SAM MCQUAID...
Una pequeña sonrisa nostálgica aparece en mis labios, ante los recuerdos que inundan mi mente.
Estas últimas horas con Darwin de cierta manera las he pasado bien. Entre anécdotas y cosas graciosas que nos pasaron en la niñez.
Me da gracia que digo alguna historia entre nosotros y este no la recuerda pero hace como que si lo hiciera, Darwin siempre olvida las cosas es algo típico de él, pero lo he mas que haga como si las recordará.
—Quisiera volver a esos tiempos. Todo era tan fácil y feliz— Dice con un tono nostálgico —Cuando solemos ser niños, siempre queremos crecer y ser mayores... Pero qué equivocados estábamos, ser niños es lo mejor de la vida, no hay responsabilidades, obligaciones, problemas... solo diversión, felicidad. Pero cuando entras a la adolescencia, todo cambia. La realidad te cae como balde de agua fría. Los problemas, todo agarra sentido, todo lo que de niños ignorábamos se convierte en nuestra peor pesadilla. Muchos adolescentes sufren de depresión, ansiedad y todo tipo de cosas ya que la realidad duele y cada ser humano tiene una manera diferente de enfrentar las cosas. Algunos van a fiestas, socialisa, se divierten, tienen amigos, tienen pareja...¿Y los demás? Todos aquellos que odian a la sociedad, todos aquellos que por tener gustos diferentes se consideran "raros", que no tienen amigos y les cuesta socializar. Esos son los que sufren más, pero también son los que mejores personas se convierten, Casi siempre esos raritos son las mejores personas..son...— Darwin pausa, dejando una nube de emociones en mi pecho por todo lo que acaba de decir. Como sus palabras tienen tanta..realidad... —Lo siento, creo que me emocioné— Dice un poco avergonzado.
—No,no,no te preocupes... todo lo que acabas de decir es realidad— Digo tranquilizandolo.
—Te puedo preguntar algo— Dice completamente serio. Un raro sentimiento se instala en mi pecho pero me obligo a mantenerme relajada.
—Claro— Digo lo más tranquila posible.
–¿Alguna vez…?– Darwin no puede terminar de preguntar ya que alguien lo interrumpe.
—¿Desde cuándo dejan entrar zorras a este restaurante?— La voz de una chica habla a mis espaldas.
Giro mi cuello para toparme con la figura de Melissa. Y no está sola… William está con ella.
—No tengo idea, pero debemos llamar a control de animales antes que se descontrole y se folle a todos— William le contesta a Melissa y estoy segura que esos comentarios van dirigidos a mi persona.
—Estoy deacuerdo contigo, neni— Melissa dice y sus ojos encuentran los míos.
Una pequeña sonrisa aparece en mis labios, y elevo una de mis cejas. No se que intentan hacer estos dos, pero no lo están logrando. Solo me están demostrando que tan dolidos están.
—¿Y tú de qué te ríes, zorra?— Melissa me pregunta con rabia.
—Nada que te importe— Le contesto y poso mi atención nuevamente en Darwin, quien mira a William y Melissa con cierta curiosidad y coraje.
—¿Y esos quienes son?— Darwin pregunta mientras una pequeña risa burlona aparece en sus labios luego de haberlos observado de pies a cabeza.
—Unos ardidos— Digo y tomo un sorbo de mi café.
—Si que se nota— Darwin contesta, agrandando su sonrisa burlona —Mesera— Drawin la llama. Una emoción extraña aparece en su rostros.
—Mesera, puede llevarle esto a esa perra de hay— Melissa le habla a la mesera que se dirige a nuestra mesa, esta le da un collar de perro. La mesera con temor coje la correa y se dirige a nuestra dirección.
—¡Ay! Gracias, pero estoy segura que esto se le ve mejor a ella que a mi— Digo con una sonrisa fingida cuando la mesera extiende su mano para darme la correa.
—Karla— Darwin llama a la mesera por su nombre —Puedes llamar a seguridad y que saquen a esos dos ardidos del restaurante— Darwin demanda, provocando que el café que estoy tomando se atasque en mi garganta.
—Claro señor....An....Darwin— la mesera dice nerviosa.
—¿QUE?— Melissa pregunta alzando la voz. Provocando de las personas que se encuentran en el fino restaurante al que Darwin me trajo a tomar café la miren.
Si yo tambien me pregunte porque no fuimos a una cafetería Pero al parecer la respuesta es que el restaurant le pertenece a mi tío Eliot.
Veo como unos hombres vertidos de negro entran al local, Melissa y William palidecen ante estos.
—Nos pueden acompañar. Por favor no armen un escándalo, salgan con la poca dignidad que le queda— Uno de los guardias le dice a Melissa y William.
Puedo ver como Melissa se pone roja de la ira y William aprieta su mandíbula y puños.
—Nosotros podemos solos— William le dice a uno de los guardias cuando este intenta tomarlo del brazo para sacarlo.
—Y por favor que su entrada a este restaurante de hoy en adelante esté prohibida— Darwin le dice a los guardias y estos solo asienten.
Un par de miradas de Melissa y William cargadas de odio son dirigidas a mí antes de salir por la puerta, a las cuales solo les respondo con una pequeña sonrisa burlona.
—No sabía que este restaurante era de mi tío— Digo luego de unos minutos.
—De Eliot, no,no. Es mio— Si definitivamente me voy a salir atragantando con este café. Una pequeña tos sale de mi boca ya que el café se me fue por mal camino —¿Estás bien?— Darwin pregunta con una pequeña sonrisa en sus labios.
—Si,si,si — Digo después de controlar la tos. Estoy apunto de decir algo más cuando mi celular suena.
Saco mi celular del bozo que ando. Al encender la pantalla el nombre de Wendy se ve reflejada en ella.
—Disculpa— Le digo a Darwin antes de abrir el nuevo mensaje que me llegó.
Wendy:
"¡Holi, Sam! Te mando este mensaje para invitarte a mi fiesta de agradecimiento, dirigida hacia ti, por no expulsarme. En serio aprecio mucho lo que hiciste y quiero agradecértelo de la mejor manera. La fiesta será el día 31 de octubre. ¡Si en halloween! así que no olvides tu disfraz.
Besos Wendy "¿Una fiesta?
Me gusta.
—¿Ocurre algo?— Darwin pregunta, por la sonrisa boba que ha aparecido en mi rostro.—Ah no. Es solo una invitación a una fiesta— Digo tranquila mientras guardo mi celular en el bolso.
—vale ¿Nos vamos? Es que tengo cosas que hacer— Darwin dice.
—Claro— Contestó.
Nos ponemos de pie. No se el porque pero pensé que Darwin no pagaría, pero si lo hizo, hasta dejó una buena propina.
Salimos al restaurante y entramos al parqueo. Nos toma unos segundos llegar hasta el lujoso auto de Darwin.
Miro como Darwin abre la puerta para que yo entre al coche. Hizo exactamente lo mismo cuando veníamos para acá.
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¡Bon!
No se que decir así que Bay jijiji
Gracias por leer ❤️
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Por siempre tuya, DOCKA
Dla nastolatkówEn un mundo donde el poder y el dinero es el pase a la felicidad. Donde todo gira alrededor de tu cartera. Donde todo es un mundo perfecto para aquellos con suficiente poder. Pero alguien quiere acabar eso. Quiere que todos sean iguales. Que no exis...