Amor sobrenatural [Jelsa]

Capítulo 26

—Dime que esto es una simulación, Jack —le supliqué al vampiro con los ojos llenos de lágrimas —Dime que es otra prueba tuya. Dime qué yo no maté a Kristoff de esa forma tan animal y que no me convertí en ese monstruo. Te lo pido por favor.

El vampiro de cabello blanco se me quedó viendo con seriedad. Sus ojos no transmitían nada, aunque tratara de decifrar por mi misma su respuesta no podía, había un gran vacío en el par de rubis que tenía por ojos. Su boca se mantuvo cerrada por varios minutos, que fueron dolorosos para mí hasta que por fin decidió hablar.

—Mira a tu alrededor —me pidió.

Hice lo que dijo y noté que todo estaba en ruinas. El consultorio secreto del vampiro rubio estaba hecho escombros, cepultando así su cadáver deshecho. Habían árboles caídos por doquier, polvo y tierra a nuestro alrededor. Un paisaje desolador, que parecía sacado de una película post-apocalíptica. Pero no fue un apocalipsis lo que provocó todo este daño, fuimos nosotros.

Me niego a creer todavía que esto sea verdad.

Jack sigue jugando con mi mente.

—No es así —respondió a mi pensamiento —Todo lo que ves es real, Elsa. Desde que te transformaste en la camilla he tratado de meterme en tu cabeza, pero fue imposible —declaró, dejándome con la boca abierta —La raza de los lobos es capaz de bloquear mi poder mental.

—No es cierto —sollocé y me abracé a mí misma —Mientes otra vez.

—No lo hago, créeme —reiteró —En ese momento pensé que lo mejor era que te hicieras vampiro para intentar meterme a tu mente y controlarte, por ser novata pensé que lo lograría. Te dije todas esas cosas para despertar tu instinto vampiro ya que en el pasado lo había conseguido.

Las lágrimas siguieron su curso por mis mejillas hasta caer al suelo. Mi corazón seguía roto a pesar de que él dijera que solo mintió para hacerme enojar. Se pasó de la línea al jugar conmigo de ese modo.

—Trataba de salvarte, Elsa —se defendió —Pero no pude, así que tuve otra idea, llevarte al máximo y que te quedarás sin energía, cosa que al final sí sucedió —hizo una pausa —Pero, en el proceso me descontrolé y casi te mato. Lo siento mucho —bajó la mirada, avergonzado.

Tomé aire por la nariz tratando de controlar esta nueva sensación amarga de miedo e indignación. Ambos fuimos demasiado lejos.

—No te perdono —dije con un nudo inmenso en mi garganta —Por tu culpa me convertí en esta bestia salvaje. Tú me dejaste con vida aún sabiendo que mi destino era la muerte —solté otro sollozo —T... Tú me provocaste este dolor tan grande y te detesto por eso. Hubiera preferido morir en ese bosque a tener que vivir este infierno a tu lado.

—Oye, no digas eso —trató de acercarse, pero levanté una mano en lo alto, deteniendolo de hacerlo —Yo te vi en el bosque, tan indefensa, tan... Hermosa —desvió la mirada —Que lo único que pensé fue en ayudarte, pero no quería que pensarás que era débil por mostrarte amabilidad siendo un vampiro, por eso empecé a manipularte para que no pensaras que somos buenos, porque no lo somos.

Me ha quedado bastante claro, que desde su origen, los vampiros han Sido seres despiadados y crueles. Ahora entiendo por qué, no tienen un corazón que sienta por eso son así, por eso Jack no sintió nada al ver a su amigo muerto frente a él, por eso es tan frío y malévolo en ocasiones, es su naturaleza. Él no siente, él no puede siquiera amar y eso es decepcionante, por eso no quiero tomar su forma de vampiro no quiero volver a convertirme en lo que él es.

—Los vampiros no sienten —repetí, lo que estaba más que claro —Así que, todo este tiempo estuviste jugando conmigo. Me ilusionaste. Me hiciste creer que te importaba, me protegias solo porque cometiste el error de no matarme y tenías que ocultar tu pecado. Me besaste y tocaste solo para burlarte de mí —solté una corta carcajada —Y yo caí como una estúpida porque al final terminé enamorándome de ti, de alguien que no siente nada, más que odio.