18.- Ruptura

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ÉDGAR

Me sorprendió la inesperada visita de mis padres, pero más que la hayan traído, cuando saben perfectamente que no la quiero aquí y mucho menos cerca de mi hija.

Pidieron hablar en privado y por un momento dude, no quería dejar a mi hija sola y menos si Regina estaba cerca, Jaz pareció entender y prometió cuidarla, además mis amigos no le permitirían hacerle daño.

- Madre, tienes tres segundos para explicarme la presencia de esa mujer - demandé.

Se acomodo recta en la silla y alzó la barbilla antes de responder.

- Te necesitamos, tú padre ha estado enfermo y se le ha complicado ocuparse de la empresa, Regina nos ha estado apoyando, pero eres tú quien debe hacerse cargo.

Fijé la vista en mi padre y noté las ojeras amoratadas, además de estar más delgado.

- Estoy dispuesto a apoyarlos, pero no quiero tener ningún contacto o relación con esa mujer - expliqué.

- Regina es la apoderada legal de tú padre, por obvias razones tendrán que compartir responsabilidades - intervino mamá.

- ¿Que no era el abogado Lugo tú apoderado legal? - pregunté a papá

Solo agachó la cabeza.

- Tuvimos que hacer algunos cambios necesarios, por el bienestar de tú padre y la empresa - informó mamá.

Algo raro estaba pasando y tenía un mal presentimiento.

- No lo puedo creer, me dieron la espalda cuando me enamoré y casé con Jade... Ahora vienen, piden mi apoyo y me entero que la persona que más daño me causó, maneja el negocio " familiar".

Observé a mi padre se veía avergonzado y mi madre molesta.

- Te recuerdo, que antes de que te obsesionaras con esa mujer, tenías una relación con Regina y ahora que ya no tienes esposa lo retomarán, mi nieta necesita una madre - solucionó mamá.

Solté una risa sarcástica al escucharla.

- No te permito que insultes la memoria de Jade, lo mío con Regina siempre fue sexo y se lo dejé en claro, su obsesión no se puede considerar amor y no me puedes obligar a estar con quién no quiero... ¿Has pensado en el daño que Regina puede causarle a tú nieta?- dije molesto.

Mi madre me observo atentamente e hice lo mismo, su actitud me estaba encabronando, hablo de nuevo.

- ¡Tengo la solución!, Taiyari se irá con sus abuelos y formarás una familia con Regina.

Golpeé con los puños el escritorio, en estos momentos dudaba que de verdad fuera mi madre.

- ¡¿Te estás escuchando?!, ¡Que fácil para ti es que me olvide de MÍ hija!, ¡¿No dirás nada papá?!, ¡¿La dejaras insultar a tu nieta?! - pregunté frustrado.

No respondió, sólo ví como rodaban lágrimas por sus mejillas, odiaba su actitud sumisa ante mi madre, molesto les di la espalda y observé la ventana, aún estaban en el jardín.

- Me ha quedado claro que mi hija jamás será parte de su familia... Lo siento mamá pero no apoyaré tus locuras, quiero que se vayan y no vuelvan nunca, desde este instante renuncio a ser su hijo - hablé aún de espaldas.

El corazón dolía y los ojos se me cristalizaron, observé que Tai hablaba con Regina y tenía lágrimas en las mejillas, ¡a la mierda mi autocontrol!, di media vuelta para salir y la puerta se abrió de golpe, un agitado Erick apareció.

- Édgar tienes que venir, la estúpida de Regina está insultando a Tai.

Sentía la sangre arder mientras regresaba al jardín, observé como Gabriel abrazaba y consolaba a mi hija, Clarissa intentaba llevarlos dentro de la casa.

Me acerque a Tai y le susurré un todo estará bien, con amor besé su coronilla, hice señas a Erick para que alejaran a los niños y centré mi vista en Regina, note como Jazmín la enfrentaba apoyada por Gael y Adam.

- Mi amorcito ha perdido clase, ahora deja que la niñera se relacione con sus amigos - soltó despectivamente la rubia.

Jazmín apretó los puños y vi como se ponía roja de coraje, era momento de intervenir me acerque y exploté.

- ¿Cómo te atreves acercarte a mi hija y decirle mentiras?, ¡no eres y jamás serás nadie para mí!... ¡Lárgate de mi casa!.

Sin cuidado la tomé del brazo arrastrándola hasta la salida.

- ¡Amorcito me estás lastimado! - comentó llorando

Abrí la puerta y la lancé fuera, antes de cerrar hablé.

- No vuelvas acércate a mi hija, mucho menos a mi.

Cerré de un portazo, mis padres aparecieron detrás y les dije que no regresarán jamás, al pasar junto a mí, papá intento hablar pero mí madre lo jaló y abandonaron la casa.

Me recargue en la puerta y cansado me deje caer, cubrí mi rostro con ambas manos intentando esconder las lágrimas, sentí como alguien se sentaba junto a mi y unos brazos delgados me envolvieron en un abrazo.

- Todo estará bien - dijo Jazmín cerca de mi oído.

Acarició mi espalda de arriba a abajo, intentando que me tranquilizara, estar entre sus brazos se sentía bien, era reconfortante y agradable, el recuerdo de Jade invadió mi mente y asustado me aleje de golpe.

- Lo siento - murmuré mientras me levantaba - Gracias, me siento mejor.

Extendí la mano para ayudarla a incorporarse, la tomó titubeante y caminamos hasta la sala donde estaban todos reunidos, me informaron que mis suegros se habían ido antes del espectáculo.

Me acerque a mi hija, al verme se alejo de Gabriel y corrió a mis brazos, la cargué y llené de besos, escondió su cabeza en mi cuello y volvió a llorar.

- Papi esa mujer es mala, dijo que tú ya no me ibas a querer - habló entre sollozos

- Siempre te amaré - aseguré.

- ¿Quieres que los dejemos solos? - pregunto Erick.

Negué rápidamente, me senté en un sofa individual y acomode a Tai en mis piernas, cuando dejo de llorar le pedí que subiera a su cuarto con sus primos, necesitaba contarles lo ocurrido con mis padres.

No quería separarse, Jazmín se ofreció a cuidarlos y terminó por convencerla, comencé a relatar todo lo sucedido en el despacho y como acababa de romper la relación con mis padres.

- Romina y su obsesión, recuerdo que de niños le decía que ella sería tú esposa - habló Clarissa

- Tú madre fue demasiado lejos - agregó Gael.

- Jamás me imaginé que el odio por Jade lo reviviera con su nieta... Es una arpía - intervino Erick.

Todos tenían razón y en este momento mi prioridad sería la seguridad de Taiyari.

Yuritzin PM

Nos Pertenecemos©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora