Capítulo 23

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—... Y así es como se altera un híbrido. Muy rápido por cierto —escuché una voz lejana en mi cabeza.

Abro los ojos de sopetón sorprendiéndome con la realidad. Veo a Jack sentado a mi lado, completamente sano y sin un rasguño. Está anotando algo en una libreta con un lápiz y tiene al frente una botella, como de vino. Parece jodidamente tranquilo, mientras que a mí está a punto de estallarme el corazón.

Observo con desesperación cada detalle del sótano, y veo que todo está en orden, que sigue todo limpio y tranquilo, como si mi estallido de ira y poder no hubiese sucedido.

No entiendo nada.

—Respiración acelerada, sudoración excesiva, nerviosismo y pánico, síntomas de la perdida de control en un híbrido —siguió hablando mientras escribía y servía vino, o lo que sea que hay en esa botella —Simplemente increíble la forma en la que desatan tanto poder. Eres una criatura fascinante.

No pude evitarlo, y en un movimiento atrevido, me lancé a su cuerpo frío para abrazarlo con fuerza. La sola imagen de su cuerpo destrozado en el suelo me perturba, no quería hacerlo. Él parece sorprendido y algo incómodo, pero la verdad es que necesitaba sentir su frialdad para darme cuenta que es real y que no lo he matado.

—Oye, ¿todo bien? —preguntó y con cuidado me retiró de su cuerpo.

—Lo siento —dije con los ojos cristalizados y con un nudo en la garganta —No quería hacerlo.

—Siéntate —respondió e hice lo que dijo —Lo que acabas de vivir fue una simulación que creé en tu cabeza para detonar toda tu ira y tu poder. Era solo una prueba.

—Entonces, ¿lo que dijiste no fue real? ¿fue como un sueño? —pregunté, mi cuerpo entero temblaba.

La verdad quería escuchar de su boca que fueron mentiras sus palabras, porque lo cierto es que en esa simulación sentí tan real su odio que mi corazón se quebró por completo, y no pude soportar ese dolor, no concebía un trato como ese de su parte después de que nuestra relación está cambiando, y aunque discutamos, sé que hay algo que nos mueve a siempre querer estar juntos, al menos para pelear.

Jack se mantuvo en silencio por unos tortuosos segundos, segundos en los que creí que de verdad me había tratado como a un animal, un monstruo, una aberración. Seguí esperando su respuesta, pero él simplemente sirvió más vino —que no sé en qué momento consiguió —y me sirvió en una copa a mí.

—Toma esto, te relajará —me entregó la copa.

Sin meditarlo me tomé de un sorbo todo el líquido. Era verdad, ayudó a relajarme y sabía delicioso, sin embargo, me dolía que, de nuevo, Jack ignorara mis preguntas, como si le costara contestarlas.

Respiré profundo y le tendí la copa vacía.

—¿Me das más? —hice un gesto de completa necesidad. Ese vino tan raro me estaba relajando y requería más para poder asimilar todo lo sucedido —Por favor.

Jack me dedicó una radiante sonrisa, que me pareció genuina y negó con la cabeza, pero de todos modos me sirvió mi segunda ronda de vino. Cuando recibí la copa, nuevamente llena, me la bebí de inmediato, y ese sabor tan exquisito acarició mi garganta de una forma increíble. Solté un gemido de placer ante semejante delicia.

—Vaya —el vampiro soltó una carcajada que, de alguna forma, alivió la pesadez en mi pecho. Y la imagen de su muerte se fue borrando poco a poco —Parece que te encantó la sangre con alcohol y eso que hace unos minutos la desperdiciaste en el suelo.

Mi mundo se detuvo en seco cuando asimilé sus palabras. Eso no era vino, era sangre. Sangre de humano. Mi estómago se revolvió de solo pensar que acabo de probar sangre de humano y que me ha gustado mucho. Suena como un acto horrible.

Amor sobrenatural [Jelsa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora