Amor sobrenatural [Jelsa]

Final

—¿De qué hablas, Mavis? —por fin escuché a Jack pronunciar palabra. Pensé que nunca hablaría.

—Ahora que su funesto destino está escrito en mis manos será mejor que sepan la verdad —dejó caer a Eugene al suelo —Ponganse cómodos —acto seguido dejó su cuerpo levitando en el aire.

Observé al pobre moreno. Seguía con vida, pero sabía que estaba sufriendo, al igual que Jack, a quien le faltaban minutos para que la plata llegara a su cabeza y lo matara, mientras que Mavis gozaba de nuestra confusión.

—Desde el principio sabíamos que eras híbrido —confesó provocando que mis ojos se abrieran como platos —Mi padre te sacó de la Mansión de Madame Gothel porque sabía perfectamente lo que eras.

Imposible. Mientras que estuve con Gothel nunca desperté mi poder, era una simple humana.

—No entiendo, ¿De qué habla Mavis, Elsa? —me preguntó el vampiro.

Él no sabía nada de mi pasado porque nunca se interesó por saber cómo es que había terminado en el bosque aquella noche que me encontró. Habían muchas cosas que no nos habíamos dicho todavía.

—Estuvo resguardada en una casa donde la vendían como mercancía —intercedió Mavis en mi lugar.

De inmediato voltee a ver a Jack, quién tenía un gesto de completa sorpresa. Mavis le había dado una idea errónea de seguro.

—Era dama de compañía, no lo que tú estás pensando —le aclaré antes de que dijera algo incorrecto —Me abandonaron allí desde niña.

—Sí, eso fue hace unos siglos —la chica reveló con aburrimiento, dejándome en shock —Recién empezaron a matar híbridos, tu madre te llevó con Gothel para protegerte de mi tío; ella creó un bucle en tu mente y cuerpo, dónde cada tantos años eras niña, crecias, no te compraban y volvías a ser niña, perdiendo la memoria. Hasta este año que rompieron el hechizo.

Una fuerte jaqueca empezó a molestar mi cuerpo humano. Era mucha información recibida al tiempo, no lo toleraba. Me dejé caer al suelo, sentada, junto con un Jack muy cercano a la muerte.

—Iduna, tu mamá —continuó. Aún quedaba mucho por contar —Hizo un trato con el Conde para que te compraba, ya que dudaba de Gothel —pasó una mano por su cabello —Y bueno, al final esa zorra fue quien desató toda esta mierda al contarle a mi tío sobre tu existencia.

«Tratamos de protegerte, pero fue imposible que Pitch no diera con tu paradero. La vez que vino solo fue para advertirnos que iniciaría una guerra contra nuestro Clan por ocultarte —hizo una corta pausa —Tu estúpida madre rompió el trato y usó a su infiltrado para protegerte de los ojos de los Ministros. Era obvio que no tardaría en ordenar que volvieras a ella.

Mavis se dejó caer en el suelo, muy cerca del cuerpo de Eugene. Parece que las confesiones habían acabado.

—Empezará la guerra entre Clanes y no va a ser nada diplomática —desvió la mirada a lo alto —La cabeza de mi padre está en riesgo. Y todo... —la bajó para mirarme a los ojos —Por culpa de una niñita que nunca debió nacer. Un adefesio que nos condenó a todos a la perdición, incluyendote Jack.

—Mavis... —quiso decir algo, pero cerró la boca.

—Los vampiros y los lobos nunca debieron haberse mezclado para formar monstruos como tú, Elsa —escupió.

Apenas era consciente de lo que estaba pasando. Mi cabeza estaba a punto de explotar con tantos pensamientos, pero era capaz de entender la hipocresía con la que estaba hablando la vampiro.

Limpié mis mejillas húmedas por las lágrimas y de un salto estuve de pie para encararla. Si se había desatado el infierno en este mundo no estaría mal ser franca por última vez.