Amor sobrenatural [Jelsa]

Capítulo 5

Solté un pesado suspiro y me puse de pie minutos después de que Jack saliera corriendo por el bosque, dejándome con la incertidumbre de no saber qué hacer. Debí haberle dicho que sí a su propuesta cuando pude, pero en este momento no es posible echarme para atrás. Como él lo dijo debo sobrevivir por mis propios medios y meditar sobre el trato. Espero aguantar hasta la noche para poder verlo y elegir mi destino.

Mi cuerpo se encuentra rehabilitado, con su poder logró curarme por completo y con eso es posible que viva unas cuantas horas. No pude agradecerle aquel gesto tan hermoso, porque él se marchó rápidamente, o de lo contrario se iba a quemar todavía más. Me dio pena por él, es fuerte, pero todo ser tiene su punto débil.

Camino por el bosque con total libertad. De día no se ve tan tenebroso como en la noche, es mas, parece un lugar tranquilo y lleno de magia. Las aves cantan y las mariposas de varios colores vuelan a mi alrededor y causan en mí una radiante sonrisa. No veo el peligro que imaginé en la noche, lo peor que puede pasar es morir de hambre.

Avanzo por la hojarasca y me dejo llevar por el sonido de las hojas de los árboles siendo azotadas por la suave brisa que se ha presentado. A lo lejos veo un río que por allí cruza y sin pensarlo dos veces corro hacia él. Me tiro de rodillas y lo primero que hago es lavar mi rostro, luego parte de mi cabello y las manchas de sangre que quedaron de los raspones y golpes en mi cuerpo.

Me miro en el reflejo del agua y noto que estoy hecha un desastre. Mi cabello está despeinado, mi rostro se ve demacrado y mi vestido de color rosa se ha roto por la caída de anoche. Si Gothel me viera en este momento mandaría urgente a que me pusieran presentable para ella y diría que soy una pordiosera. Aquella pelinegra valora mucho la estética y los modales, sobre todo en las chicas. Por eso me crió a su manera, con sus preceptos y valores.

Trato de peinar mi cabello con mis dedos y con este mismo logro hacerme una coleta baja para que algunas hebras no molesten mi vista. Sin embargo, mi cabello se soltó, por lo que tuve que romper un pedazo de mi valioso vestido para amarrar con fuerza mi pelo.

Mi vista viajó hacia al frente, al otro lado del río. Un hermoso siervo bebía agua sin percatarse de mi presencia. Jamás había visto a un animal como ese, solo en libros. Perderme en el bosque me ha permitido conocer cosas que jamás llegué a imaginar, incluso a un ser que se creía inexistente.

Este lugar no es del todo peligroso, si me mantengo lejos de los lobos todo estará bien. Vampiros no puedo encontrar de día porque no soportan la calidez del sol y eso es bueno porque ninguno tratará de morderme y matarme.

Yo sé que soy capaz de sobrevivir hasta la noche, confío en mis capacidades, a pesar de ser una niña tonta e inexperta en estos casos, si le pongo esmero estoy segura que aguantaré lo que tenga que aguantar. Debo ser positiva por primera vez en la vida y olvidar las palabras de Gothel, de que yo no era capaz de hacer nada por mí misma. Hoy le demostraré, aunque no esté, que sí puedo.

Me levanto del suelo y pienso en qué perder mi tiempo por varias horas, sin embargo, el rugido de mi estómago me distrae a la realidad. Tengo mucha hambre y no hay nada por aquí que pueda comer, solo ese siervo que se ve apetitoso, pero sé que no voy a poder matarle, ni siquiera a una mosca puedo hacerle eso tan horrible.

Coloco mis manos en jarra y sigo pensando qué comer. En las películas de supervivencia se recomendaba comer pescado, este animal se puede conseguir en agua dulce y estoy frente a un río.

Sonrió, me quito las zapatillas y sumerjo mis pies en el agua. Siento la frialdad del líquido corriendo por mis pies y percibo un escalofrío que recorre mis pies. Me agacho y busco con mi mirada a los peces, pero ellos juegan conmigo porque no se dejan atrapar. Comienzo a desesperarme, pero me resigno a continuar. Esto es por mi bien.