Capítulo 29

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—¡¿Qué mierda pasó aquí?! —mencionó Jack con los ojos bien abiertos, estaba más allá de lo sorprendido.

—¿Podrías moverte? —ignoré su pregunta —Me estás asfixiando.

Todo el peso de su cuerpo estaba sobre el mío de una forma muy incómoda y la fuerza que estaba usando sobre mis muñecas estaba cortando mi circulación ahora que me había convertido en humana después de mucho tiempo.

Jack se me quedó viendo por más tiempo de lo debido. Estaba en completo silencio. Su rostro estaba inexpresivo como si de un momento a otro toda la sorpresa que sentía se hubiese ido. Sin embargo, sus ojos brillaron de una forma diferente y transmitían una emoción que no lograba descifrar. No entendía por qué me miraba de esa forma tan rara.

Las pocas neuronas que seguían trabajando en mi cabeza me revelaron la respuesta a mi pregunta: Él me miraba de esa forma porque... Estaba desnuda... ¡DESNUDA! ¡Y bajo su cuerpo!

Mis ojos se abrieron como platos al darme cuenta del gran detalle que se me había pasado. Después de transformarnos, los lobos quedamos desnudos, yo... Yo no lo ví venir y ahora el vampiro me está devorando con la mirada. Y aún peor, me tiene bajo su poder absoluto, lo único que puedo hacer es mirarlo.

—J... Jack —murmuré, a punto de darme un infarto.

—Cállate —respondió con la voz algo inestable. Tragué saliva en espera de su próximo movimiento.

Lo único que hizo fue deslizar su mirada de mis ojos a cada parte de mí torso desnudo. Mientras que lo hacía un molesto calor se apoderaba de todo mi cuerpo y no podía hacer nada más que permanecer petrificada en el suelo. Respiré profundo para no desmayarme allí mismo, frente a él.

Él seguía en lo suyo. Su mirada viajaba de arriba a abajo sin pudor alguno y yo solo me quería morir. Por fin ví que sus ojos se detenían en un lugar, pero, lamentablemente, no era en mis ojos. Tenía su vista puesta en mis pechos como si su vida dependiera de eso. Mi cara y todo mi cuerpo se sentía que estaba hirviendo.

—M...me está empezando a dar frío —intenté decir, pero me escuché más nerviosa de lo que esperaba, sin embargo él seguía hipnotizado con mi piel descubierta —¿Sigues ahí? —pregunté intentando traerlo de vuelta, pero no funcionó.

Lo siguiente que sentí fue una de sus manos soltando mi muñeca. Pensé que me iba a soltar, pero resultó que sostuvo mis muñecas con una de sus manos para con la que quedó libre empezar a tocarme.

—Eres muy hermosa —habló tan bajo que casi ni puedo escucharle —Muy hermosa.

La respiración se me detuvo al sentir su traviesa mano acariciar mi piel sin siquiera pedirme permiso. Ahogué un jadeo cuando sus dedos fríos rozaron la piel de mis pechos.

—¿J...Jack qué estás haciendo? —murmuré con la voz ahogada en cientos de sensaciones nuevas.

—Te estoy tocando ¿No es obvio? —se atrevió a decir el muy descarado —No puedo evitar querer tocar esta piel tan blanca y tan suave.

No sabía qué me pasaba, pero no podía o no quería detener lo que estaba haciendo. Sus dedos eran tan expertos repasando una y otra vez mi cuerpo como si lo estuviese marcando como suyo. Yo solo mordía mi labio inferior aguantando lo que estaba sintiendo.

—P...para —susurré —Para, por favor.

Nuestras miradas se cruzaron. Jack me dedicó una sonrisa traviesa y enarcó una de sus cejas.

—¿De verdad quieres que pare? —me dedicó una mirada de arriba a abajo —Y si... Bajo mi mano un poco más ¿Qué? —sus dedos se deslizaron por la piel de mi abdomen peligrosamente. Todo mi cuerpo se tensó como respuesta.

Amor sobrenatural [Jelsa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora