Cap 38

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La brisa estremeció el cuerpo de la femina quién por reflejó se abrazó a si misma en forma de protección, habían caminado durante unas horas cuándo el cielo se oscurecio curiosamente no hayaban con el dichoso portal al imperior, la suave y caliente tela rodeo su cuerpo, instintivamente alzo su mirada hacia el demonio quién se despojó de su túnica superior y la abrió en conjunto a su estola, le regalo una sonrisa para enfocarse en su alrededor las viejas huellas de su campamento aún seguían allí pero el portal no, tras suyo escuchó como Sesshomaru se acomodaba la armadura para luego acercarse a ella, la molestia adornaba su rostro.

-. Debería estar aquí ¿ no ?

-. Debería pero no lo comprendo...

Una honda de energía erizo sus bellos casi por reflejo responde al supuesto ataque que si no fuera por una mano sobre su mano indicándole que todo estaba bien hubiese actuado, Sesshomaru liberó su energía en forma de una honda a su alrededor como un llamado, una señal de hacerse mostrar al resto.
Un crugido proveniente del enfrente los alertó, no había esencia que percibir u energía que encontrar sea quien sea estaba ocultó y al parecer los acechaba, Aome tenso su arco apuntando a la oscuridad de la noche, las nubes se movieron dandole paso a la luz de la luna que reflejo los platinados cabellos con un mechón negro.

-. ¿ Su...susuki ?

-. En efecto...

El mestizo se acercó a ellos dejandose mostrar rápidamente la pareja relajo su compostura pero para ninguno de los dos paso de desapercibido la mueca que hizo al ver la flecha, el rostro de Susuki se veía igual o incluso más serio que él de su padre, sus café ojos se veían agotados carente de emoción u vida, tan sútil cómo si no estuviera.
Sesshomaru fruncio levemente el entre cejo, su hijo ocultó todo rastro de su presencia allí incluido su olor, rara vez un demonio se ocultaba a decir verdad era todo lo contrario se mostraban y marcaban su territorio lo más notablemente para impedir agresiones pero su cachorro actuaba como uno.

-. ¿ Que quieren ?

El tono de su voz, desganado, cansado y lastimado forzandose por responder los estremeció, Aome se acercó en un intentó de tocar su rostro, comprobar por ella misma su estado, aún cuándo sabía que rara veces se enfermaban los demonios algo dentro de ella le impidió no hacerlo fue más como un instinto que la movió, inesperadamente Susuki sujetó su muñeca con cuidado, su mirada se hizo más dura, lastimada, ciento de emociones contraproducentes chocando entre si y encerrandose.

-. No me toqué por favor...

La había tratado de usted y eso dolió.

-. ¿ Dónde está Akatsuki ? .- interrumpió Sesshomaru acercándose al par.

Susuki soltó la mano de su madre y retrocedió, su mano se movió por si sola hasta su espada mirando cada movimiento de ambos, Sesshomaru una vez más fruncio el ceño pero decidió no hacer nada no provocarlo si quería respuestas.

-. No está disponible...

-. ¿ es eso así ? .- habló bajo Aome -. ¿ estaba en estado no ? ¿ cómo están los cachorros ?

Por unos instantes la máscara fría y distante del contrario se resquebrajo dejando ver a un hombre tan lastimado y miserable que dolía, Susuki fruncio el ceño en una expresión de dolor pudo notar como las lágrimas se juntaban en sus ojos negándose a salir, Aome supuso que algo iba mal cómo para alterar a una figura respetada e intimidante.

Susuki respiró profundamente antes de levantar su mirada ahora dorada, miro a la pareja recordandose una y otra vez que "ellos" no fueron los causantes de su dolor que ellos hasta el momento eran los originales y no la "variante" errónea autor de su duelo, debía esclarecer todo e irse y si tenía suerte era posible que se fueran por un largo tiempo en lo que se ocupaba entre sus deberes y su mujer.

Corona caídaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora