JAZMÍN
Regresé confundida al hotel sin poder sacar de mi mente unos increíbles ojos cafés, cansada tomé el asensor presione el número de piso y al llegar abrí despacio la puerta de la habitación.
- ¿Dónde te habías metido? - me recibió Clarissa
Parecía preocupada, salía del baño envuelta en una bata del hotel y con una toalla enrollada en la cabeza, el pequeño también estaba bañado y seguía viendo la televisión.
- Salí a comer, el menú del hotel no era de mi agrado - expliqué restándole importancia.
Deje la tarjeta y mi pequeño bolso en la mesa rectangular junto a la puerta.
- ¿Cuéntame que tal el reencuentro? - pregunté, mientras me sentaba en la otra cama.
Me quite los tenis planeaba darme un baño y luego dormir, Clarissa le dió un beso a su hijo se sentó junto a mi y comenzó a secarse el cabello.
- Todo mal - se tapó el rostro con ambas manos - Dijo que hace algunos años por casualidad me encontró y nos vió junto a Diego, que no entendía por qué hasta ahora regresaba.
Comenzó a sollozar la abracé e intenté consolarla.
- Sabíamos que no sería fácil, pero rendirte no es opción - comenté.
- No me dejó explicarme - murmuró triste.
No me agradaba verla así, ya había sufrido bastante con sus padres y también con la muerte de Diego.
- Cuándo asimile la noticia, te buscará... Así sea por curiosidad - aseguré.
Intentó sonreír pero le salió una mueca extraña le besé la frente y tome mis cosas, al regresar Clarissa estaba dormida junto a su hijo, me metí bajo las sábanas y los ojos cafés invadieron mi mente antes de dormir.
La mañana siguiente mientras desayunábamos le comenté sobre la cita de negocios, ambas nos emocionamos con la oportunidad de expandirnos. Clarissa nos llevó a recorrer la ciudad y terminamos en la heladería consintiendo al pequeño.
La alarma nos despertó nuestra cita estaba programada para las diez de la mañana, tomamos turnos para usar el baño y alistarnos, Clarissa el día anterior llamó una niñera que llego antes de irnos.
Al salir del hotel tomamos un taxi y le indique la dirección, minutos más tarde estábamos frente a las instalaciones de Sabat Fashions.
- ¡Tiene que ser una broma! - comentó Clarissa irónica.
- ¿Porqué lo dices? - pregunté confundida.
Nos acercábamos a la puerta y más nerviosa se ponía.
- Esto pertenece a la familia de Gael - explicó - Todo se puede complicar.
Así que el pequeño pertenecía a la familia Sabat, la revelación me sorprendió y no tuve tiempo de asimilarla debíamos entrar, decidida tomé el brazo de Clarissa.
Las oficinas se encontraban en la parte trasera de la tienda, se entraba por un pasillo del lado izquierdo, encontramos a una joven detrás de un elegante pero sencillo escritorio, nos pidió esperar un momento.
Clarissa estaba muy nerviosa no dejaba de moverse, una elegante mujer de complexión delgada, cabello castaño corto y ojos color verdes, apareció por una puerta que hasta entonces notamos a nuestro lado derecho.
- ¡Bienvenidas!, ¿las representantes de Jadiclar? - saludo amable y sonriente.
Indicó que entraramos a su oficina decorada en tonos grises y azules, en una pared colgaban cuadros alucivos a moda y reconocimientos, nos señaló dos lugares frente al elegante escritorio, se acomodo en la silla detrás de este, observando brevemente a Clarissa y luego hablo.
- Soy Yurid Sabat, diseñadora y fundadora de Sabat Fashions.
Nos extendió la mano.
- Jazmín Barsan - correspondí el saludo - Ella es mi socia...
La puerta se abrió de golpe interrumpiendome, un castaño de ojos verdes entró.
- Lamento la demora... Gael Sabat, presidente ejecutivo - me extendió la mano.
La estreche con seguridad, lo reconocí del restaurante, él al saludar a mí acompañante su expresión amable cambio.
- Clarissa Moretti, no pensé volver a verte - habló con la mandíbula apretada.
Enfrente tenía al padre de mi sobrino, lo detalle discretamente compartía varios rasgos con el pequeño, reiteraba que era atractivo pero no mi tipo, la diseñadora observo extrañada a mi amiga y pregunto.
- ¿De verdad eres tú?.
Sólo asintió, por los nervios parecía haberse quedado sin habla, Gael la veía molesto.
- Señoritas lo sentimos - él habló - La reunión se suspende.
- ¿Gael, que dices?, ¿Qué está pasando? - intervino Yurid.
Los observé molesta, no les permitiría que sus berrinches afectarán nuestro negocio, Clarissa se hundió en su asiento e intervine para solucionarlo.
- Una marca tan prestigiosa y reconocida, está demostrando que carecen de seriedad al no poder separar lo personal, si estamos aquí es porque ustedes nos llamaron.
Furiosa tomé mis cosas y a Clarissa del brazo, no permitiría que se nos maltratara o humillaran, el ser una marca de renombre no les daba ningún derecho para tratarnos así, Yurid decidió intervenir.
- No entiendo que está pasando, pero como dice Jazmín... No permitiré que los problemas personales interfieran, ya habrá tiempo para hablarlos.
Me indicó que me tranquilizara, no muy conforme le hice caso y me volví a sentar.
- Gael tu decides si te vas o te quedas - le habló Yurid.
Se pasó desesperado la mano por el cabello y decidió quedarse.
En un ambiente tenso expusimos nuestros diseños, explicamos de forma general nuestra empresa y su funcionamiento los Sabat se dedicaron un par de miradas, al finalizar nuestra presentación Gael fue quién habló.
- Señoritas, permítame ofrecerles una disculpa por mi infantil comportamiento - se disculpó - Nuestra propuesta consiste en una colaboración de ambas marcas, creando una línea exclusiva de accesorios. Tienen un mes para responder.
Nos indicó que la documentación había sido enviada a nuestro correo electrónico, así podríamos leerla y hacer observaciones, agradecimos y nos despedimos. Estaba por abandonar la oficina, pero fui detenida por el ojiverde.
- Señorita Jazmín, ¿podría realizar un trabajo antes del sábado?, Es un encargo personal.
Me mostró una imágen era un diseño sencillo de un dije de infinito con nombres, le confirme la entrega para el viernes, al salir busque a Clarissa con la mirada la encontré hablando con Yurid en voz baja.
- Este problema se resuelve hoy, regresa a mi oficina - menciono Yurid autoritaria.
Señaló a Gael quien molesto regreso a la oficina, Yurid se despidió con una tensa sonrisa.
- Ve al hotel y cuida de mi hijo... Los veo más tarde - comentó Clarissa
- Recuerda que no estás sola... Llama si me necesitas.
Besé su mejilla cariñosamente, insegura la vi regresar a la oficina y segundos después la puerta se cerró.
Yuritzin PM
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Nos Pertenecemos©
Romance¿Que pasaría si el destino, universo o como quieras llamarlo, conspiran para conocer a tú alma gemela, al amor de tú vida? ¿Tomas la oportunidad o la dejas pasar? ¿Te enfrentas a lo desconocido para ser feliz o apuestas por lo seguro? Cuándo por fin...