Por siempre tuya, DOCKA

"Tensión"

SAM MCQUAID...

Salté el pequeño muro del parque para poder entrar a este.

En serio soy una demente. Pensé.

¿Quién anda a media noche en un parque desolado? ¡Exacto! Sam Mcquiad...

Camine por la pequeña acera del parque. La noche es hermosa. Hay Luna llena, la cual iluminaba todos los árboles del parque.

Vi como debajo de un árbol había alguien.
Lo reconocí al instante. Era él, Theo. Se miraba tan jodidamente hermoso.

Nuestras miradas se conectaron. Su perfecto rostro era iluminado con la luz de la luna. Provocando que se mirara a un más hermoso.

Empecé a caminar hacia donde él...

— A sí me gusta— dijo cuando yo estaba lo suficientemente cerca para escucharlo.

—¿Qué te gusta?— La verdad no tengo idea a que se refiere.

—Que me obedezcas. Te dije que vinieras y viniste— Una maliciosa sonrisa apareció en su rostro.

—¡Ja! Estaba aburrida, que es otra cosa. No te sientas tan importante— Dije mientras me paraba frente a él.

No se porque, pero me siento superior. El estaba sentado en el suelo y yo de pie.

Me siento hasta alta.

Pero eso cambió cuando él se puso de pie. Con una sonrisa en su rostro.

—Ya no eres tan alta— Una burlona sonrisa apareció en sus labios. El es mucho más alto que mi. Bueno la verdad es que todos lo son.

—Me vale.— Dije mientras ponía una distancia prudente entre nosotros.

—¿Qué pasa?—dio un paso hacia donde yo me ubicaba —¿Por que te alejas?— dio dos pasos más —¿mmm? dime, ¿que pasa?— dio tres pasos más.  Ya la distancia que  nos separaba era inexistible. Su cálido aliento pegaba en mi rostro.

—No pasa nada, absolutamente nada— dije mientras daba dos pasos hacia atrás. Demasiada tentación tenerlo tan serca —Mas bien, dime. ¿Por que querías verme?

—Mmm la verdad, quería invitarte a mi casa.

ESPERA. ¿QUE? ¡Me está invitando a su casa!

—¿Y que te hace pensar, que yo quiero ir?— obviamente si quiero ir. Quiero saber donde vive.

—Por la simple razón, que yo vivo ahí — Que comes que adivinas. Pensé.

—Mmm y eso a mi que me importa.

—Docka...Docka — dijo mientras negaba con la cabeza y avanzaba hacia mí —¿Qué te dije, sobre ser grosera conmigo?

Mi corazón empezó a palpitar con rapidez—¿Por qué, me dices Docka?—dije cambiando completamente el tema. Tenía mucha curiosidad. Nunca había escuchado esa palabra, y él siempre me llamaba así.

—Ven a mi casa y te lo diré— Iba a protestar pero ¿para que? dos en uno. Conozco donde vive y averigüo porque me llama Docka.

—Vale– dije ocultando mi sonrisa victoriosa.

[.....]

Me senté en la orilla del pequeño sillón de la habitación.

Había pensado demasiadas formas para su casa. Pero menos que vive en un feo cuarto.

En un feo edificio, alejado de la ciudad.

Era un espacio pequeño, Al entrar por la puerta lo primero que mirabas era la pequeña sala, adornada con dos pequeños sillones y una pequeña mesa de centro. La cual estaba llena de basura de algunas golosinas.

Después se encontraba una pequeña cocina. La cual está muy descuidada.

¿Como semerendo hombre puede vivir aquí?

Mire hacia un pequeño pasillo que se encontraba conectado con la fea cocina. En el cual había una gran puerta de madera al final de este.
Seguro esa es su habitación.

—Sabes, a este lugar le falta un poquitito....de...limpieza— ¡Lo siento! No me pude contener.

—Sabes, me importa una mierda— DIjo mientras caminaba hacia el pequeño pasillo, que llevaba a donde se supone que está su habitación.

¿Debería de seguirlo?

Dudosamente empecé a seguirlo pero me detuve en seco, cuando este empezó a quitarse la camisa.

¡DIOSSS SANTO!

Pero que bueno esta.

Uff esos tatuajes son mi debilidad.

¡Quisiera ser hambre, para darte tres veces al día, mi amor!

Soy una maldita pervertida, lo se. Pero este hombre no coopera.

—Linda vista ¿No crees?— dijo con una sonrisa traviesa. Mis mejillas se calentaron.Se dio cuenta que lo estaba violando con la mirada.

¡QUÉ VERGÜENZA! Sam es una estupida. Me regañe mil veces mentalmente.

—Pareces banca, de colegio público. Todo rayado— Si supieras que por esos tatuajes me tiene a sus pies.

—Al menos, me los pude hacer, sin que alguien intentara violarme.— ¡Ohhhh, no! ese ha sido un golpe bajo, muy bajo.

—Eres un desgraciado...— Me le tiré encima para golpearlo. ¿como se le ocurre? Una violación no es tema de vurla.

Le pegó varios golpes suaves.

Obviamente no quiero lastimarlo.

—Empiezas y no aguantas. Estamos mal, Docka. — dijo entre carcajadas.

—Ese fue un mal golpe— Dije fingiendo molestia.

Deje de golpearlo.
Las carcajadas de él, sedaron.
Dejando un espeso silencio en la habitación. Solo se escuchaba mi agitada respiración.

Nuestras miradas se conectaron. Dejando al descubierto lo más profundo de sus hermosos ojos marrones.

Mi vista bajo sus labios.

¿Que se sentirá besarlos?

Aleje todas las ideas locas de mi mente. No es momento.

Subí nuevamente mi mirada, es busca de la suya. Pero él estaba viendo fijamente mis labios.

NO SE QUE ESTE PASANDO, PERO HAY MUCHA TENSIÓN. PARA ESTA HABITACIÓN TAN PEQUEÑA.

Dio unos cuantos pasos hasta donde yo estoy.

—Besame— escuche como murmuro.

—¿Que?— Pregunte en un murmuro. Si le he entendido, solo quiero que me lo repita.

Sus ojos se volvieron a conectar con los míos.

—Bésame—dijo una vez más. Provocando que una sonrisa apareciera en mi rostro.

—Ruégame— Dije mientras acerqué mis labios a los suyos. Haciéndolos rozar.

—Docka, Docka. Si no me lo das a las buenas, lo tomaré a las malas— No me dio tiempo de procesar.

Porque me beso...

Mis labios se movían al compás de los suyos. El beso era apasionante. Como si nuestra vida dependiera de ello.

Sus manos se colocaron en mi cintura, mientras yo subi las mías y las entrelacé en su cuello.

Su lengua invadió mi boca. Haciendo que nuestras lenguas bailen una sobre la otra....

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¡Bon!

Ahhhhh el primer beso entre Theo y Sam.
No se pero me hacía mucha ilusión que lo leyeran.
Osea no es algo super romántico, pero se besaron y eso es lo importante.

Gracias por leer ❤️