27.- La Ex

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Canción: Maybe - James Arthur

JAZMÍN

Los vi subirse a los vehículos e ir por Tai, las horas pasaban lentamente y los nervios me invadían, pregunté varias veces al señor Víctor por noticias, la respuesta era la misma, perdieron comunicación.

Gabriel no dejaba de preguntar, alterando más mis nervios, les puse una película, pronto se quedaron dormidos abrazados, Adam los observó al entrar y sonrió.

- ¿Cómo estás? - preguntó, mientras se sentaba en el suelo a mí lado.

- Nerviosa, preocupada y asustada - respondí con sinceridad.

- ¿Lo amas, no es así? - quiso saber.

¿Lo amaba?, medité profundamente mi respuesta y termine por asentir.

- Conviví muy poco con Jade, en ese tiempo pude notar que era una increíble persona, el amor que se tenían era envidiable, por ese entonces también conocí a otro Édgar, uno que murió con ella - relato Adam - Nadie puede remplazar aún amor perdido y mucho menos uno como el de ellos, pero desde que entraste en su vida ha vuelto a sonreír, es feliz y de nuevo tiene ese brillo especial en los ojos.

- ¿Porqué me dices todo esto? - quise saber.

Se giro y me observó fijamente.

- También te ama, aunque no se ha dado cuenta, lo conozco y se que teme que un día, Tai le reclamé por olvidar a su madre - agregó.

¿Me ama?, Mí corazón latía con fuerza y la ilusión crecía.

- No quiero, ni pretendo sustituir u ocupar su lugar, Jade siempre será importante para ellos - expliqué con seguridad.

Adam me dedicó una enorme sonrisa, que lo hacía lucir muy guapo, era alto, rubio, de cuerpo atlético y ojos grises, sabía que Joyce no era su hija biológica, pero sin duda era una perfecta combinación de ambos.

- Sabía que tú serías la indicada para él, sólo ten un poco de paciencia - finalizó.

Me dio un abrazo fugaz y abandonó la habitación.

Las horas pasaban, seguíamos sin tener noticias, los niños estaban nuevamente despiertos y más inquietos que antes e intenté jugar videojuegos con ellos.

Escuchamos ruidos en la planta baja, estaban por salir corriendo pero los detuve, abrí la puerta despacio y escuché la voz de Édgar, las lágrimas se desbordaron de mis ojos.

Abajo, los niños corrieron en busca de Tai y decidí darles espacio.

- Está dormida, por favor no la despierten - susurró Édgar.

Gabriel con cuidado y ternura le besó la mejilla, corrió a los brazos de su padre para agradecerle, nuestras miradas se encontraron camine titubeante hasta ellos y Édgar me indicó sentarme en su pierna.

Lo hice nerviosa y con cuidado me abracé a su cuello, no podía dejar de llorar él sólo intentaba tranquilizarme, estaban a salvo, me separé un poco y besó mis labios, le sonreí como respuesta.

Me acerque a la pequeña, que dormía tranquilamente en los brazos de su padre y besé con ternura sus mejillas, la había extrañado, Tai murmuró un par de palabras que nos tomaron por sorpresa y todos nos observaron.

La atención fue desviada gracias a nana, me pidió que me quedara a dormir acepte sin dudar, luego de escuchar lo ocurrido y el fatídico final, pasamos al comedor, Édgar no soltaba a su hija la escena era muy tierna.

Después de la cena se despidió de su familia y les agradeció, sus suegros pidieron hablar en privado al día siguiente, el resto se autoinvito a comer, Adam me preguntó si me llevaban, nerviosa no supe cómo responder.

Édgar informó que me quedaría, Adam y Erick me sonrieron cómplices, una vez sólos, nana se despidió para ir a descansar y nosotros subimos a la habitación de Tai para cambiarla, dormiría con Édgar.

Yo decidí dormir en el cuarto de invitados, mi elección lo decepcionó, resignado me prestó una de sus playeras para dormir, le agradecí, nos dimos un par de besos antes de entrar a nuestras respectivas habitaciones.

Lista con mi improvisada pijama, recorrí las cobijas y me acomode en la suave cama, el cansancio me invadió quedándome rápidamente dormida.

Podía sentir los rayos de sol calentarme la cara, olvidé cerrar las cortinas antes de dormir, cambie de posición en un intento por evitarlos, aún podía sentirlos.

Me desperté molesta y me incorporé de golpe, ¿que lugar era esté?, ¿estaba en un bosque?, una mujer de vestido blanco se acercó, la luz no me dejaba verla con claridad.

- ¡Hola socia! - saludo alegre.

Reconocí su silueta, había visto un par de fotos y supe quién era.

- Hola Jade - respondí nerviosa.

Me sonrió y sentó a mi lado.

- Te preguntarás, ¿qué estamos haciendo aquí y como es que puedes verme? - comentó casual - Sólo es un sueño, quería platicar y conocerte.

La observe extrañada.

- Te contaré, ustedes estaban destinados a conocerse, manipule un poco la situación para que al verse, sintieran que se conocían y quisieran reencontrarse - explicó sonriente - Se lo que estás pensando y no, los sentimientos son reales, no los alteré - guiñó un ojo - Sabía que él te necesitaría cuándo pasara lo del secuestro, no imaginas la impotencia que sentí al sólo ser una espectadora.

- Jade, no pretendo reemplazarte como esposa o madre de Tai, ni robarte o quitarte a tú familia - hablé rápidamente.

- Tranquila socia, conozco tus intenciones y al igual que ellos, sólo buscas un lugar al cuál pertenecer, ustedes se complementan - comentó - No estoy enojada, mucho menos molesta, quiero que sean felices, como madre y esposa siempre lo he querido, jazmín tú eres la indicada.

La observé impactada, todos tenían razón era una excelente persona.

- Jade, prometo que jamás dejaré que te olviden, quiero que Tai pueda confiar en mí y me vea como una amiga - me sincere.

- Vas a lograrlo, siempre has sacrificado tú felicidad por los demás y este es tú momento, ¡sean felices!, ahora vuelve a dormir, te espera un gran día - comentó feliz.

Quise saber a qué se refería, pero el sueño volvió y la escuché hablar nuevamente.

- Tus padres, están orgullosos de la mujer en la que te has convertido y Diego te manda saludos, siempre cuidan de ti.

Me desperté agitada y abandone la cama para ir en busca de agua, en silencio y con cuidado baje las escaleras, en la cocina busque a tientas el interruptor de luz, al encontrarlo lo encendí y me sobre salte.

Édgar estaba sentado en un taburete comiendo helado directamente del bote, sonrió al verme, decidida me acerque a abrazarlo y besarlo.

Yuritzin PM

Nos Pertenecemos©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora