prisión treats (ym)

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Jimin caminaba con una sonrisa en sus labios y una bolsa en sus manos, igual que todas las semanas recorria el pasillo acompañado de aquel policia que parecia ensimismado con la tierna sonrisa del omega.

-te veo muy feliz hoy-comento el mayor queriendo hablar con el rubio.

-lo estoy-asintio.

-pues no lo entiendo, esto no es un hotel cinco estrellas precisamente-se rio negando.

-no esta tan mal-se encogio de hombros-al menos esta todo limpio.

-eso si, pero no es el lugar con el que sueñas de pequeño-le aseguro-ademas a mucha gente eso le causaria pesadillas.

-no a mi-aseguro.

-te ves bastante delicado como para pasar aqui el rato-comento.

-te sorprenderia los lugares en donde he llegado a dormir-le aseguro con una risa que mas que divertida salio algo fria.

no era un omega mimado, habia crecido en las calles, durmio en bancos, portales, paradas de autobus y estaciones de tren, con algo de suerte encontraba algun edificio abandonado que no estuviese muy ocupado por drogadictos que no dudaban en atacarle. habia tenido que salir mas de una vez corriendo de aquellos lugares.

habia sobrevivido dia a dia como todo aquel que acababa en la calle, habia rebuscado en la basura con gente que se peleaba por la comida, habia aprendido a robar a muy temprana edad y con el tiempo a defenderse.

la gente en la calle no se ayuda, solo existe la regla del mas fuerte, lucha o muere de hambre. por su puesto robar a un pequeño niño de nueve años era tarea facil, usarlo para dar pena y despues robar cualquier cosa que consiguiese era lo mas simple. la cosa comenzo a cambiar cuando a los once años Jimin consiguio su primera navaja, en la primera lucha consiguieron herirle a él con el mismo fijo que portaba, en la segunda supo como lacerar el brazo de uno de los hombres y huir con la comida para ese dia.

no era alguien tan inocente por mucho que la gente pudiese pensar.

sabia robar como nadie, robaria tu propia camisa y huiria antes de que te des cuenta, podia blandir un cuchillo como nadie, en el cuerpo a cuerpo no era alguien debil ni mucho menos y esconderse y huir habia sido el pan de cada dia. Él no era inocente, la vida no le habia dejado serlo, alguien que nace sin padres, sin un lugar en el que vivir, sin alguien que lo cuidase debe aprender por si mismo las lecciones de la vida.

nadie te protege eternamente, aprovecha el tiempo que tienes para sentirte seguro, disfruta de las amistades el tiempo que duren, porque nada dura para siempre y no es algo malo, madurar es aprender a dejar cosas atras por mucho que duela. Jimin tuvo que dejar su infancia atras aunque solo fuese un niño y asi es la vida, lucha o muere, no hay mas opciones, esas no con los tipos de lecciones que debe aprender un niño, pero no hay nada que hacer, y Jimin decidio luchar.

el policia abrio la puerta sacando a Jimin de su ensoñamiento dejando ver a Yoongi sentando en la cama apoyado con sus manos atras.

-supongo que ya has visto como actuamos aqui cuando suena una alarma-le hablo al palido-es solo una advertencia Min, si oigo un grito o vuelve a sonar ese boton-señalo-no volveras a salir de tu celda.

el palido se levanto con una sonrisa ladeada demasiado divertido con las palabras de aquel policia.

-no te preocupes, voy a hacerlo gritar como nadie, pero no de la manera que quieres-se burlo tomando la cintura de Jimin pegandolo a él.-entra cuando quieras, no me importa enseñarte a como follar un omega.