16.- Regreso

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ÉDGAR

Regresaron el día pactado, al enterarse Gael nos volvió arrastrar al aeropuerto a recibirlos y admito que no pusimos mucha resistencia, al parecer todos estábamos felices con tenerlos de vuelta.

En los últimos días no solo me había dedicado al trabajo, si no también analizar los pros y contras de mis problemas emocionales, cansado de darle vuelta concluí que dejaría de preocuparme.

El vuelo estaba retrasado por veinte minutos, impacientes y nerviosos observamos en la pantalla como poco a poco subía en la tabla de aterrizajes, al llegar al primer lugar nos encaminamos hasta la puerta de arribos.

Gael nervioso no dejaba de mover el pie, tuve que detenerlo un par de veces, me estaba desquiciando, Tai me pidió que la cargará para poder ver mejor, habían pasado un par de minutos, cuándo él impaciente ya le marcaba a Clarissa.

Que en unos segundos apareció en nuestro campo de visión, sorprendida se acercó al vernos, la saludé con un beso en la mejilla e hizo lo mismo Tai, al llegar a Gael solo se observaron nerviosos y sin saber que hacer.

Fueron interrumpidos por un alegre Gabriel, que no le importo tirar la maleta para correr al encuentro con su padre, quien lo alzó en brazos y se abrazaron, vi como les brillaban los ojos de felicidad a los tres.

Tai se removió inquieta en mis brazos llamando mi atención, la observé y me señaló a la persona que últimamente ocupaba mis pensamientos, sonreí al verla y ella nos correspondió de igual manera.

Pasaba del medio día y decidimos llevar a los niños a comer, aseguraban tener hambre, en cuanto baje a Tai corrió a abrazar a Gabriel, quien le correspondió y besó la coronilla.

Clarissa y Jazmín mencionaron lo tiernos que se veían, el bromista de Gael no evitó su comentario de mal gusto.

- ¿Amigos y consuegros?, Suena bien.

Lo fulmine con la mirada y sólo se rió.

- Idiota, deja tus estupideces para otro momento, ¡son unos niños! - dije entre dientes - ¡Que mente tan torcida tienes grandísimo imbécil!.

Jazmín y Clarissa nos observaron extrañadas, no entendían el motivo de la discusión.

- Gabriel es un excelente partido y ella merece lo mejor - explicó con obviedad.

No era un padre celoso o posesivo, Tai era mi bebé y pensar en novios no estaba en mis planes todavía, ya me preocuparía en su momento, ahora solo quería disfrutar esta etapa dónde era el hombre más importante para ella.

Después de la comida, pasamos la tarde ayudando a desempacar cajas en el nuevo departamento, que estaba a nombre de Jazmín, era mi departamento de soltero y se lo había vendido a Gael, él tenía planes a corto plazo con su familia.

Los niños se quedaron dormidos, ya pasaba de la media noche y fui a la habitación por mi pequeña pero Jazmín ya la traía, me despedí recordándoles el desayuno de mañana, sin pensar le dí un beso en la mejilla y camine al elevador.

Al día siguiente me levanté temprano, quería tener todo listo y en orden para cuándo llegarán, nana antes de tomar su descanso de fin de semana, dejo la comida lista y había llamado a dos chicas del servicio que nos apoyaban en ocasiones especiales.

El desayuno se serviría en el jardín, las chicas ya se encontraban ordenando la mantelería, vajilla y cubiertos, dí las últimas indicaciones antes de ir a ver a Tai y ya listos, regresamos a esperar a nuestros invitados.

Mis suegros fueron los primeros en llegar, saludaron cariñosamente a su nieta y ella les correspondió de la misma manera, el timbre sonó apareciendo Erick con su familia, caminamos hasta el jardín para tomar café mientras esperamos al resto, las niñas fueron a jugar.

Comenté sobre las invitadas que llegarían con Gael, mis suegros se sorprendieron al saber la historia de Clarissa y la existencia de Gabriel, al final se alegraron por él, fiel a su costumbre de presumido, Erick comento que ya estaba enterado y me guiño un ojo cómplice.

El timbre volvió a sonar y aparecieron los últimos invitados e hice las respectivas presentaciones, Joyce saludo tímidamente a Gabriel, mientras Tai le comentaba que era su nuevo primo, Jazmín me besó la mejilla como saludo y ambos nos sonrojamos.

Nos acomodamos para desayunar quede entre Tai y Jazmín, la comida estuvo amenizada por anécdotas y platicas casuales, los niños fueron los primero en abandonar la mesa, no querían perderse ni un minuto de juegos.

Una vez estuvieron los suficientemente lejos para escucharnos, Erick hablo.

- No me creo que el guapo Gabriel es tu hijo, los feos sí que tienen suerte.

Adam reprobó el comentario de su esposo y le dedico una mirada apenada a Gael.

- Idiota - respondió entre dientes y lo fulminó con la mirada.

Clarissa apoyo su mano sobre el hombro de Gael, tratando de contenerlo, ya entendería que está era la forma en la que se llevaban.

- Todo se debe a la belleza de Clarissa - Erick le guiño un ojo cómplice.

Ella se sonrojó, Gael molesto tensó más la mandíbula, si es que era posible y apretó las manos en puño, el resto sólo nos dedicamos a reír observando el espectáculo.

Decidimos cambiar de tema y evitar llegar a las discusiones, felicitamos a Jazmín y Clarissa por su contrato con Sabat Fashions, Erik propuso un brindis con tazas de café, divertidos le seguimos la corriente.

Mientras seguían platicando, decidí alejarme con Jazmín, toda la noche pensé en invitarla a salir, una ves solos hablé.

- Si no tienes planes para el día de mañana... ¿Te gustaría ir a comer con Tai y conmigo?.

Por supuesto que en mis planes, mi hija debía estar incluída, ella era parte fundamental para saber si esto tenía futuro y podría funcionar, al parecer mi pregunta la tomo por sorpresa.

- Acepto - respondió sonriente y se sonrojó.

Intercambiamos números para estar en contacto y regresamos a la mesa, las risas se vieron interrumpidas por el timbre, mis padres aparecieron, tensando el ambiente en un segundo.

- ¡Buenos días! - saludaron al unísono.

Respondimos incómodos, escuchar la irritante voz que conocía y odiaba, inmediatamente me puso en alerta.

- ¡Amorcito cuánto tiempo sin verte!.

Al parecer Regina venía con ellos, vestía un entallado mini vestido rojo, con enormes tacones y no dudó ni perdió tiempo, en colgarse de mi cuello.

Yuritzin PM

Nos Pertenecemos©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora