Cap 20

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Aome se removió adormilada entre los brazos del mayor, Sesshomaru desvío su atención de los moribundos hombres a la azabache que apenas comenzaba a despertar, esta se restrego uno de sus ojos seguido de un bostezo, tal acción le pareció adorable.

-. ¿ Donde estamos señor Sesshomaru ?

Sesshomaru suspiró, Señor, se sentía como una pared entre ella y su futura relación tendría que trabajar bien para definir que tipo de lazos crearian entre ambos, tal vez Aome sea su esposa y su protegida aun así lo último le dejaba un amargo sabor de boca, volviendo a la curiosidad de la pequeña envuelta entre su capa y estola, se había percatado de hace un par de horas que habían abandonado las tierras de su padre, en estos instantes estarían posiblemente en china o cerca de uno de estos lados, suspiró acariciando los desordenados cabellos azabaches.

-. Lejos de casa, ¿ pero sabes ? Ahora este es nuestro nuevo hogar.

-. ¿ Este lugar ?

La inocencia como la curiosidad Florencia en esos ojos, demonios, Sesshomaru deseaba jugar con esa inocencia, ver que reacción haria su rostro ante tales bromas, como decirle que el cesped era pintado por hadas nocturnas, seguramente Aome se pasaría noches enteras intentando ver las dichosas hadas, esbozo una sonrisa que rápidamente cubrió con su mano, no podía ser tan despiadado con una niña.

-. Me refiero a donde vayamos,quienes nos acompañen seran nuestro hogar.

-. Pero... Dan miedo

-. Hmp

Ciertamente estos humanos buscaban morir, se maldecia a si mismo por no haber indagado mas en como logro que estos seres inutiles tuvieran un objetivo por el cuál respirar, ahora, varios reunidos en diversas fogatas solo estaban allí como muertos, mirando la nada sumergido en sus pensamientos depresivos e existentes, unos pasos pesados que trasmitian el cansancio de la vida sobre los hombros de un veterano sw acerco hasta ellos, cabellos rojizos y ojos verdosos, una barba descuidada junto a un demacrado rostro, Aome se oculto entre las prendas de su protector temerosa del extraño que le traían recuerdos desagradables, pronto, el peliplata la sintió temblar entre sus brazos seguido del conocido olor a sal.

-. Perdón si te asuste pequeña... Vi que se unieron hace poco a nosotros, como traias una niña... Bueno.... Porfavor acepta esto.

El humano extendió un bolso degastado y parchado con algo se peso dentro de este, Sesshomaru asintió cogiendolo sin despegar su mirada del hombre desalmado que poseía una mirada nostálgica, este comprendió de inmediato la actitud del demonio por lo cual se fue como habia llegado, cogeando y esperando a la muerte con los brazos extendidos. Sesshomaru revisó el contenido percatandose de que habían un par de manzanas algo de carne y unas mantas, la amabilidad le dio escalofrios, nunca se acostumbro a recibir tal muestra de amabilidad por parte de otros que no fuesen por otros intereses, muy a penas acepto que Aome fuese amable con él y la razón era que aceptaba sus regalos como medio para el cortejo, cogió una manzana examinandola minuciosamente, no olía a Veneno, se veía en perfecto estado, entonces ¿ Porqué ?.
De pronto su mirada recayó sobre todos los hombres alli, todos con una historia que cargaban en sus hombros y su único destino era caminar hasta encontrar la muerte, ni uno se preocupaba mucho por otros entonces porque la presencia de Aome provocó un minúsculo cambió, todo era tan... Raro que le aterraba y se sentía ajeno a todo, su mirada recayó en el cielo nocturno tan distante como cerca, finalmente le dio de comer a Aome y ambos volvieron a los brazos de Morfeo.

A la mañana siguiente, todo fue igual solo que mas ameno, Aome correteaba por todos los lados saludando a cada uno de los hombres que la miraban curiosos y sorprendidos aun asi todos devolvía la muestra de afectó, Aun asi Sesshomaru mantuvo una mirada critica sobre los hombres, por que la verdad de las cosas era que Aome era una oveja entre una manada de lobos, sus colmillos hormigueaban y crecían, No, no podía debía controlarse, no podía perder los estribos tan rápidamente e ir a reclamar a la azabache por su atención indebida hacía esas pobres almas, por la diosa de la luna, que le de paciencia.

-. Pareces un padre celoso...

-. Tú de nuevo.

El mismo hombre pelirojo de ayer se acerco a él, con un sutil cambió, sonreia y sus ojos poseian un brillo peculiar.

-. Usted no es humano verdad .- afirmó tranquilamente mirando a Aome contar un gran cuento hacía sus colegas.

-. Hmp...

Sutilmente movió su brazo a su espada sujetando la empuñadura, había sido descuidado, que tonto, eran otros tiempos en que la convivencia entre demonios y humanos era simplemente imposible, confío demasiado en la comodidad del campamento por que lo asimilo falsamente al de Aome, !! que tonto, descuidado y ridículo ¡¡.

Usaría su velocidad para atrapar a Aome y emprender el vuelo, no habia necesidad de preocuparse por la comida ya se las arreglaría para conseguirla pero su prioridad era sacarla de allí, podía aceptar que lo atacaran a él pero si por alguna razón lo mataban, Aome... Ella entre tantos hombres... Aome....

-. Por favor calmese, nadie piensa atacarlos.

-. ¿ Que ?

Sesshomaru parpadeo confundido y aturdido, la mano sobre su hombro le transmitió cierto reconforte a su inestabilidad emocional, estaba paranoico... Demasiado a decir verdad.

-. Todos notamos que eras un demonio pero nos llamo la atención del porque traias una niña .- sonrió dandole palmaditas -. Verte reaccionar así, tan ansioso, nerviosos puedo ver que tus intenciones son mejores que la de muchos otros.

-. ¿ Si ?

El humano suspiró sonriendo para luego reír en voz baja e invitarlo a sentarse cerca del pequeño público que tenía Aome, Sesshomaru inclinó ligeramente la cabeza hacia un lado al ver tal tranquilidad y amabilidad por parte del restó, tan natural.

-. ¿ porqué carga con una niña ?

Vacilo un momento, pero simplemente se limitó a bajar su mirada atrayendo la atención de todos.

-. En un futuro ella sería mi mujer.

-. ¿ Sería ? Entonces ella...

-. Hmp .- asintió entre sorprendido y curioso -. ¿ Porqué no se sorprenden ?

-. Podras ser un demonio de cientos de años pero ciertamente aun eres un niño .- rió un anciano de armadura degastada y oxidada -. Hemos pasado por las mismísimas puertas del infierno, un viaje en el tiempo no es cuento nuevo.

-. Supongo que deseas evitar que ese día llegué .- la voz del pelirrojo sonaba tan distante y melancólica.

-. Haré lo que sea necesario para protegerla...

-. ¿ Por eso huyes de tus tierras ? Eres mucho mas noble de lo que parecer jovencito, si ese es el destino que le queda a la joven Aome creo que hablo por todos aquí qué uniremos fuerzas para salir protegerla.

Los dorados ojos se abrieron con sospresa ante la declaración de lealtad por el anciano seguido de la aceptación del restó de pronto todo el ambiente fue inundado por la risa y alegria desbordante de Aome, todo se sintió tranquilo y cálido en sus corazónes, una mirada de soslayo hacia la azabache que era cargada en los hombros de un adolescente le dio a comprender que la mera existencia la azabache significaba mucho mas de lo que creía su padre.

-. Gracias por su trabajo .-reverencio el peliplata.

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Darrell vigilo al par ser aceptanos fácilmente al grupo de humanos, el viento removió su trenza junto a sus flecos, una mirada amarillento sin expresiones poco a poco se tornaba negro, respiro profundamente calmando sus celos, su señora, su ama, había decidido esto, aún cuanto en el presente Naraku y los demás hayan muerto en manos del gran perro, en el pasado tenía la obligación de interferir lo que mas podía en la felicidad de la humana y el perro.

-. Sería mucho más fácil verlos retorcerse en el abismo .- mascullo con irritación desapareciendo entre las sombras.

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