ÉDGAR
Clarissa presento a Jazmín, una chica de gafas, pequeña estatura, cabello largo castaño, complexión delgada, vestía una sudadera amplia, jeans y tenis, no llevaba maquillaje, era una chica al natural.
Se sentaron frente a nosotros, la amiga saludó a Gael aquien ya conocía y me sonrió tímidamente, la observé me parecía conocida.
- Creo que ya te había visto - le comenté extrañado.
Sonrojada agachó la mirada, la recordé, era la chica torpe y de ojos verdes del restaurante, no entendía la amistad de este par, dos polos opuestos.
Jazmín parecía una chica tímida, amable y sencilla, mientras que Clarissa se mostraba segura y de carácter fuerte, llevaba un vestido que marcaba sus curvas, su cabello negro estaba perfectamente peinado en ondas y su maquillaje era sútil.
Jazmín a su estilo era guapa y esas gafas le daban un toque interesante, sacudí la cabeza ligeramente para eliminar esos pensamientos, decidí alejarme e ir con los niños.
Caminé al área de juegos, recordando que al morir Jade decidí no involucrarme con ninguna mujer, todos suelen decir que el sexo no siempre va ligado al amor y solía pensarlo hasta que la conocí.
Entendí que con ninguna me sentiría tan completo como con ella, pero al ver a Jazmín algunos de mis instintos despertaron o tal vez la abstinencia comenzaba a cobrarme factura.
En el área de juegos, había bancas negras me senté en la más alejada y observé como se divertía mi hija con Gabriel, sonreí al verlos ajenos al mundo de los adultos.
- ¿Puedo sentarme? - pregunto una voz suave.
Alce el rostro y encontré a Jazmín.
- Necesitaban hablar y decidí dejarlos sólos - explicó y se acomodo las gafas.
Nuestras miradas se encontraron, tenía unos hermosos ojos verdes, el recuerdo de los de Jade se hizo presente y todo se volvió confuso, rompí el contacto visual.
- Perdón si te incomode - se disculpó.
Me estaba comportando como un Idiota, se sentó lo más alejada posible.
- Disculpa mi actitud, no me siento bien - dije sincero.
- No te preocupes, ¿Estás aquí como apoyo moral? - pregunto con la vista fija en los juegos.
Asentí y exprese mi opinión.
- Conocí a Clarissa desde niña, crecimos juntos, era risueña, amble, la vi enamorarse y ser feliz con Gael, jamás imaginé que ocultaria a su hijo.
No entendía porque lo hablaba y de nuevo ese sentimiento de confianza.
- Juzgar es fácil cuándo sólo conoces una versión de la historia... No tienes idea lo que vivió y tomo las decisiones que en su momento creyó correctas - giro el rostro y me observó.
Analice sus palabras, era cierto, está historia tenía dos partes.
- Los padres de Clarissa la abandonaron y dejaron sin apoyo económico - habló de nuevo - Al enterarse del embarazo la olvidaron y los Moretti regresaron a su país.
Su tono denotaba molestía y enojó, jamás imaginé que los Moretti serian tan crueles, Jazmín continúo.
- Diego sin dudar, le abrió las puertas de su casa y se convirtió en el apoyo que necesitaba, siempre le mencionamos que debía hablar con el padre del bebé, pero estaba tan sola y asustada que temía que Gael también le diera la espalda.
- ¿Quién es Diego? - pregunté curioso.
Nuestras miradas se encontraron y sonrió nostálgica.
- Mi mejor amigo, él amo a Gabriel desde el día cero y cuando nació se convirtió en un tío cariñoso - respondió - Diego siempre estuvo enamorado de Clarissa e intentaron una relación por darle una familia a Gabriel, pero él siempre fue consiente que el amor de ella es Gael - sus ojos se cristalizaron - Hace unos días antes de morir, Diego le pidió solucionar las cosas y ser feliz, lo merece.
Unas cuantas lágrimas recorrían sus mejillas e intentó limpiarlas rápidamente. Era un estúpido por juzgar.
Los niños se acercaron, Tai brinco a mis brazos y Gabriel observo a Jazmín.
- ¿Porqué lloras tía? - le pregunto.
Ella le abrió los brazos y él la abrazo, le besó la mejilla con ternura.
- Recordaba a Diego - murmuró y beso la frente del niño.
- También lo extraño tía - comento nostálgico.
El tal Diego era importante en sus vidas y Gael tendría que aprender a vivir con su recuerdo.
- ¿De quién hablan papi? - pregunto la curiosa de mi hija.
Estaba por responder, pero fuimos interrumpidos por Gael y Clarissa, ambos tenían los ojos rojos e hinchados, supuse que al fin se conocía la verdad.
- Gabriel, quiero presentarte a alguien - le habló Clarissa
Él se soltó de los brazos de Jazmín, despacio se acercó y la tomo de la mano.
- ¿Recuerdas que querías conocer a papá? - Gabriel asintió nervioso - Es él... Gael - soltó de golpe y señaló a mi amigo.
Él intentó acercarse al niño, que de la impresión comenzó a retroceder, se soltó de la mano de Clarissa y salió corriendo del lugar, cargué a Tai para ir con los demás a buscarlo.
- ¿Papi se asustó? - pregunto Tai.
- Algo así pequeña, no es fácil enterarte que tienes un papá - expliqué
Me observó con el ceño fruncido y habló.
- No entiendo papi, ¿no tenía papá y ahora sí lo tiene?.
Clarissa comenzó a llorar al no encontrarlo, lo mejor era separamos en parejas Gael fue con ella y Jazmín conmigo, buscamos por los alrededores, en las jardineras, no podía haber ido muy lejos.
Dimos varias vueltas por el estacionamiento, un llanto llamó nuestra atención, lo encontramos detrás de una camioneta, se abrazaba las piernas y escondía su rostro entre las rodillas.
Tai me pidió que la bajará para ir con él, sabía que no hablaría con ningún adulto, así que con cuidado la puse en el suelo y rápidamente se acercó a abrazarlo para pedirle que dejará de llorar, le dije a Jazmín que les diéramos espacio.
Gabriel alzó el rostro y al verla le devolvió el abrazo, mi hija no tenía claro lo que estaba pasando, sólo repetía lo que yo hacia para consolarla cuándo lloraba.
Después de varios minutos abrazados se acercaron, Jazmín revisó al pequeño y terminó por secar sus lágrimas con sus pulgares, luego lo llenó de besos.
Al verla sentí que algo despertaba en mi corazón, ¿Quien era y porque al tenerla cerca provocaba sentimientos que creía olvidados?, Decidí alejarme para llamar a Gael e informarle que lo habíamos encontrado, le indique en qué parte del estacionamiento estábamos y en minutos llegaron.
- No vuelvas a preocuparme - lo regañó Clarissa.
Yuritzin PM
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Nos Pertenecemos©
Romance¿Que pasaría si el destino, universo o como quieras llamarlo, conspiran para conocer a tú alma gemela, al amor de tú vida? ¿Tomas la oportunidad o la dejas pasar? ¿Te enfrentas a lo desconocido para ser feliz o apuestas por lo seguro? Cuándo por fin...