22.- Citas

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JAZMÍN

En los siguientes días, tuve la oportunidad de convivir más con Édgar y Tai, después de esa invitación a comer, terminamos en el parque de diversiones disfrutando de las atracciones, cualquier pretexto servía para vernos.

Nuestras no citas, como solíamos llamarlas siempre incluían a una encantadora pelirroja, que se estaba ganado un lugar especial en mi corazón, al igual que su padre.

Quién cada día me enamoraba más y no sólo por su atractivo físico, tenía una increíble personalidad, algunas veces por semana seguiamos cenando con Gael y Clarissa e incluimos a Erick y Adam, a las convivencias.

Mí amiga sorprendió con la noticia que se irían a vivir con Gael, ya lo veía a venir, él les había comprado una casa en la misma zona dónde vivía Édgar, así tendrían más espacio que en su "departamento de soltero".

Me alegre pero me asuste, me quedaría sin hogar, este departamento le pertenecía y era de ellos, ahora a buscar un nuevo lugar, decidí pedirle ayuda a Édgar para encontrar otro sitio.

Durante la cena, Gael mencionó que el departamento estaba a mí nombre y me entregó las escrituras, no lo podía creer, me aseguró que era parte del contrato con Sabat Fashions.

- ¿Édgar supiste de la muerte del abogado Lugo? - pregunto Gael.

Estábamos tomando café en la terraza y los niños estaban en la habitación viendo una película.

- Algo escuché en las noticias, pero no puse mucha atención - respondió Édgar.

- ¿Hablas del padre de Regina? - intervino Clarissa.

Ambos asintieron, en este tiempo, me enteré que Regina era la mujer con quién Romina siempre quiso casar a su hijo, también era la causante de la muerte de Jade y nadie la quería cerca de Taiyari.

Después de los desagradables acontecimientos, Édgar incrementó la seguridad y un par de custodios camuflajeados seguían de cerca a la pequeña, la orden era mantenerla viva y a salvo.

Varias veces comenté que si no era exagerado, me negaba a creer que su abuela pudiera causarle daño, siempre respondía.

- Si algo le pasará a mi hija, por más mínimo que fuera... jamás me lo perdonaría.

Siguieron hablando sobre la repentina muerte del abogado, ahora su hijo mayor estaba al frente de la firma, cosa que Regina no tomo muy bien, según Gael armó todo un espectáculo durante el velorio.

El tiempo pasó y pronto llegó el momento de irse, Tai estaba profundamente dormida en mi cama, Édgar la cargo con cuidado para llevarla al auto, Gael llevaba al pequeño que también se había dormido.

Me despedí de ellos y Clarissa, para ir con Édgar a su auto, después de acomodar con cuidado a Tai en su asiento, centró su atención en mí.

- Cada vez me cuesta más trabajo decirte adiós - comentó casual.

Recorrí la distancia que nos separaba, me pare en puntas y le besé la mejilla.

- Me pasa lo mismo, pero deben ir a descansar.

Me tomó de la cintura y me acercó más a él, nos observamos por unos instantes, luego me besó ambas mejillas antes de entrar al auto.

- ¿Nos vemos mañana?.

- Aunque me negara, seguro encontrarás una buena excusa para vernos - afirmé.

Sonrió ampliamente y me guiño coquetamente un ojo.

- Te veo mañana entonces - aseguró - Descansa Jaz, no olvides soñar conmigo.

- Que engreído es usted señor Zarcos, no le basta con vernos durante el día, aún así pide encontrarnos en sueños - negué y no pude evitar reír.

Volvió a guiñarme el ojo, me acerque a darle otro rápido beso en la mejilla antes de que arrancará.

Regresé a mi departamento extrañaba a Clarissa y Gabriel, era raro no verlos más por aquí.

Fuí directo a mi habitación, decidí tomar un baño, después de lavarme los dientes y colocarme la pijama estaba lista para dormir, mí celular sonó, sonreí pensando que era Édgar.

¡Vaya sorpresa!, era un número desconocido y no decía nada agradable.

✉️ Zorra, más vale que te alejes de Édgar, si no quieres que su mocosa sufra las consecuencias.

Tuve que leerlo varias veces para entender que era verdad, no quería alejarme, pero sí algo malo le pasará a la pequeña pelirroja jamás me lo perdonaría, nos habíamos vuelto unidas durante este tiempo y la apreciaba demasiado.

Frustrada me acosté e intenté dormir, mañana buscaría la mejor solución, aunque tenía muy claro que decisión debía tomar, no dejaría que sufrieran por mi culpa.

ÉDGAR

En estas semanas había estado saliendo todos los días con Jazmín, siempre encontraba una excusa o pretexto para vernos, Tai se había vuelto mi cómplice, al igual que yo disfrutabamos de su compañía.

Gael y Erick mencionaban el gran cambio que su presencia había causado, según ellos había dejado de ser un amargado y estaba de mejor humor, varias veces me insinuaron que debía agregar sexo a la ecuación, ¡idiotas!.

En definitiva no quería equivocarme al apresurar las cosas, nos estábamos conociendo y aún no soltaba por completo el recuerdo de mi Jade, seguía ocupando un lugar en mi corazón.

Jazmín me entendía y estaba de acuerdo en ir lento, en todo este tiempo lo más lejos que habíamos llegado, era a besarnos con frecuencia las mejilla y coquetear descaradamente, pero ninguno había propuesto algo más.

Oportunidades no faltan y ganas tampoco, sentía que aún no estaba listo, Jaz era realmente atractiva, debajo de esas capas de ropa se encontraba una hermosa mujer, que en estos últimos días la dejaba salir más a menudo.

Atrás quedaron las sudaderas amplias y jeans olgádos, desde que trabajaba con Yurid, había comenzado a usar vestidos y ropa de su talla, sin dejar de lado su estilo y tenis.

El maquillaje aún no era de su completo agrado, pero no lo necesitaba, así me gustaba con su belleza al natural, siendo única, definitivamente me estaba enamorando.

Al salir de la reunión y camine hasta mi auto, debía ir por mi hija al kinder, decidí invitar a comer a Jaz y le marqué, uno, dos, tres tonos, entró el buzón, lo intenté nuevamente, otra vez el buzón.

Me concentré en manejar, más tarde le llamaría, tal vez no podía contestar por estar trabajando, podríamos buscarla en la noche y llevarla a casa, nana estaría encantada de verla nuevamente.


Tai salió alegre y feliz, traía una estrella pegada en la frente, después de felicitarla, fuimos a casa a comer .

Yuritzin PM

Nos Pertenecemos©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora