Amor sobrenatural [Jelsa]

Capítulo 8

-Este día será grandioso -mencionó Honey caminando a mi lado con una gran sonrisa pintada en sus labios.

Nos dirigimos al instituto. Como bien lo dijo Jack la madre de mi nueva amiga me inscribió para que recibiera clases como los demás jóvenes, sin embargo, no sé si me voy a sentir bien rodeada de tantas personas de casi mi misma edad.

Honey está emocionada y desde que salimos de su casa parloteaba y reía. Yo solo asentía con la cabeza y me perdía en mis pensamientos, en lo crucial que va a ser este día. También pensé en Jack y en la promesa que le hice, no me lo puedo sacar de la cabeza, incluso no pude dormir bien anoche por estar pensando en él y en su forma extraña de ser.

-Conocerás a mis amigas, ellas son geniales y te aceptarán en nuestro grupo -continuó hablando -¿Qué piensas de eso? -preguntó.

-Qué eso está bien -murmuré.

-Vaya, eres una mujer de pocas palabras ¿eh? Pero, me sigues cayendo muy bien -pasó un brazo por mis hombros.

-Tú también me caes bien, Honey y agradezco la amabilidad que estás teniendo conmigo -mencioné con una sonrisa.

-Oww, qué tierna -respondió.

Continuamos caminando hasta que llegamos a un edificio de tres plantas y vi que muchos adolescentes entraban charlando entre ellos y se veían igual de felices que Honey. Temblé cuando noté que habían varias chicas pelirrojas que Jack deseaba, temí por sus vidas y también por la mía si no las llevo ante el vampiro.

Honey notó mi cambio y acarició mi espalda para tranquilizarme. Se lo agradecí y ella volvió a sonreír.

Me detuve en seco frente a la entrada del instituto. No quería entrar y compartir con tantas personas. Yo no tenía el don de socializar y tenía miedo de que burlaran de mí por mi torpeza y timidez.

-Hey, ¿todo bien? -preguntó mi acompañante.

-No... -dudé.

-Relájate, sé que es tu primer día de clases. Todas las chicas de tu edad tienen nervios de estar con nosotros -me explicó.

Desvié la mirada, apenada. Tuve que mentirles a ambas rubias sobre mi edad. Les dije que tenía dieciséis cuando en realidad tengo veinte años. Ellas se comieron el cuento y me inscribieron al colegio sin ningún problema. No sé si sea por la manipulación en las que la tiene Jack, pero ellas me han dado todo lo que he necesitado.

Debo fingir que soy tan solo una adolescente ante los demás para que no sospechen de mí cuando comiencen a desaparecer las chicas pelirrojas de este pueblo. ¿Quién podría sospechar de una niña tímida como yo?

-Es eso, solo nervios -contesté segundos después.

Honey me tomó de la mano y juntas ingresamos al edificio para recibir clases.

Muchas personas se me quedaron viendo. Supuse que era porque soy nueva y no por algo más. Sin embargo, tantas miradas sobre mí me hicieron sentir amedrentada, no sé si con la ropa que he escogido les haya dado una buena impresión. Escogí un vestido largo con mangas anchas y unos zapatos bajos. Bastante sencilla para ser sincera, no quería llamar la atención, pero fue inevitable.

Avanzamos hasta la oficina de la dirección y allí me dieron mi horario de clase, a la primera que debía asistir era a ciencias y resultó que no coincidía con Honey, entonces estaría sola ante tantos desconocidos.

Me costó presentarme porque al principio tuve muchos nervios, pero después me relajé y traté de disfrutar de las clases. Me mantuve en las sillas de atrás para permanecer en un segundo plano.