Mi pecho ardía, mi vista estaba nublada por las lágrimas, mis rodillas temblaban. En un momento no pudieron seguir aguantando el peso de mi cuerpo haci que me deje caer. Mi cuerpo no impactó contra el suelo porque dos grandes manos lo impidieron. Sabia de quien se trataba...

El chico misterioso, me abrazo con sus grandes brazos y empezó a caminar, yo solo deje que este me guiará, no me importaba nada, solo encontrar el auto.
Giramos en una esquina y al otro lado había un auto parqueado. Esto provocó que llorara aún más.

—Perdón.....perdón.....perdón—  susurré para mi misma. Le pedía perdón a mi abuelo, seguro debe de estar tan decepcionado de mi...

—Todo va a estar bien, linda—  la voz del chico misterioso llegó a mí en un susurro.

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Vale, este ha sido en capítulo 6.

Por si no saben, el "chico Misterioso" es el mismo que salió en la fiesta :)

Un F por el auto de Sam.

Gracias por leer ❤️